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lunes, 11 de marzo de 2013

Desbordes. Crónica de Junín anunciado


 
García Márquez tiene dos textos con construcciones similares a las que pasó ayer en Junín. Crónica de una muerte anunciada y El general en su laberinto. En Crónica de una muerte anunciada todossaben que algo va a suceder, y lo pueden evitan, pero no lo evitan, quizás por la inercia misma de no evitar nada. En el general en su laberinto, Bolívar está en sus últimos días y a lo que se asiste es la descomposición de su sistema y la caída de todo. Es una novela de derrumbe e impotencia. Lo que sucedió ayer en Junín, en parte, es una situación de derrumbe e impotencia.

Una de las maneras de explicar lo de ayer es como una sucesión de errores. Mas que una sucesión, una exposición de desaciertos, varios actuaron mal, bastante tiempo, en bastantes lados

Fue la actuación en el marco de un extremo, de un borde. Cuando se llega a los bordes se pierde la capacidad de respuesta lucida. Ayer casi todos en Junín estuvieron a los bordes (aunque no quisieran) , y la ciudad misma camino en el precipicio. Lo que vimos fue el borde de una ciudad. No es que tiraron la municipalidad por la ventana como dicen los diarios, sino que la municipalidad llego a un punto de su laberinto. La municipalidad era un castillo del señor de los anillos. Pero la novela del señor de los anillos en la ciudad no la construyeron los que ayer andaban por las calles.

¿Cómo se llega al borde de uno mismo, como estaba ayer Junín? Lo saben los especialistas de la psicología de varias ramas. Cuando no hay proyecto, cuando no hay contenido. La ausencia de proyecto, de contenido, la nada, el no hacer y sobre todo el no ser, desespera a las personas que han venido al mundo a hacer y ser. Cuando no hay lasos, la ausencia de lasos sólidos, desespera a las personas que han venido a desarrollar lasos, y aun mas, son lasos desarrollados. Cuando no hay puentes sobre nada y las personas se ven aisladas en un espacio. Los puentes en Junín son espigones o pasadizos o cornisas. Entre nosotros tenemos cornisas, una cornisa nos lleva hasta al otro, o nos acerca un espigón al otro borde

Esta ausencia de proyecto, de contención, en una ciudad que crece, pero sin algunos proyectos necesario, genera un clima general de tensión e incontensión (bastante tiempo en bastantes lados) porque las cosas siguen avanzando y la ciudad en algunas cosas está detenida, entonces se desbordan las cosas. No se puede detener a una ciudad algunos años, que se quede quieta mientras uno desarrolla su propia historia, no se puede agarrar un río, como ayer, se desborda. Ayer se rompieron los diques que detenían a varias personas en ningún proyecto. Una ciudad es demasiado grande (una persona sola es demasiado grande) es un montón de cosas, un montón de tiempo, no puede estar al servicio de algo en particular.

Tampoco le podemos pedir un criterio coherente a lo desbordado, que se hizo en un situación extrema, un desborde es un desborde, algo mas allá del borde, no tiene una lógica prolija e inteligente.

Lo de ayer en la calle no fue una unicidad de cosas, pasaron muchas cosas diferentes. Hubo muchas situaciones en una, hubo muchas manifestaciones en una. No somos todos iguales los grupos junienses, ni tenemos todos la misma manera, ni llegamos a los extremos del mismo modo, ni estamos viviendo lo mismo.

Ayer no fue un solo ayer, fue muchos ayer, y no se llegó por una situación, se llegó por muchas, y no se cometió un solo error, se cometieron muchos, y no hay un solo responsable de la situación, hay muchos. Y no se va a arreglar sobre todo, jugando a lo mismo

 

 

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