Funciones de terceros
jueves, 20 de enero de 2011
La casa de la esquina de los vientos
miércoles, 19 de enero de 2011
El desprecio de los musculos
Cuando vamos al gimnasio nos encontramos con varios problemas. Primero están las mujeres bailando al lado. Si nos ponemos a contar las repeticiones que tenemos que hacer, terminamoss levantando cuatro glúteos, seis pechos, ocho elongaciones de la del medio, seis flexiones de la enrulada. Y cuando llegamos a nuestra casa y nos preguntan ¿Cuánto hiciste hoy? Les decimos "Hice once morochas, cuatro espaldas de la pelirroja y dos pechos de la de la punta"
Después esta el problema, de que para algunos de nosotros el cuerpo no registra el paso del tiempo. Pasan dos años y sigue igual que el primer día. Parece que fuese el de wolverine de los X-Men, le hacen lo que sea y vuelve a ser el mismo de antes. Ahí estamos todos los wolverine que hace tres años que vamos al gimnasio y estamos siempre igual. Las pesas no nos afectan, somos los inmunes a las pesas y las rutinas de los profesores. El gimnasio es una máquina del tiempo para nosotros, que hace que volvamos siempre al primer día de gimnacio. Sufrimos una desobediencia de los músculos, y da la impresión que hagamos lo que hagamos nuestro cuerpo nos ignora. Y a juzgar por como está, nos desprecia;al menos nos boicotea
martes, 18 de enero de 2011
Lo que se le cayó a Biolcati del bolsillo
Pedro Noe
lunes, 17 de enero de 2011
Hace falta tanto fuego para apagar tanta agua
Cuentan que a Mariano Moreno lo mataron en el agua con arsénico en el agua, y hay algunos juninenses que dicen que estamos tomando en vida con el arsénico en el agua la cantidad de arsénico que Moreno tomo en unos días en el agua
El que confesó la muerte de Moreno fue su adversario Saavedra, cuando enterado de su fallecimiento dijo “Hacia falta tanta agua para apagar tanto fuego” Los boticarios de la época describían al arsénico como un fuego que te quemaba las entrañas. En la ciudad de Junín el problema del arsénico está tomando cierto clamor popular, levantando calor, encendiendo los ánimos, tanto que algunos creen que un día algunos se van a preguntar, a la inversa de Saavedra ¿Hace falta tanto fuego, para apagar tanta agua?
El que confesó la muerte de Moreno fue su adversario Saavedra, cuando enterado de su fallecimiento dijo “Hacia falta tanta agua para apagar tanto fuego” Los boticarios de la época describían al arsénico como un fuego que te quemaba las entrañas. En la ciudad de Junín el problema del arsénico está tomando cierto clamor popular, levantando calor, encendiendo los ánimos, tanto que algunos creen que un día algunos se van a preguntar, a la inversa de Saavedra ¿Hace falta tanto fuego, para apagar tanta agua?
domingo, 16 de enero de 2011
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