Calquín 1
Estoy mediando el primer año de pandemia. Un agosto de calorcitos,
pasaron un montón de cosas, entre ellos que la pandemia, el desorden general de
la pandemia, el desorden psicológico de la pandemia, esa pérdida de la estructura
anterior que nos sostenía se había llevado a mi vieja hacia un par de meses.
Los calorcitos nos salvaban en una pandemia que aun tenia cosa difíciles para
mostrar y cosas para mover. Yo hacía rato tenía una relación particular con los
pájaros. Todas las noches les tiraba comida en los patios y la terrazas, pan o masitas,
me lo habia enseñado una amiga que habia hecho eso mismo conmigo muchas veces.
Se la cortaba o se las pisaba, la tiraba chiquita, para que comieran fácil y
muchos. O sea, se las cortaba, o trozaba o pisaba, como si fueran hijos, o
simplemente alguien que necesita que le pongan la comida más chica. A eso me había
llevado una técnica aprendida de mi maestro de meditación, ponete en el lugar
del otro, en sus zapatos, para saber que le está pasando, que necesita y como
lo podés ayudar. Ellos necesitaban la comida más chicquita. Y otra de los
maestros de la vida, o las escuelas públicas, o los padres, trata de que al
otro no le pase lo no querés que te pase. En este caso los pájaros, pasar
hambre. Mas una técnica de las universidades
de comunicación social. Cuando ves algo pregúntate que más hay en eso que vez,
o que ves debajo de lo que ves. Marxismo. Yo siempre los miraba y me decía a mí
mismo: ¿Adónde van a dormir a la noche? Y ¿Que comen a la mañana todos ellos?
Eso hizo que no resolviera la ecuación de donde van a dormir a la noche, pero
si la ecuación de que comían a la mañana, para algunos de ellos. Lo que yo le
iba a tirar todas las noches sin excepción desde hacía 2 y por 3 años más hasta
el momento en que hago este texto. Pero eso también había aplicado una técnica aprendida
de mi maestro de yoga, si vas a hacer algo, si vas a ayudar, mantene ese
compromiso siempre sin interrumpirlo, como algo sagrado. Y antes de hacerlo pregúntate
si vas a poder hacer eso. Si vas a poder, hacelo
Esta particular relación me da dado una particular relación con los pájaros,
como las tenemos todos, pero yo tenía mi particular relación, porque yo soy yo,
mi particularidad, y comunico eso. Ese día, me venía alegrando porque había
visto varias veces al colibrí, que iba a flores de los vecinos, o se paraba en
un alambre frente a mi ventana. El colibrí para muchos es un pájaro mágico que
representa a los familiares o los ancestros que se han ido, pero siguen estando,
y viene a mostrarse, a estar o de
visita. Me alegraba verlo porque lo
representaba en mi madre. Ese día estaba en la puerta de mi casa, y pasó un
halcón, que suelen están mas en el campo y en el parque que hay en la ciudad.
El halcón de las pampas, el caracolero. El que tiene las puntas de las alas
blancas, es un poco más grande que el chimango, vuela más alto, y con un volar más
sereno. Y no hace el grito agudo del chimango, sino que hace un ruido a caña o
a palo de agua grueso. Había aprendido a detectarlo porque todo esto me lo había
contado un amigo mapuche y me había dicho el ruido que hacía. Paso delante mío.
A mí me gustaba verlos porque me había dicho mi amigo que representaba el
espíritu de la tierra en general, un gran espíritu protector y/o armonizador. o
algo así, perdón acá mi falta de justeza. Y me considero que tengo una buena
relación con ellos, los veo, los respeto, y he encontrado que me han acompañado
alguna vez o me han mostrado para ayudarme a entender algo. Ese día pasó uno, y
se paró en el techo de un vecino de mi barrio, una muy buena persona. Hasta ahí
todo normal. Lo atípico fue que con el halcón parado ahí, al lado de él, a su
derecha, y pegadito como si fueran compañeros, subió hasta la altura de su
pecho colibrí, a cinco centímetros de él, los dos mirando hacia mí, mirándome
con claridad y de manera sostenida. El halcón se quedó quieto parado y el
colibrí detuvo el vuelo en el aire pegado al halcón, los dos hacia mi casa, a
la altura del pecho del halcón. Los dos estaban juntos, pero ninguno de los dos
considero al otro ni una amenaza ni una debilidad. Estuvieron unos minutos así.
