A mí, me costaba mucho, adivinar
con cuál de sus dos ojos me estaba mirando. Es que, pobre uno de ellos se movía
de arriba hacia abajo, en cambio el otro ojo, lo hacía en todas direcciones.
Era como si con uno te estuviese mirando y luego con el otro te repasaba como
un escáner.
Se vestía de acuerdo a la temporada,
en invierno combinaba negro y marrón, y en verano azul marino con bordo. Su
cabello corto, siempre teñido de oscuro dejaba entrever una pincita o un rulero
los días sábados. Mientras caminaba se quejaba de su escasa visión y de los
dolores óseos de su cuerpo.
Preocupada siempre por el orden,
la limpieza, el perfeccionismo, el control de sí misma y las situaciones había
conformado su día a día con una serie de rituales y trastornos obsesivos
compulsivos.
Atenta a esos detalles,
procedimientos y listas comenzaba a las seis de la mañana preparando el
desayuno para su hijo.
Junto con el mate y el pan
tostado, Escutilia le contaba las noticias de la radio y el estado del tiempo;
_ Ay
Higinio, bañate antes de que corten el agua , parece que se viene una sequía alarmante,
,,,yo pienso en las pobres vacas y animales del campo….en la radio (
refiriéndose a la tv) dicen que este año el clima esta dado vuelta , primero va
a faltar el agua y después da lluvias de 300 mm por hora, no , si yo digo,,,,el
clima está loco….bueno, no sé de qué me extraño…la gente también está loca……les
robaron el auto a una pareja de jubilados cuando iban a internarse en el
hospital……parece que al hombre le iban a poner una pierna ortopédica …y ahora
se llevaron el auto con la prótesis en el baúl . te imaginas pobre gente….en el
Pami encima le dicen que no tienen piernas de repuesto porque el señor mide
1,80 y las que mandan de afuera son para personas de 1,70 . así que no saben qué
hacer…si esperar un tiempo o cortarle la que le queda y ponerle dos iguales…….y
si…va a quedar más bajo pero bueno ….la gente se achica con la edad.
Antes de volver del campo, no te olvides de cerrar regar la araucaria. Acá
te dejo el paraguas, el alcohol en gel, y el desinfectante. Seguís con los
problemas de intestino.? tráeme la cinta que te curo el empacho.
Claro, como no vas a tener acidez si estas hasta acá de atacado (mientras
le tocaba la frente con la mano) …por una semana arroz blanco. Ya mismo estoy
avisando que mañana no vamos a ir a la cena de la comisión parroquial. Uno ya está
grande para salir de noche.
Si mamá. contesto resignado Higinio. Nos vemos cuando llego del campo.
Cuidado en la ruta, está llena de camiones y maquinas por la cosecha…..y no
te olvides de traer las pilas nuevas para la linterna. Si se llega a cortar la
luz en el edificio yo me
pongo nerviosa. No andan los ascensores y encima a oscuras.
Higinio se sintió culpable de
haber mudado a su madre a los departamentos de la calle Italia. Luego se consoló
pensando que dejarla sola por las noches en el campo era más preocupante,
La vida de Escutilia era un
lamento eterno y esto tenía una explicación, ahora se las voy a contar
Nacida en 1935 en el paraje de
Alfonso, fue victima de la mala suerte.
El Dr. Leopoldo Salvatierra,
asistió a su madre en un parto difícil, de seis horas.,
El padre de Escutilia caminaba
por los pasillos de la clínica preocupado y con el Jesús en la boca hizo una promesa,….
dejaría de fumar si a cambio la criatura y la madre resultaran sanas y salvas.
Agotado y con una tolla enrollada
en el cuello, el Dr. salió de la habitación.
Felicitaciones, acaba de ser papá de una hermosa niña. Están las dos bien
con su mamá, están descansando…venga acompáñeme al jardín que nos vamos a fumar
un puro los dos para festejar.
El padre de Escutilia lo acompañó,
pero declinó la invitación. – Mire Dr. yo hice una promesa, cuando nazca la mía hija non prendo más un toscano. Mientras se puso un palito en la
boca para no perder la costumbre ignorando que era una ramita de adelfa… (una
especie de laurel de flor de alta toxicidad), que le produjo un edema de glotis
fatal. Eso si cumplió con la palabra empeñada como todo hombre de bien. No fumó
mas,
Su madre, ahora viuda y con una
beba recién nacida se mudó a trabajar la casa del Sr Enzweiler, un alemán
relojero que había sido tripulante de buques de guerra y que había migrado a la
Argentina ocultando su pasado nazi y también un gran tesoro
El sr Enzweiler prácticamente no
hablaba ….solo monosílabos ; ja ( si
) y nein (no) era lo único que salía
de su boca.
