En el teórico del comienzo de
su libro Marcelo Di Marco dice “…Todos los días me parece maravilloso comprobar
como mejoran su estilo al eliminar el ripio. Sin el lastre de las
imperfecciones, sus textos no tardan en volverse dinámicos, relevantes, sensacionales…”
Empodera poner la energía en
seguir trabajando un poco más el texto y la corrección manifestando más
adelante “…En la literatura y en la vida en general, hacer menos de lo que se puede
hacer, me parece que es un rasgo de mala conducta…” Y sobre el final de esta introducción
pondera “…la búsqueda de un estilo expresivo brillante de transparencia y
nitidez…”
En su capítulo 3, llamado: “De
las propiedades del vidrio” El introduce su elogio de la corrección citando una
anécdota de Hemingway “…Muchisimo antes de alzarse con el Premio Nobel de
Literatura en 1954 Ernest Hemingway descubrió un tesoro. Tenía 18 y acababa de
ingresar en el diario Kansas City Star. En uno de los escritorios de los
periodistas, el jefe de redacción había dejado un papelito bajo la cubierta de
vidrio. Decía, sencillamente: Escriba con frases claras y concisas. No se haga
el artista…” “… Hemingway acogió el mandato durante toda su carrera. Con el
tiempo logró convertirse en una leyenda viva que habría de influir en
generaciones de escritores…”
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