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viernes, 29 de octubre de 2010

Ballenas en las piernas


Estamos terminando con La Tierra y buscamos un planeta a nuestra medida en el universo. Es como si le pidiéramos a un sastre universal que nos hiciera un planeta a medida. Y existe la creencia de que a medida que encontremos planetas vamos a encontrar planetas a nuestra medida.
Lo que pasa es que el cliente, es difícil, tiene un cuerpo particular, y los planetas que vamos encontrando no nos quedan. Recién descubrieron uno que está dentro de la línea de lo que se considera habitable, la delgada línea habitable, con una distancia respecto de su estrella mas o menos aceptable, pero que vamos a tener que poner algo de nosotros para vivir ahí, o ponernos algo, porque tiene temperaturas de 80 grados bajo cero. Esta más bien fue una buena noticia para pingüinos, los osos polares y los narvales. Si tuvieran una agencia de búsqueda de otros planetas dirían “Bingo” Aunque tiene un pequeño problema, aún para ellos, tiene vientos de 400 KM por hora. Los pingüinos de irían volando a otro planeta y  los osos polares caminarían a favor del viento
Como la búsqueda es integral también pensamos en las lunas de Júpiter, más precisamente Europa, la luna que más se parece a La Tierra, aunque está más fría. Otra buena noticia para morsas, focas y antílopes tibetanos. Si tuvieran alguna agencia de búsqueda de planetas cantarían “Bingo”

Especie de abrigos de especie

Nuestro termómetro interno de mamíferos, ese que regula la temperatura ambiente con el cuerpo quemando la energía que tenemos, trabajaría a saturación ahí. Necesitaríamos mil millones de calorías para quemar por día. Una reserva completa de hierro, nos comeríamos cada uno un bosque entero, con todos sus animales, pájaros y vegetales, o una estancia de vacas por persona por día.  Tendríamos el nivel de gasto de un estanciero. Todos tendríamos que ser estancieros ahí. Y no alcanzarían las especies del planeta para abrigarnos, con esos fríos. Aunque nosotros seamos la única especie que se puede abrigar con otro especie. Y nos pusiéramos otra especie encima, nos tiráramos un oso a la espalda, nos pusiéramos un antílope en la cabeza, o ardillas, liebres o ballenas en las piernas