A Escutilia le daba un poco de
miedo vivir en esa casa, dormía junto a su madre en un refugio antibombas …un
bunker instalado en el sótano, provisto de agua mineral y raciones de comida
militar en lata.
Todas las noches el Sr Enzweiler se vestía con
su uniforme militar y desde la azotea del
techo montaba guardia con su Handy de guerra y sus binoculares mirando el cielo
y de tanto en tanto hacía sonar una
alarma.
Otras veces, luego de cenar organizaba un
simulacro de guerra, y mientras daba órdenes e instrucciones en alemán,
Escutilia y su madre se tiraban cuerpo a tierra hasta que volviese la calma.
Por las noches se encerraba en
una habitación donde había un viejo cucú, fabricado en la ciudad de Triberg .
Era un pequeño reloj de pared de unos 58 cm
de la marca Rombach & Hass
al que todos los días daba cuerda.
Tallado, en madera de tilo luego
barnizado en marrón oscuro, adornado con ciervos, follajes y la clásica puertita
donde asoma el pájaro mecánico. El Sr Enzweiler lo llamaba el Goldene Frau porque en el reverso tenia
un sello de fabricación con el rostro de una mujer en dorado.
La habitación siempre estaba cerrada
con doble llave. Escutilia y su madre tenían terminantemente prohibido entrar y
mucho menos pararse frente al pequeño reloj con forma de chalecito alpino.
Cuando fue creciendo,
Escutilia comenzó a colaborar en las tareas domésticas…entre ello pasear en la
silla de ruedas con una banderita esvástica al Sr Enzweiler que había sido
victima de una apoplejía y estaba cuadripléjico. Ella lo empujaba corriendo por el patio ,mientras el anciano disparaba
balas de cebita, a las aves del gallinero, al grito de ¡ larga vida al Tercer Reich !
Otras veces lo dejaba sentado al
sol y se dedicaba al mantenimiento del jardín. Una tarde mientras pasaba la máquina
de cortar césped Escutilia sintió un golpe seco y siguió cortando, mientras a
varios metros el Sr Enzweiler recibìa un contundente golpe en la sien que lo
dejó agonizando.
El Dr. Salvatierra extendió su
certificado de defunción, muerte accidental provocada por” tortuga voladora”. A
pesar que el Sr Enzweiler juraba en su agonía que había sido provocada por una granada
arrojada por sus enemigos .
Con la muerte del viejo alemán
Escutila y su madre cumplieron con orden prusiano el protocolo que les había
enseñado el Sr Enzweiler.
Una semana mas tarde recibían la
visita de dos ex compañeros de batalla …..el capitán Kober y el doble agente
Robert Engemann.
Luego de indemnizar generosamente a la familia
de Escutilia, con las escrituras del campo, cremar el cadáver ,esparcir
las cenizas en su Leipzing natal
,contactar al inventor del Goldene Frau
y ponerlo en custodia en la Embajada.
Las mujeres se mudaron a un convento de Matter Dei de monjas alemanas
y depositaron el oro en la caja de seguridad del Deutchebank.
Ni el capitán Kober ni el agente
Engemann pensaban regresar a su país con las manos vacías, sabían que el Goldene Frau era el lugar donde el viejo
relojero escondía la clave para abrir una caja de seguridad en Suiza.
Durante la noche, mientras el capitán Kober
curaba su pierna de una horrible infección secuela de la guerra, Herr Emgeman pergeñó
un maquiavélico plan.
Obligaría al Herr Kober a
desarmar el reloj , obtener la clave que estaba
escrita con tinta roja en un lienzo enrollado y luego fugarse , acusando
al capitán Kober de traidor.
Por su parte el capitán Kober tenía
pensado envenenar con arsénico a Herr Engemann y luego incendiar la casa
llevándose el Goldene Frau como botín.
