Ayer viernes, como siempre a la mañana, me levanté y vi una lucecita
blanca en la pieza, una azul después, y ahora veo todas lucecitas. Me volví a
acostar y en esas charlas que tenemos antes que me levante pregunté que pierde
a la humanidad, me dijeron la codicia, la avaricia, el dolor. Ahora mismo
mientras escribo veo una lucecita en el teléfono, muy chiquita, como cabeza de
alfiler. Me dijeron ayer que la humanidad se iba a rescatar, iba a salir de las
cenizas como un ave capaz der volar, que iba a salir del perdón. Pregunté que tenía
que hacer y me dijeron prevalecer. Pregunté como tenía que prevalecer, me
dijeron que tenía que intentar perdonar. Mientras preguntaba, aun en la cama
veía todas lucecitas que titilaban en la pieza y una que pasó en un vuelo
rápido. Pregunté si había otros mundos además del humano, me dijeron que había
“Mundos demasiados, mundos alejados, cercanos, escondidos, mundos visuales,
mundos táctiles, mundos redondos, mundos inmensos. Mundos más allá de lo
humano” Después me dijeron que preguntara si había perdón “Pregunté y me
dijeron que había revolución. Pregunté si había perdón para todos, me dijeron
para todos hay perdón. Pregunté si íbamos a encontrarnos. Me dijeron que íbamos
a encontrarnos todos en algún lado. Pregunté que mundos había, me dijeron “El mundo
de los desarrapados, están trabajando para salir de un mal sitio” Pregunté que
otro mundo había y me dijeron “El mundo de los portadores de mundos” Pregunté
que otro mundo había, me dijeron “El mundo de los soñadores de mundos. El mundo
de los desiguales, que es este mundo. El mundo de los que conforman los mundos”
“El mundo de pensar, el mundo de amar,
el mundo del perdón, que son otros mundos” “El mundo de la revolución, que es otro
mundo” Me dijeron que había que esperar que los procesos se aclararan, los
procesos primero empieza desordenando y después se van aclarando. Hay que saber
esperar, es un arte, una ciencia
Todo esto me lo respondió el Arcángel Gabriel
Me levanté fui a la terraza a mirar como siempre y vi la
antena gigante de la telefónica que hay enfrente que se reprodujo al costado de
ella, igual que la antena pero con todas líneas de luces blancas
Bajé y vi una lucecita arriba de la urna de Firulait, de las
cenizas, me dijeron que era el alma de Firulait. Después vi un rayito verde
esmeralda arriba del celular
Después vi una lucecita celeste atrás de donde yo trabajo en
la computadora. Después fui hasta la pieza y volví a ver una lucecita blanca
girar alrededor del Chu Ku Rei que tengo dibujado en la pieza, después se puso
verde esmeralda. Me fui hasta la cocina y la misma luz apareció en la cocina,
se puso arriba de la pantalla del celular. Era una forma de energía que me
siguió de la pieza a la cocina, Me dijeron que era amor. La vi en toda la
pantalla del celular
Después subí a la terraza, vi un pájaro de los que son
considerados de mala energía, lo vi volar alejándose y bostecé, me transmitió
el stress, esos pájaros están estresados, o son stress puro. Volví a bajar
pensando en Firuliait y vi de nuevo una lucecita ahí arriba de la urna. Ahora
mismo mientras escribo esto una luz titila en el celular. Después pasé por el
marco de la puerta del baño y le vi el aura, la energía, es como una neblinita
que se separa del marco. Pregunté que estaba viendo, tuve dos respuestas.
Pregunté si las respuesta las había puesto yo en la cabeza mía, me dijeron que
si, que las había puesto yo en la cabeza mía. Pregunté como tenía que hacer. Me
dijeron que tenía que separar mi cabeza, así que separe mi cabeza y pregunté
que estaba viendo, y me dijeron que estaba viendo amor. A partir de ahí en cada
pregunta que hice y respuesta que recibí pregunté si venia de mí o de ellos. Y
cuando la respuesta era que la respuesta venia de mí, las menos de las veces,
me dijeron separa la mente. Y separé la mente y entró clara la respuesta de
ellos. Así me enseñaron a separar la mente de las respuestas para que entren
ellos. También aprendí a separar la mente de las preguntas, a veces, y no
preguntar yo sino preguntar que tenía que preguntar. Aunque a veces las
preguntas me venían directamente de ellos. Separar la cabeza es fácil, es
correrla, hacer de cuenta que no la tenes y ponerte en blanco, o mejor dicho,
en vacío, después entra lo otro.
