Rosendo Fraga publicó al minuto de la muerte de Néstor Kirchner en La Nación digital quizás la peor nota de todas las que se escribieron en esta danza de letras póstumas para Néstor Kirchner, donde instaba a la esposa del fallecido ex presidente y malogrado futuro candidato, y presidenta del país, a aprovechar la hermosa ocasión de su fallecimiento y la oportunidad de la situación de su muerte (quizás no sea raro que un oportunista aconseje aprovechar la oportunidad, aprovechando la oportunidad) para cambiar el rumbo de “las terribles políticas” del ahora muerto, ahora que ya estaba muerto
Rocinante Fraga, amigo de los Sancho Panza
Esa nota escrita un exacto minuto después del fallecimiento de Néstor Kirchner, con una precisión de cirujano y una frialdad de nueve de área, da a pensar que cuando se enteró de la noticia no era ya Rosendo Fraga sino Rozagante Fraga. Aunque en su cabeza quizás creía seguir luchando contra los molinos de viento de Kirchnerismo, y entonces era Rocinante Fraga. Y si creía que con la oportunidad y velocidad de la nota estaba forjando algo, Rosendo Fragua, o Rocinante Fragua, amigo de los Sancho Panza. Aunque minutos antes de la muerte de Néstor Kirchner a juzgar por sus textos anteriores, escritos en un medio que es dueño de la provisión de materias primas con una papelera comprada en situaciones confusas de la mano de los militares y que es materia de causas judiciales, era Rosendo Traba. Por ser benévolo y no decirle, como le dijeron en algunas lados, Rosendo Gaga, como una especie de Lady Gaga de los medios foráneos. O aun peor, Rosendo Dada, reeditor en la desubicación e inoportunidad de sus notas del movimiento dadaísta (con perdón del movimiento) no para el lado en que iba al surrealismo sino para el lado que se empezaba a acercar a la estética nacionalsocialista alemana. Por no decir que se le caían las babas con la nueva situación, como parecía mostrarlo la nota, y era Rosendo Baba. Y siempre, pero siempre, Rosendo Bla Bla. Y también, junto con todo eso, cuando con Rosendo Fraga o Rosendo Bla Bla, rozaba los límites de la inoportunidad, el mal gusto, el descuido de las formas y de los momentos también, Rozando Fraga. Y siempre, como buen periodista partidario en épocas turbulentas, Rosendo Bla Bla
Aunque quizás a él, le hubiese gustado haber sido, como a muchos de nosotros, un poco más filosófico, profundo, creativo, algo así como Rousseau Fraga. Y como dicen que tu nombre determina, el de él, como corresponde a un columnista de ese medio, viene del latín, de un buen latín, y significa fresa. Fraga: fresa en latín. Que seria fruta. Entonces Rosendo Fruta seria