Funciones de terceros
lunes, 31 de enero de 2011
domingo, 30 de enero de 2011
Hombre petrificado con bolsa en la cabeza
miércoles, 26 de enero de 2011
Trolebuses de ciudad
Después la libertad
Otro de los intríngulis cotidianos que tenemos, es la vestimenta. Hay varios tipos de hombres y de vestuarios. Entre los menos respetables en el rubro estamos los hombres de moda casual, que no queremos lavar, y nos ponemos lo que va quedando limpio, un tutú, una escafandra, un disfraz de oso.
A lo que nos pueden sumar otro inconveniente, cuando nos vestimos en nuestra casa, fuera del alcance de la mirada, estamos en la privacidad y podemos hacer lo que queremos.
El calzoncillo que nos ponemos no tiene la más mínima dignidad. La camiseta blanca, agujereada, hace rato que perdió el autoestima, lo de las medias y el sentido de la decencia es un caso perdido. Y finalmente nos aparece la vedette del atuendo, el pijama flojo que deja asomar el principio del final de la espalda. Que si nos ve alguien, cualquier desafortunado casual o un masoquista, hay que tirarlo a los chanchos
Pero no todo está perdido, el momento en que se asoma la raya del limite del pijama, esa zona limítrofe que también es el limite entre el buen sentido y el mas allá, entre el buen gusto y lo otro, esa múltiple frontera de un montón de cosas; tiene algunos indicios que suceden antes para evitar presenciarlo. El momento en que se está asomando la raya empieza a sonar de fondo la música de psicosis. El clima cambia, se pone raro, y la gente sale corriendo y se pone a resguardo. Cuando ya se está viendo uno se da cuenta porque se escuchan estas expresiones “¡Hay Dios mío!” “¡Que cosa terrible!” y “¡Me quiero matar en vida!” Y finalmente, una vez que está afuera, porque uno se agachó o porque se le aflojó más el pijama, ya no hay nada que hacerle. Sobreviene un periodo de decadente calma, resignación. Y según algunos, aquellos valientes que han llegado más allá, después la libertad, porque ya no importa nada
martes, 25 de enero de 2011
Troncos para los troncos
lunes, 24 de enero de 2011
La ciudad del Santos Laguna
domingo, 23 de enero de 2011
Elefantebigua
El auto Capilso
jueves, 20 de enero de 2011
La casa del ... del mundo
La casa de la esquina de los vientos
miércoles, 19 de enero de 2011
El desprecio de los musculos
Cuando vamos al gimnasio nos encontramos con varios problemas. Primero están las mujeres bailando al lado. Si nos ponemos a contar las repeticiones que tenemos que hacer, terminamoss levantando cuatro glúteos, seis pechos, ocho elongaciones de la del medio, seis flexiones de la enrulada. Y cuando llegamos a nuestra casa y nos preguntan ¿Cuánto hiciste hoy? Les decimos "Hice once morochas, cuatro espaldas de la pelirroja y dos pechos de la de la punta"
Después esta el problema, de que para algunos de nosotros el cuerpo no registra el paso del tiempo. Pasan dos años y sigue igual que el primer día. Parece que fuese el de wolverine de los X-Men, le hacen lo que sea y vuelve a ser el mismo de antes. Ahí estamos todos los wolverine que hace tres años que vamos al gimnasio y estamos siempre igual. Las pesas no nos afectan, somos los inmunes a las pesas y las rutinas de los profesores. El gimnasio es una máquina del tiempo para nosotros, que hace que volvamos siempre al primer día de gimnacio. Sufrimos una desobediencia de los músculos, y da la impresión que hagamos lo que hagamos nuestro cuerpo nos ignora. Y a juzgar por como está, nos desprecia;al menos nos boicotea
martes, 18 de enero de 2011
Lo que se le cayó a Biolcati del bolsillo
Pedro Noe
lunes, 17 de enero de 2011
Hace falta tanto fuego para apagar tanta agua
Cuentan que a Mariano Moreno lo mataron en el agua con arsénico en el agua, y hay algunos juninenses que dicen que estamos tomando en vida con el arsénico en el agua la cantidad de arsénico que Moreno tomo en unos días en el agua
El que confesó la muerte de Moreno fue su adversario Saavedra, cuando enterado de su fallecimiento dijo “Hacia falta tanta agua para apagar tanto fuego” Los boticarios de la época describían al arsénico como un fuego que te quemaba las entrañas. En la ciudad de Junín el problema del arsénico está tomando cierto clamor popular, levantando calor, encendiendo los ánimos, tanto que algunos creen que un día algunos se van a preguntar, a la inversa de Saavedra ¿Hace falta tanto fuego, para apagar tanta agua?
El que confesó la muerte de Moreno fue su adversario Saavedra, cuando enterado de su fallecimiento dijo “Hacia falta tanta agua para apagar tanto fuego” Los boticarios de la época describían al arsénico como un fuego que te quemaba las entrañas. En la ciudad de Junín el problema del arsénico está tomando cierto clamor popular, levantando calor, encendiendo los ánimos, tanto que algunos creen que un día algunos se van a preguntar, a la inversa de Saavedra ¿Hace falta tanto fuego, para apagar tanta agua?
domingo, 16 de enero de 2011
viernes, 14 de enero de 2011
SOW, SOC, CRASH, POW, BAM
jueves, 13 de enero de 2011
El desembarco de la gota
miércoles, 12 de enero de 2011
La casa del dueño de la linea de colectivos de San Fernando, de Junín
martes, 11 de enero de 2011
Nenes que son un queso para los juegos infantiles
Imagen de gota de agua de red de Junín
lunes, 10 de enero de 2011
Entre los dedos de los pies tengo pastando un Mamut
domingo, 9 de enero de 2011
La ciudad del revés
sábado, 8 de enero de 2011
Un enorme Biff
viernes, 7 de enero de 2011
Tres puntos... y suspensivos
jueves, 6 de enero de 2011
Biff biff
Ouch
miércoles, 5 de enero de 2011
Te comiste las fiestas!
No es dramático, es bizarro
martes, 4 de enero de 2011
Ouch! digo Carrio!
lunes, 3 de enero de 2011
El avión! el avión!
...
domingo, 2 de enero de 2011
Ratón Noel
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