El escándalo reciente de la red de espionaje americano que difundió wikileaks expuso dos cosas que están en las antípodas, el cambio cada vez más visible del paradigma mediático a través de los portales y los medios on line, y la mediocridad, siempre llana e idéntica a través de los tiempos de algunas personas, funcionarios y gobiernos
Con este reciente descubrimiento a la red de espionaje americana parece que la hubiese estado manejando el Agente 86, que hubiese metido a todos, embajadores, informantes, informados, en un Cono del Silencio, que el mundo hubiese estado envuelto de un Cono del Silencio del Agente 86
Una rara mezcla de Agente 86, Martillo Hammer y Pantera Roza parece que hubiese manejando la CIA, y detrás de todo el asunto, por el nivel de irrealidad, subjetividad, ineficacia y ridiculez que manejó el gobierno americano. Ahora los mandatarios de los otros países para reunirse con ellos van a tener que ir para allá, porque parece que están en el ridículo y del ridículo no se vuelve. Salvo que saquen algún micro del ridículo para acá pero van a tener que esperar ahí en la estación del ridículo al próximo transporte, si hay, y si no se piensan radicar. O invadirlo, extenderse imperialmente hasta el ridículo.
La tía de Obama
También hay otras versiones, menos benévolas, que indican que por el nivel de chusmerío, subjetividad interpretativa, bajeza y poca consistencia de la información, a la inteligencia americana se la hubiesen dado a manejar dos tías de Obama, una prima lejana y cuatro vecinas más.
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