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jueves, 27 de julio de 2023

Me vi (de MACHÉ)

 He renunciado a todo

Sin miedo a caerme,

Aquella tarde cuando buceastes en mis arresifes,

tomé prestadas tus alas,

y encontré esa paz que me esquivaba

sin obstáculos ni contratiempos

bailando con el viento

sin miedo a caerme,

me vi, en el carrusel del mundo

disfrutando el paisaje

¿Dónde voy a colocar otro trasto más?

Traté de inspirar profundamente

Y al fin te descubrí del otro lado del espejo:

Sonriente,

Me atrapaba lo desconocido,

Dejé que lo que veía se evapore

Y decidí vivir el aquí y el ahora.

Ni una ola, ni más vientos (de Cacha Arruiz)



Tomé prestadas tus alas

para arrimarme a una estrella.

Te buscaba en cada noche,

en vano, hasta que amanezca

No se evapore mi canto

en el carrusel del mundo

creí renunciar a todo

con el corazón sangrando

Esa paz que me esquivaba

Dejó sin sabios momentos

pero la noche ha partido

y el sol se ganó en tu pelo

Tu mano suave en mi espalda

adueñándose del tiempo

hizo que juguemos libres

bailando el baile de un sueño

Tu cuerpo jugó en la arena

salpicada por mi océano

y rodamos playa abajo

llenos de amor nuestros cuerpos

Y fue un beso hecho de sal

quien bautizó a este encuentro

con gotas frescas del mar

amigo de horas sin cuenta

Y la cuenta de esas horas

sumaste brillo y tu esencia,

sos una piedra distinta

en la arena de mis sueños

Y quise hacer mi castillo


robando en partes tu cuerpo

para que no lo arrebaten

ni una ola, ni más vientos.

Moldeado por nuestras manos

refugio de un solo enero

la arena sigue esperando,

quiere un castillo sin tiempo.


Cacha. Julio/23

miércoles, 26 de julio de 2023

La casa de un Ángel (de Martina Guanini)

 

Ángel estaba tomando té en su salón, leyendo un libro, hasta que escuchó algo en alguna parte de su gran casa, dejó su taza ya vacía en la mesa de enfrente y cerró su libro; se puso de pie, dirigiéndose al piso de arriba. Escuchando el ruido cada vez más cerca, no era la primera vez que alguien se metía en su casa pero preferiría que al menos no se escondieran.

-          Y al fin te descubrí- dijo con un tono monótono, viendo a un hombre escondido o intentando esconderse dentro de un ropero.

-          ¿ Que hace usted aquí?- preguntó al polizón con su mismo tono de voz vacío.

-          No sé, estaba en casa y de la nada aparecí acá- dijo asustado, no quería salir del mueble por temor; Ángel comprendida eso, el hombre veía a una cosa humanoide tan blanca como la leche, de gran altura y con ojos y boca negros, solo tenía dos puntos blancos que hacían lucir a dichos globos oculares mínimamente vivos y aún así podía decir que alguien con solo media capacidad mental tendría el instinto de huir.

-          Me quiero ir a casa-

-          Va a tener que esperar, ¿quiere tomar té?- dijo mientras salía.

Puso agua a hervir en su cocina, el hombre se sentó en el salón, y se levantaba y se volvía a sentar, repitió ese ciclo hasta que se puso a mirar por una ventana. Ángel puso el agua en una tetera y se acercó al salón.

-          ¿ Que hace?- preguntó el ser blanco.

-          Disfrutando el paisaje- respondió, luego se giró para verle- ¿ Que sos?-

-          Un ángel –

-          ¿Y que hago acá, me morí?- empezaba a desesperarse, podía sentirse en el aire.

-          No tengo respuesta para eso- dijo con su clásica monotonía y una cana sin expresión.

-          ¿ como te llamas?-

-          Me dicen ángel-

-          ¿ Y esto es el cielo, el paraíso?

-          No, no estado en el cielo desde hace mucho-

-          ¿ Te podés mudar del cielo?-

-          No exactamente, me echaron de allí-

-          …¿ Sos el diablo?

-          No, tal vez, ¿ Que es el diablo en si?-

-          Un ángel caído, un demonio-

-          Según esa lógica puedo serlo, ¿ Y usted qué es, un mamífero, un mono?-

-          Un humano, un hombre-

-          ¿ Que es un humano en si?-

-          No sé, un mono con inteligencia híper desarrollada, el animal más inteligente dicen-

-          Egocéntrico que se consideren tan inteligentes-

-          Bueno no ví otro ser más inteligente que el humano-

Un silencio sepulcral cayó en la habitación, el hombre se dio cuenta de su error y le pregunta- hay otros seres tan inteligentes como el humano?-

-          Si las hay, y las habrá o quizás no las haya nunca, hay muchas criaturas pero el futuro es incierto, tengo muchos conocidos y todos estamos atascados en ese bello paisaje de la ventana; somos prisioneros-

-          ¿ Entonces estoy atrapado acá?-

-          No tu camino a casa debería volver a aparecer, los otros caminos son otra historia- dijo ángel mientras servía el té para ambos.

-          ¿ Y quiénes son tus conocidos?- preguntó el hombre, tomando de su taza con precavida gratitud.

-          Seres que no son humanos, pero todos queremos irnos- dijo terminando su taza.

-          ¿ Y a dónde van a ir?-

-          No lo sé, pero preferiría irme, salir, algo que ustedes humanos no valoran- dijo con la voz inexpresiva, pero entre toda esa monotonía el humano logro captar el anhelo y el desprecio.