Herr Engemann padecía de
terribles calambres en las piernas, por lo que todas las noches por consejo de
su médico consumía una banana. Antes de acostarse volviendo de la cocina, paso
por la habitación
del capitán Kober para confirmar
que estuviese profundamente dormido. Acto seguido entró sigilosamente a la habitación,
pasó más de quince minutos parado inmóvil frente al reloj. Sin darse cuenta que
había activado el mecanismo secreto. A las 12
en punto de la medianoche entre campanadas y campanadas se abrió la puertecilla
y se asomó un pequeño revolver que disparó con precisión matemática abatiendo
al doble agente
El capitán Kober escucho los disparos
y cuando entró a la sala encontró el cuerpo sin vida de Herr Engemann, con un
pequeño rollo de tela en sus manos. Cegado por la codicia creyó tener el mundo
a sus pies, pero la clave se había mimetizado con la sangre de Engemann.
Preso de un ataque de ira empezó
a blasfemar , maldijo al reloj y lo apunto con su máuser karabine 98 Kurz . El
disparo fue certero y golpeò en una de las astas del ciervo que lo adornaba,
pero luego
rebotó en la pared y volvió con
toda su furia hacia el capitán atravesándolo de lado a lado. El Goldene Frau se había cobrado a su
segunda víctima.
En el convento alemán de la calle
Italia, Escutilia tuvo sus primeras amigas, le gustaba compartir la vida con
las chicas pupilas mientras su madre trabajaba en el mismo lugar también con
cama adentro.
Aprendió corte y confección,
labores, y también a cocinar speatzles o ñoquis húngaros, y repostería alemana.
Una tarde luego de una indigestión por comer ella sola una torta selva negra sufrió un ataque que le dejo
para siempre un ojo torcido.
Los años pasaron entre clases y rezos.
En el convento se hacían muchas peregrinaciones y tanto Escutilia como las
monjas gastaban continuamente sus zapatos. Mocasín va mocasín viene, entre cambios
de media suela y pomadas gastadas Escutilia se enamorò de Tercilio, el zapatero
de la calle Italia.
Se casaron mediante una sencilla
ceremonia. La Iglesia del convento estaba llena de flores blancas, El Dr
Salvatierra, ofició de padrino. Tercilio estaba nervioso y se acomodaba el
riguroso smocking,
mientras la mamá de Escutilia emocionada lucía
un chemise de seda natural con un larguísimo
fular de organza color rosa Dior que
le llegaba hasta los pies.
En las filas de adelante su amiga
Clotilde, y su hermano Coto se sentaron junto a los padres de Tercilio que
habían viajado desde Chile .
Luego de la cena, los novios se
prepararon para su viaje de luna de miel, pero nuevamente la desgracia se
superponía a los momentos felices. El chofer del colectivo se agarraba la
cabeza, cuando luego de haber manejado cinco cuadras y alarmado por los gritos
de los invitados detuvo el vehículo.
El pañuelo de la madrina se había
enredado en una de las ruedas y la había arrastrado durante el recorrido provocando
una muerte por asfixia.
El primer piso de la torta lo sirvieron junto
al café en la casa velatoria.
El bonsái de araucaria, regalo de
los familiares de Tercilio fue plantado para crecer en libertad en el campo que
Escutilia y su madre habían heredado del Sr Enzweiler. Y ahí esparcieron las
cenizas de la reciente fallecida.
El fruto del amor no tardó en
llegar y nació Higinio .
Cierto día, mientras Tercilio
estaba armando un par de zapatos para una familia adinerada, Escutilia pensó
que era una buena ocasión para agasajar a su esposo y pensó en sorprenderlo
cocinando pollo a la pimienta, al espolvorear el molinillo, una suave brisa
esparció el condimento y el pobre Tercilio, que tenía 32 clavitos sostenidos
con la boca, no resistió el estornudo. Muerte por objetos punzantes en su
garganta.
Otra vez sola y con su hijo a cargo se obsesionó
en los cuidados y prevenciones. Se llenó de pensamientos obsesivos y
compulsivos. Ejemplo tenía miedo por la integridad física de su hijo, al punto
de llevarlo todos los días al hospital.
A medida que pasaban los años
este síntoma fue aumentando y volviéndose repetitivo. Higinio empezó a sufrir de
asma solo de pensar en esa madre que lo ahogaba con sus temores todo el tiempo
Hasta acá la historia que les
estaba contando, pero, quieren saber lo que sucedió luego.?
Una tarde de septiembre Escutilia
y su hijo reciben una invitación de la embajada de Alemania para festejar el Oktoberfest en villa General Belgrano.
Los pasajes y la estadía paga en una hostería en Los Reartes , paraje cercano a
la villa. En la carta le agradecían a Escutilia por los cuidados a soldados
retirados que habian prestado servicio al estado. Destacando su labor con el sr
Enzweiler. Escutlia recibió la condecoración de la cruz de hierro.