Los dos comunicaban algo. Fue una escena disonante y bella ¿Qué comunicaban? ¿Hablarían
de la fuerza y la suavidad? ¿De la suavidad de la fuerza? ¿De la fuerza de la
suavidad? ¿De las clases de magia
diferente? ¿De lo nuevo? ¿De lo grande y lo pequeño, lo grande en lo pequeño y
lo pequeño en lo grande? ¿Lo diferente? ¿La aceptación de lo diferente? ¿El
amor? Queda para ustedes. Los vi, los observé, los respeté, tomé el mensaje,
que me quedó ahí adentro, esperando a ser entendido, agradecí el amor hacia mí,
y entre a mi casa.
Hay veces que nosotros caminamos apurador, o enojados, o enajenados, y
de repente vemos pasar volando un pájaro, en el momento en que lo vimos ya no
estamos apurados, ni enajenados ni enojados, sino no lo veríamos. Los pájaros
con su vuelo nos vuelven a nuestro vuelo. Es volar juntos, pero de otro modo
Calquín 2
Está terminando el segundo año de la pandemia o empezando el tercero,
atravesamos abril de 2023, con mucho esfuerzo termino los ejercicios del primer
mes del curso de reiki chamánico, de la escuela de reiki en la que me estoy
formando. Llegué hasta la maestría con facilidad y disfrute, pero la formación de
reiki chamánico me está costando. De todos modos la escuela me tiene paciencia,
me da mucho tiempo y termino el primer mes. Envío la devolución de los
ejercicios del primer mes y mandan el cuadernillo del segundo. Agradezco haber
terminado con esfuerzo. El segundo mes es una belleza, animales de poder, todo
tipo de limpieza, altares, limpieza con sonido, trabajo con plantas y flores,
talismanes. La escuela de reiki en la que me formo mezcla reiki con yoga con
chamanismo porque sus maestros estudiaron, se formaron y ejercieron todas esas
técnicas y ponderan el desarrollo de la intuición y la búsqueda personal dentro
del sistema, pero ampliando el sistema
Voy a la parte de animales de poder, ya había escuchado sobre animales
de poder. Leo. hay que conectarse con la situación, con la búsqueda, el animal
de poder se va a manifestar, dice el ejercicio más simple y más rápido. Después
hay otros más profundos. Yo no tengo dudas cual es mi animal de poder, el Calquín,
que está pasando todo el tiempo cerca mío en momentos en que la necesito, el
águila para los mapuches, para los occidentales como yo, el águila caracolera
de la pampa, la que hace ruido a caña o palo de agua. Aunque soy tigre de agua
en el horóscopo chino y este es mi año, no tengo dudas que el animal de poder
es el Calquín. De todos modos, como soy tigre de agua, me voy bañar. Mientras me
estoy bañando y pensando en los animales de poder me pasa algo raro, atípico y
bastante fantástico. De repente por debajo de los dos brazos de manifiestan dos
brazos más, azules, me sorprenden un segundo y me dejan extrañado. Los veo, mis
ojos los ven, salen y hacen un movimiento arabesco. No los siento en el cuerpo,
pero los veo con los ojos. Me sorprende, no lo espero. Dura unos segundos, y
después se van. No lo invento, no lo imagino, lo veo, y no lo esperaba ver.
