Dice Marcelo Di Marco en la
página 127, en el apartado 64, llamado “Cayendo en la trampa” “La araña se
trata de uno de los cuentos más espantosos de la moderna literatura de horror,
escrito por el expresionista Hans Heinz Ewers. Haciendole justicia Dashiell
Hammett lo rescató para la revista Weird Tales, y el investigador Roger
Caillois lo incluyó en el –Dominio Alemán- de su Antología del cuento
fantástico al lado de clásicos como E.T.A Hoffmann y Achim von Arnim
“La araña teje sus terrores en
medio de la elipsis pura; todo es ocultamiento y misterio en este cuento, Y paradójicamente,
el protagonista de la historia no hace más que mirar y mirar, además de
escribir en su diario. Intentando descubrir la causa de una serie de
suicidios…”
En la otra página plantea “…
voy a citar un momento del cuento que nos mostrará cómo se puede trabajar el
punto de vista del personaje jugando con el equívoco del lector…”
Acto seguida pasa al extracto
del cuento:
“¿Cómo es su aspecto exterior?
No lo sé con certeza. Tiene una cabellera negra y ondulada y un rostro muy
pálido. La nariz es pequeña y delgada; las fosas nasales palpitan suavemente.
Sus labios son apenas rozados y, cuando sonríe, sus dientes me parecen finos y puntiagudos.
Sus largas pestañas proyectan sombras sobre su mejilla, pero cuando levanta sus
párpados sus ojos sombríos relucen intensamente”
“Ahora ¿Cómo se las arregló el
estudiante para ver a su amada con tanto detalle desde la ventaba opuesta?...
Sin embargo, no se trata de un error del autor. Vean como sigue el texto: Todo
esto lo siento antes que lo veo…”
“…Así la incongruencia se
transforma en hallazgo, el lector que mira junto con el personaje, nota que su
propia percepción se va distorsionando. O que, al menos, algo raro pasa. Algo
tan raro y sigiloso que invadirá sin piedad la mente del pobre Bracquemont”
Acto seguido de esta
descripción propone un ejercicio para trabajar la descripción. La propuesta es describir
algo o alguien desde un rasgo atípico, desde una particularidad