-          ¿ Que es lo que no valoramos?- preguntó dándole otro sorbo a su taza.

-          La libertad, el libre albedrío, hay gente que se encierra y no sale, cuando otros matarían por eso-

El hombre se puso muy nervioso y empezó a mirar a ángel con cautela, Está se volvió miedo cuando le sacaron la taza de las manos.

-          Tu camino a casa llegó- y lo empujó hacia atrás, con el desapareciendo al tocar el suelo.

-          Aunque he renunciado a todo, a la esperanza de que algo mejore, a salir de esta casa que llamo prisión, me atrapa lo desconocido, saber que hay más allá, en el carrusel del mundo, todos girando y nosotros mirando desde afuera, en vano intentamos entrar, tener paz; la paz que tanto me esquiva-

Decía ángel llevando las cosas a la cocina para lavarlas; hasta que escuchó unos golpes en la puerta, está se abrió, y logró por los pasos de uno de sus conocidos.

-          Hola ángel, ¿ Que haces?

-          Bailo con el viento… estoy lavando las tazas de té-

-          Ok, te traje comida para hoy-

-          Gracias- dijo con una gratitud silenciosa en voz.

martes, 25 de julio de 2023

Indeciso (De Mariana Ormaechea)


 Jacinto se levantó y no sabia que ponerse como todos los días. Le preguntaba a su mujer, si

tal pantalón con cual camisa y que zapatos. Ella siempre le decía lo mismo, lo que quieras.

Ya lo tenía podrida de que todos los días lo mismo. Cuando ella le preparaba el desayuno

era peor, porque le decía: 

- Jacinto te preparo café con leche, solo o un té y a él siempre le daba lo mismo

Antes de irse a su trabajo le decía:

- Norma, ¿querès que me lleve el auto yo y vos te vas en la moto después? porque vas

a llegar más rápido o querès que me lleve la moto porque vuelvo antes a almorzar y

si yo me llevo el auto se te va a hacer tarde y va a hacer más frío

- Norma le decía si si a todo, porque siempre le hacía lo mismo

Cuando llegaba el mediodía Jacinto iba a almorzar a lo de su madre para no quedarse solo,

ya que su mujer hacía horario corrido.

Todas las noches ella lo llamaba para preguntarle qué quería comer al otro día y él siempre

le decía, lo que vos quieras, me da lo mismo.

Una mañana salió para terapia, cómo lo hacía todos los miércoles de la semana y le sonó el

teléfono. Era su amigo Luis que lo invitaba a un asado el viernes.

- Jacinto querido, te quiero acá el viernes para comer un asado con los muchachos.

- Bueno si no se, te avisó a ver qué hago Luis.

- No,no la respuesta es un si,no lo tenés que pensar. Te espero a las 9.

Y le cortó, no le dejó tiempo a dudar. Luis sabía lo vueltero que era su amigo por eso nunca

le daba la chance de decidir y decidía ya por él. Jacinto llegaba a su sesión de terapia en

ese momento.

- Jacinto, cómo te encontràs hoy, contame.

- Justo me acaba de llamar Luis para invitarme a un asado y no me dejó decidir. Me obligó con un estás contado para el viernes.

- Y vos cómo te sentís con eso?

- Mal porque yo quiero poder decidir solo y no puedo, no puedo.

- Y qué es lo que te da miedo?

- No sè, que los otros se enojen de lo que yo decido o que piensen mal de mí.

- Bueno ese es otro problema, para decidir siempre hay que ganar o perder algo.

Jacinto salió de terapia para su trabajo muy pensativo después de todo lo que había

hablado con su terapeuta.

Se quedó todo el día pensando en porque le costaba tanto decidir que quería.

Ese día justo se encontró en natación con su amigo Martin, también tan indeciso como él

que le decía que él no tenía que preocuparse, que no era nada grave lo que tenía.

- Pero Jacinto no te preocupes, no es para tanto esto que nos pasa. El psicólogo te va

a quemar la cabeza, yo por eso ni se me ocurre hacer terapia.

- Bueno si que se yo, tenés razón voy a tratar de darle poca importancia.

Llegó el viernes y Jacinto empezó a dudar si iba o no iba al asado.

- Amor no se si ir o no al asado, no quiero que te quedes sola

- Ay Jacinto que importa, no me pongas a mí como excusa. Tenés ganas de ir o no?

- Es que no se

- Bueno voy

- No mejor me quedo

Jacinto salió, agarró la campera

- Voy, voy porque se va a enojar Luis si no voy

- Hace lo que vos quieras, pero deja de dar tantas vueltas por favor -le dijo su mujer


Así que agarró las llaves de auto, se sacó la campera, fue al baño, se puso la campera de

vuelta, manoteó las llaves del auto y salió.

En ese momento lo llamó su amigo y le dijo:

- Y Jacinto? ¿Vas a venir?

- Estoy en eso, lo que pasa es que estaba..

- Nada, no me digas, no seas boludo y vení que te estamos esperando con los chicos

Así fue que sin más dudarlo, salió para la casa de su amigo.

Hasta que volví a verte (de Santiago Delgavio)

He renunciado a todo

Y sin miedo a caerme
Te buscaba cada noche
En el universo entero 
Hasta que al fin  te descubrí
Al otro lado del espejo 
Te encontrabas sin obstáculos
Ni contratiempos 
Como viajando en el carrusel del mundo
Anhelando la armonía de las cosas, 
El vivir, el aquí y el presente.