Abeto blanco
El abeto blanco le hace honor a su nombre, y aunque no tenga nieve,
parece nevado. De lejos en abeto anticipa la nieve, que en algún momento del
año lo llena. El abeto blanco es generoso, se anticipa a la nieve esperándola ya
blanco y con sus ramas que nacen de más alto, llega hasta al piso y lo
acaricia, como si quisiera taparse todo. El abeto blanco tiene una vestimenta
que lo cubre desde la punta hasta los pies, con las primeras ramas más largas acariciando
levemente el piso, rosando el piso y escuchando a la raíz, que se sumerge
algunos metros en la tierra fresca. El abato blanco está vestido, de punta a
punta, tiene la corteza blanca, y fabrica piñas, que le aparecen en otoño cómo
un árbol de navidad. El abeto banco anticipa la nieve, la espera blanco, a los
ojos es la nieve antes de la nieve, un aviso, una preparación. Es el rayo antes
del trueno, el olor a lluvia antes de la lluvia, el abeto antes del nevado. El
abeto blanco parece la nieve
(Abies alba, el abeto común o abeto blanco es una especie arbórea de la familia de las pináceas, originaria de las regiones montañosas de Europa. De porte piramidal, tamaño medio o elevado, entre 20 y 50
metros, puede alcanzar los 60 metros de altura, su tronco es derecho y columnar, desprovisto de ramas en su parte inferior, de hasta 6 metros de circunferencia, con corteza cenicienta a blanquecina, lisa y con
vesículas resinosas; se oscurece y resquebraja en los ejemplares viejos)
Abanico Maorí
El abanico no tiene problemas con
los tamaños, utiliza lo que se podría decir una gentileza de espacio. De los
pocos centímetros que mide, la mitad se la da a su cola, que le agradece abriéndose
en abanico, y haciéndole una especie de telón de fondo de su obra. La cola del
abanico maorí se abre como un kata, se despliega como una cortina trasera. La
cola del abanico es un adorno final a un pájaro que le dedica mucho de sí mismo
a la mirada. La cola del abanico se lleva casi todo el espacio del pájaro. El pájaro
parece que es una excusa de la cola. No
parece un pájaro con una cola sino una cola con un pájaro. La cola del abanico
es un telón de fondo de algún espacio, que el abanico abre en abanico en
cualquier lugar que se posa. Ahí va el abanico, con su pájaro, su cola, y su
teatro. Hace una utilización generosa de su espacio, de sus 16 centímetros, le
regala la mitad a su cola. Y la cola se lo devuelve abriéndose en abanico
(El abanico maorí (Rhipidura fuliginosa) es una especie de ave paseriforme de la familia Rhipiduridae propia de Nueva Zelanda. Existen cuatro subespecies: R. f. fuliginosa habita en la isla
Sur, la subespecie R. f. placabilis en la isla
Norte, en las islas
Chatham la R. f. penita y antiguamente en la isla
Lord Howe la R. f. cervina (en la actualidad extinta). Su nombre maorí es pīwakawaka o tīwakawaka. Anteriormente se consideraba a la especie
conespecífica de Rhipidura albiscapa de Australia y Nueva Caledonia,2 sin embargo a causa de las diferencias en sus
cantos y llamados algunas autoridades los consideran especies separadas.3)