Enseguida asocio, varios brazos, azules, Ganesha. No es la primera vez que
duchándome en esa ducha me aparece la idea de Ganesha, es la segunda. Salgo del
baño, busco la imagen de Ganesha, el animal que es Ganesha es un elefante. El
apunte tenía razón, el animal de poder se iba a manifestar solo cuando uno lo esté
buscando o esté conectado con la idea. Me queda claro, además del calquín, mi
animal de poder es el elefante. Tiene característica parecidas. Los dos son mis
animales de poder. Cada uno tiene sus animales de poder, si busca o conecta se
le manifiesta
A esta altura de la escritura de los recuerdos y la desgravación de visualizaciones
no tengo dudas que estamos hablando de distintos sistemas combinados en una
cosa nueva, alimentados entre sí, coexistiendo y colaborando. Todos los cielos
en un mismo cielo.
Agradezco a la información y a los animales de poder, además del tigre
del agua, animal del que soy parte en el sistema chino, al que adhiero también.
Todos los cielos en un mismo cielo
Calquín 3
Transita el tercer año de la pandemia, primero días de julio. La noche anterior
me había parado ante la iglesia y había escuchado instrucciones de Jesús y la
Virgen. Esa misma mañana uno de los textos que había hecho había sido sobre eso.
El otro texto había contado la experiencia que había tenido unos meses antes
sobre los animales de poder, Ganesha y el calquín. Había hablado de que uno de
los animales de poder era el Calquín. La noche anterior hablando con la virgen
me había dicho que tenía que tener un hijo, me había hablado de mi alma gemela.
Estoy en el parque haciendo taichí y chickun, hago la forma 8 completa dos
veces del sistema de chinkun. Entreno la
parte que puedo entrenar de la forma 24, los primeros movimientos que me
alcanzo a acordar. Entreno la forma de los animales que me alcanzo a acordar de
la forma de los cinco animales, hin sin sin, del sistema Chi kung. Hago
completo el tigre y el ciervo, una parte del oso, una parte del mono, y
completo el pájaro. Termino y me voy caminando para irme a mi casa. Una voz que
me dice que me meta por el parque, me meto, atravieso el puente que divide las
dos partes del parque, distraído mirando cosas veo que adelante mío va
caminando el hermano de la mujer que es mi alma gemela. Tiene casi mi mismo
nombre y tiene mis mismas iniciales. No lo alcanzo a ver a tiempo sino lo saludo,
fuimos compañeros de secundario dos años, cuarto y quinto. Un gran compañero, elegido
como nuestro mejor compañero. Yo quedo caminando atrás de él. Veo una llamada
de mi papá, que tiene el mismo apellido que yo mi alma gemela y el hermano de
mi alma gemela. Lo llamo, hablamos, me dice que leyó el texto de Jesús y la
virgen, me felicita y me habla un poco de religión. En diez días se va a casar
con una mujer que profesa otro acercamiento a Jesús y la virgen y son muy
creyentes. Hablando con él, llego a un puente que está a mitad del parque, para
salir hacia la ruta y Junín. Una voz me dice que cruce por ahí. Quedo a la vera
del puente. Termino de hablar, en el momento en que termino de hablar justo
miro para la pista, veo de casualidad que el hermano de mi alma gemela, va
exactamente por la mitad de la pista, del otro lado. Empiezo a salir por el
puente, justo viene un calquín, junto con él otro calquín. Los dos se frenan en
el árbol que esta al costado de ese puente. Por ese puente yo no había salidlo
nunca. Ese árbol no lo había visto nunca. Veo que frenan en el árbol, y cuando
veo donde frenaron, veo que arriba de todo, están en un nido. Por primera vez
en mi vida veo un nido de Calquín. Una pareja, dos calquín y un nido. La virgen
me había hablado la noche anterior de tener un hijo con mi alma gemela. Me meto
hacia la ciudad. Todo el camino hacia la ciudad, todo, los números, las
palabras, las frases, todo lo que fui mirando, me fue hablando de mi alma
gemela. Esa misma mañana había hecho un texto sobre los pájaros, en donde
estaba el calquín y un colibrí. Y había dicho en el texto que una de las cosas
que me preguntaba de los pájaros era donde iban a dormir a la noche. No pasaron
7 horas, que los mismos calquines me lo mostraron, por primera vez en mi vida.
