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viernes, 28 de octubre de 2022

Coma

 


Coma

 

En la página 64 de su libro “Taller de corte y corrección”, en el apartado 2, en el punto 35, que se llama “Escribiendo en coma 2” Marcelo Di Marco dice “...En la introducción a sus Obras, Gustavo Adolfo Bécquer nos da un ejemplo de cómo se puede usar la coma cuando no hay obligación de hacerlo. Espíen la sutileza de un poeta en acción, y de paso, vean con cuanta poesía se puede hablar de un tema complejísimo, que les sigue comiendo el coco a psicólogos y lingüistas”

Después de eso comparte la bella cita de Gustavo Adolfo Bécquer: “…Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio, que el arte los vista de la palabra para poder presentarse decentes a la escena del mundo”

A la salida de la cita Marcelo Di Marco tranquiliza a los escritores en la libertad del uso de la coma, y les saca a los escritores algunos fantasmas plantados por el purismo de la perfección respetable de buscar, pero controlable si va a servir para bloquear. Dice Marcelo Di Marco con la sencillez que le es característica, y necesaria para que nos hagan clics sus mejorías “De acuerdo con las reglas, algunas comas de este párrafo podrían haberse suprimido. Pero ahora conviene recordar aquello de Borges: si suena bien, está bien. Porque acá la eufonía contribuye a reforzar el sentido, no es un adorno; la falta de comas hubiese dado a la frase una agilidad perniciosa, inadecuada para la idea de –silencio- …”

Para redondear en lo que sigue del párrafo ante de introducirnos en su ejercicio para trabajar la propuesta: “…La gravedad de las pausas hace que el lector imagine a los hijos fantásticos de Bécquer como criaturas agazapadas a la espera de su ahora…”

Finalmente introduce un bonito ejercicio para trabajar la propuesta “Les tengo un buen ejercicio que los ayudará a descubrir si las comas que han puesto en sus textos están de más…”

Y da lugar al ejercicio: “-Busquen en escrito propio en el que barrunten la presencia de la plaga –Borren prolijamente todas las comas. Si trabajan con computadora, abran un nuevo documento. Si no, usen líquido corrector –Intenten leer el texto así, como ha quedado –Ahora escrupulosamente, pongan los comas sólo donde hagan falta sí o sí (porque lo dice la norma y/o por motivos estéticos, como hizo Bécquer)

 

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