En esas circunstancias Higinio
conoció a la Sta. Roselyn Heydric, , una joven y blonda mujer que trabajaba en
la cancillería.
En la gala ofrecida por la
embajada, los invitados disfrutaron concierto de música clásica de Bach, Schumann,
Wagner y otros compositores alemanes, seguido por el folklore típico de las
polcas y el lanndler de Baviera.
En la cena se sirvió Rouladen , los típicos brezel , Kartoffel nodel (albóndigas
de papas). Toda clase de salchichas Wurst a la parrilla y otras delicias. La
mesa dulce a un costado con Strudel
de manzana, torta de ciruelas con crumble,
el Sacher de chocolate alpino. Por
supuesto todo acompañado por abundante cerveza.
La Señorita Roselyn dedicó unas bellas
palabras a Escutilia y su hijo. Tanta
amabilidad, reconocimientos y bellos momentos hicieron propicio el nacimiento
del romance entre la Sta. Roselyn e Higinio. La estadía durò una semana.
Antes de despedirse prometieron
volver a verse con la intención de formalizar el compromiso y vivir juntos
hasta que la muerte los separe.
Escutilia entendió que ya era
hora que se hijo Higinio, iniciara su propia vida , a los 47 años ya era un
hombre hecho y derecho- Sin embargo, había algo en esa mujer que no le gustaba.
Aprovechando la excursión de
despedida en La Cumbrecita creyó necesario instruir a la Sta. Roselyn acerca de
las obligaciones de una mujer casada. Pasó horas explicando cómo se debían
planchar las sabanas y las camisas, la higiene de la casa, el comportamiento
social de una dama y temas similares.
Habiéndose puesto de acuerdo en
varios puntos, la Sta. Roselyn recibió de parte de Escutilla un obsequio. Una
hermosa planta de aloe vera o sábila como también se conoce. Mientras daban un
paseo por las sierras Escutilia seguía enumerando las propiedades de la planta:
baja el colesterol, previene el estreñimiento,
ayuda a depurar el cuerpo, es excelente para hacer la digestión, ayuda a
adelgazar…
y es peligrosamente resbaladiza dijo la
Sta. Roselyn , …… de donde sacó eso
pregunto Escutilia.
Compruébelo usted misma, (mientras aprovechando un momento de
distracción de Higinio, le daba un inesperado empujón a la vieja que caia hacia
el precipicio)
. De no haber tenido las manos llenas de untuoso aloe vera la hubiese
podido socorrer.
Nuevamente la fatalidad y la
felicidad irían de la mano. luego de la cremación,
Higinio pensó en poner las cenizas junto
a las de su padre, debajo de la araucaria que se había transformado en un árbol
inmenso. Acompañado por su prometida fueron al campo. Mientras Higinio hacia un
profundo pozo de cinco metros, la señorita Roselyn sostenía la pequeña urna con
las cenizas.
Luego de enterrar la misma, la blonda apuntó a
Higinio con una berza 45, revelándole su verdadera identidad; entrenada por
Herta Steinle una guardia cárcel de un campo de concentración. Había jurado
vengar la muerte de su abuelo… el capitán Kober.
Le conto mientras lo apuntaba fríamente
que su tío fue el relojero creador del Goldene
Frau, y que su abuelo el capitán Kober vendió todos sus bienes para recuperar
el reloj, abandonando a su hija y a sus nietos. Condenados a la miseria, su
madre colgaba un hueso de vaca del techo con el que todos los días hacía un
caldo para no morir de hambre. Llena de odio y de resentimientos soportó el
hambre, el frio y la miseria hasta que se enroló en el ejército para convertirse en
una agente de inteligencia.
-Jure vengar a mi familia ejecutando a todos los herederos del Sr Enweiler y
su maldito cucù
La Señorita Roselyn caminó cinco
pasos hacia atrás para tomar distancia y ejecutar a Higinio, pero con su zapato
pisó el rastrillo que estaba tirado y este al incorporarse le golpeó la cabeza,
Higinio aprovecho para forcejear con la malvada Srta. Roselyn quien tenía el
arma apuntando hacia arriba. Seguido del disparo, un pesado fruto de la
araucaria cayó sobre ambos quitándoles la vida.
Con esta ultima muerte se cerró
el ciclo de desgracias, la Sta. Roselyn cumplió la promesa de acompañar a
Higinio hasta el final.
Así sucedieron las cosas, así me lo conto mi padre y así se los cuento a
Uds.
Dr Leopoldo Salvatierra (hijo)
FIN