Gracias. Les agradecí en el momento, y les agradezco ahora. Dicen que en este
nuevo universo hay que pedir y la cosa aparece
Calquín 4
Transita el tercer año de la pandemia, mediados de septiembre. Acaba de
llover un poco domingo y lunes después de unas semanas de sequía. Es un año
seco, la lluvia, si bien poca y en forma de llovizna, cambia un poco el clima.
Hago los balances de los textos de 80. Tomando un consejo que escuché los aúno
en temáticas y los voy publicando mientras defino este y otros libros que voy a
publicar solo en autopublicación, siguiendo mi intuición y mi ritmo, tiene
muchas más posibilidades de llegar a más gente de ese modo que del otro. Compilo
los textos de los calquines. Me acuerdo a vuelo de pájaro en todos los momentos
difíciles en que los calquines me pasaron por encima de la cabeza. Meses antes
de la pandemia salí de mi casa a hacer reiki a una casa donde la energía estaba
difícil y la necesidad de reiki era mucha. Un maestro chaman me había dicho que
para hacer ese reiki convocara a energías altas y mis ancestros. Ese día, cuando
salgo a hacer ese reiki, cuando paso por una de las plazas de mi infancia, la de
trenes, la plaza donde me crié, donde tenia el hotel mi abuela y donde estuve
toda la infancia y adolescencia, el calquín me pasa por arriba de la cabeza y
se dirige al lugar donde estoy yendo yo. Un par de años después, de nuevo salgo
de mi casa a hacer un reiki y una iniciación a una situación difícil, alguien
que necesita reconectar con la energía del calquín. Salgo para su casa, el calquín
me pasa por arriba de la cabeza y se va para ese lado. Vuela conmigo, o yo
camino con él. Meses después de eso, voy a encontrarme para estudiar con la
mujer que es mi alma gemela en este mundo. La espero en la plaza, el calquín
esta al lado mío, come un poco de carne. Es raro, el calquín no come carne de
ese modo. Pero el calquín de todos modos está, aunque no hay armonía en esa
situación y mi intuición lo nota. Unos meses después de eso, voy al parque, las
cosas andan rodando y cayendo con mi alma gemela, pienso en mantener mi plan
anterior, seguir en soledad trabajando hasta el final. El universo habla con el
calquín, todo el tiempo en ese día van a pasar por encima de mío parejas de
calquín, mostrándome en plan que se había definido para mi. Unos meses después de
eso, recibo el mandato completo, dos hijas mujeres con dos mujeres distintas.
Terminó de recibir la información de quien es la segunda mujer, salgo para
yoga, el calquín llega volando encima de mí hasta donde estoy yo, da vuelta y
se va volando para el lado de yoga. Meses antes de eso, lucho contra energías
que me quieren dañar, trabajos que me han hecho, trabajos que le han hecho a
otros. La lucha es fuerte de los dos lados, trabajo, desarmo, bloqueo, disuelvo,
me canso, y arreglo. Termina la batalla, la pongo a mi favor, y me gano un
descanso. Salgo a la calle a caminar, el calquín pasa encima de mí en medio de
la ciudad. Un año antes de eso, estoy en taichí en el parque, observo si viene
el calquín, y como varias veces que fuimos a hacer taichí al parque, el calquín
pasa encima de mí. Hace unos días camino con mi hermana por la plaza Mansilla,
pienso en el calquín, lo quiero ver, el calquín pasa por encima mío y agarra
como para la casa de mi alma gemela. El calquín esta relacionado con ella, con
su cultura anterior a esta vida, sus ancestros. Cada vez que lo pienso o lo
deseo, el calquín pasa encima mío, cada vez que lo necesito, el calquín pasa
encima mío. Lo que miro ahora en mi casa me muestra un camino, el calquín es un
camino, después las palabras sentir, fe y fuerza