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lunes, 20 de junio de 2011

Análisis de la política coyuntural de Junín y los comunicadores. Las alianzas divorciadas

En estos días de cruces y alianzas políticas, uno que es un observador externo, como debe ser un comunicador, más allá de que algún candidato se equivoque y crea que lo comunicadores están al servicio de los candidatos políticos (esos son agentes de prensa informales y encubiertos, y tanto pueden ser para políticos como para empresas) a uno de le da un poco de cosa en el estomago algo de lo que está pasando y piensa que la alternativa es que no hay alternativa, no inmediata, de lo que uno quiere (uno por ahí es demasiado exigente). Quizás por las condiciones estructurales de hacer política, la condición de las maneras, que quizás se condicen con lo que somos hoy como personas, quizás nos representan, o sea, para este tipo de personas que somos, este tipo de forma de hacer política. Por eso sigo adhiriendo a la profunda transformación cultural del kirchnerismo, para crear más adelante otro tipo de cultura, que va a traer otro tipo de personas, y como reflejo de si, otro tipo de política. Creo que eso, subestimado por los medios y algunos políticos que solo ven el ahora, y no pueden ver un poco más allá de sí mismos, es el aporte más valioso del kirchnerismo. Pero eso es el después, lo que va a venir, que va a convivir un poco con lo que hay, que venía de antes, y lo que venía de antes, es lo que está ahora, que es precisamente lo que nos reúne, el ahora. Esta forma de hacer política y alianzas y de relacionarse en la coyuntura

Nos resulta algo gracioso, a los comunicadores (y no tenemos porqué no decirlo, somos independientes) que parece que candidatos que antes cuando necesitaban construir base, imagen, para la negociación de este momento, a algunos le parecían una carmelita descalza, ahora un demonio. En realidad son la misma persona con diferentes estrategias. Por eso es interesante saber ver como comunicador, a una persona política, una estrategia, es la persona desarrollando una estrategia. Pasó antes, pasa ahora. Es la coyuntura obligatoria dicen. Sí, la coyuntura de esta forma de hacer política, de este momento cultural, de la conciencia colectiva que somos ahora. No es la única opción, claro que el cambio se va a ver más adelante. En algún momento lo que se dijo no se condijo con lo que pasó, antes o ahora, y nosotros trabajamos tratando de acercarnos lo más posible a la verdad. Hay una disociación entre el estatuto de verdad, mas allá de su subjetividad, que guía al periodista, y los momentos de los candidatos políticos, que (para algunos necesariamente) están regados de ficciones y contradicciones. Por eso es sano para los periodistas alejarse lo más posible de los candidatos políticos, tomar distancia, porque pueden quedar expuestos. El tema es que nosotros nos alejamos pero ellos se acercan. Hay que ver la responsabilidad que tienen ellos en el nosotros, cuando no podemos alejarnos. Cuando nosotros no estamos fuertes ellos construyen el nosotros que quieren, y que les es funcional. Y después se rasgan las vestiduras diciendo que respondemos a tan o cual interés, mientras buscan uno que responda a su propio interés

En lo personal creo que no hay que apoyar a tal o cual candidato coyuntural sino difundir una manera de hacer las cosas, y la mejor manera de difundirla es haciendo uno las cosas de la mejor manera. Si todos hacemos las cosas de la mejor manera vamos a profundizar la transformación cultural que se está buscando, y a contribuir desde nuestro rubro a una mejor sociedad que va a tener mejores candidatos y mejor política. No tanto ahora, más adelante, aunque estemos en el ahora. Y no se enoje nadie cuando digo esto. Cuando hablamos loas de la transformación cultural del kirchnerismo, es esto, buscamos una mejor sociedad con mejores personas y mejor política, que va a estar más adelante, por eso se trabaja para el mas adelante. Y eso nos incluye a los periodistas. Se habla también de mejores periodistas más adelante. Claro que esto es mejor que lo anterior, y esperemos, peor que lo posterior. Pero sigue teniendo algunas cosas de lo anterior. La política de alianzas es una de ellas. Quizás sea solo ese momento. Algunos creen que si, algunos creen que no



En este tiempo de alianzas, importa el resultado de las cosas, no el camino. Por eso el camino es de este modo. Hay algunos pensadores que dicen (hay un gran libro sobre eso: Espartaco) que los hechos no están desprovistos de la manera que se llega al hecho. Al fin y al cabo el hecho es un proceso con un desarrollo, y el desarrollo es la causa de ese final. El final del hecho se va a formando durante su desarrollo. O sea, el camino en que se llega a un resultado le da forma al resultado y nos educa a nosotros en ese trayecto. En este tiempo de alianzas y olvidos y enojos, esta bueno tenerlo en cuenta. El final de un camino depende de cómo lo transitaste, lo que sos es lo que hiciste para serlo, según algunos pensadores. En estas épocas se olvida un poco eso en búsqueda de un resultado, y por ahí termina pasando que no transforman la realidad sino que la realidad los transforma a ellos. Ha pasado más de una vez, es el peligro que se corre. Esperemos que no

Dentro de este análisis un poco tedioso metan todo, las alianzas del kirchnerismo local y las alianzas del kirchnerismo nacional, que algunas veces se olvida del kirchnerismo local, no muchas pero algunas (el acercamiento del Sciolismo a Meoni y el posible hecho de que Meoni vaya a ser candidato de Scioli es una demostración de eso) lo que es lógico, algunas veces el kichnerismo local (y hablo de todo el kichnerismo local. Déjenme sacar de esto, porque sinó son demasiadas emociones fuertes en poco tiempo, al Meonismo) parece olvidarse de sí mismo y su propuesta de transversalidad. Si uno se olvida de uno mismo, porque esperar que no lo hagan los otros. Es lo que parece, esperemos que no

Es lo que se ve, en estos momentos de coyunturas, que no son las más simpáticas, pero son lo que hay. Todo está en el devenir

1 comentario:

  1. Ale: el problema es la lógica de construcción, por un lado; el concepto de qué es el poder y para que me sirve o por qué quiero tenerlo; y de quién es cuando alcancé a acumular algo. Nosotros, los de izquierda, creemos que la construcción es colectiva y el poder es del grupo. El Pj elije conductores, creen que el que maneja el camión es el dueño del camión y se van cebado, eligiendo la ruta como si verdaderamente sólo ellos supieran a dónde van. Capaz cuando se fijan, el camión se les vació, pero no se. Capaz no. Seguro la culpa es de otros (el GPS o los carteles). Yo prefiero bajarme y seguir caminando.

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