Volví a la pieza y vi una luz blanca y otra celeste en el Cho
Ku Rei de la pared
Volví al patio a mirar y vi todas las energías de las plantas
de mi patio interno, vi las lavandas reproducidas iguales pero atrás de ellas y
en todas líneas blancas luminosas. Vi las luces violetas y blancas contra la
pared. Y todas las energías en las plantas que hay en el patio. Que si las miro
ahora mientras escribo, tengo la puerta abierta, las veo. Ayer mientras escribía
había una luz violeta en el teclado de la computadora. Ahora mismo mientras
escribo le vi una pequeña luz roja, Miro hacia las paredes que hay atrás de la
computadora y le veo la energía. Son luces blancas que sobresalen de los
dibujos de la pared que están hecho con fibrón verde. Había mucha energía en el
patio interno, el que tiene las lavandas, había muchas luces violetas alrededor
de la lavanda, que reproducían la lavanda, más allá de la lavanda, en la pared,
al costado a la izquierda
Subí a la terraza y volví a mirar, vi una luz verde esmeralda
al lado de la antena de la telefónica. Y después vi una planta que hay en el
patio interno de un vecino de enfrente, que es como un helecho gigante,
reproducido al costado, todo en líneas de luces blancas. Había mucha energía,
muchas lucecitas en el cielo, y del árbol de enfrente salió mucha energía para
arriba. Después salió energía de la antena de telefónica en oleadas celeste, rosa,
blanca pero más que nada blanca. Y vi una luz violeta en el piso pero moviéndose
por toda la casa
Volví a ir a la terraza a hacer ejercicios y se vio el contorno
de las luces que están a la derecha, de la vereda de la vuelta, como si se les
viera el aura pero en todo un contorno de luces. Y en el cielo hacia el lado de
la vuelta de la manzana hay mucha energía de luces, todas luces en el cielo, y
en un momento se vio un poquito verde esmeralda. Y me empezó a resonar de nuevo
una frase en la cabeza “La luz de Dios que alumbra en cualquier lugar” que es
de una canción que canta Jairo. Seguí mirando en la terraza y las luces en
línea que veía eran cada vez más grandes, algunas eran blancas, otras celestes,
las que eran más grandes eran las celestes. Después de eso me hicieron ver
hacia los arboles de la otra cuadra, del otro lado de la manzana y se vio en
los arboles toda una línea de luces, como un aura de los árboles, un poquito más
arriba de ellos pero en una line de luces sobre sus copas. Había mucha energía
en el aire. También se vieron luces de color verde esmeralda. En el cielo de
repente había como una neblinita que iba y venía (Es difícil de explicar todo
esto. Poner en palabras lo visual)
De nuevo subí a la terraza, pregunté sobre lo que estaba
viendo y me dijeron que siempre estaba, lo que pasaba que nosotros no lo
podíamos ver. Pregunté si estaba viendo extraterrestres y me dijeron que no estaba
viendo extraterrestres sino que estaba viendo a Dios en ellos
Ayer tenía que venir una persona a hacerse reiki, no pudo. Me
llegó que tenía desalineado el cakra del plexo solar, y cuando salí del baño
una voz me guio (la de los espíritus guías) a que me la imaginara en la camilla,
la imaginé en la camilla, me dijeron que le hiciera reiki en el chakra del
plexo solar, le hice reiki en el chakra del plexo solar, bostece mucho, vi iluminadas las plumitas blancas que tengo
en el atrapasueños en la pared al costado de la camilla. Después me dijeron que
terminara y que agradeciera a mis guías espirituales
Antes de volver a la terraza me puse a leer un libro, me fui
haciendo preguntas en la cabeza y mis ojos se fueron depositando solos en
palabras que eran la respuesta
Volví a la terraza a entrenar taichí y vi la antena de la
telefónica de enfrente ahora reproducía en líneas de luces celeste, primero
pegadita a ella y después más lejos de ella. Me puse a hacer la forma de la
espada del taichí, el pedacito que sé y que tengo que entrenar, y mientras la hacía
le vi la energía a la espada, era como una neblinita que perseguía a la espada
en toda su extensión. Como esas espadas de La guerra de las galaxias. También
vi mi aura, que ahora estaba celeste y se movía con nosotros. Y vi un poco del
metal de espada, del color metal porque en realidad es de plástico, brillar más
allá de ella, como una pequeña reproducción de un pedazo (es difícil de
explicar) Mi aura me fue siguiendo a medida que hacia los movimientos como una
neblina pegada a mi cuerpo celeste, la energía de la espada la seguía, a medida
que hacíamos los movimientos, como una neblina blanca. Pensé en Firualit en un
momento del día dije que quisiera volver a verlo. Cuando bajé de la terraza me
mostraron la urna de Firulait y después un montón de cosas negras, señal de que
estaba la presencia de Firualit acompañándonos en la terraza. Firu amaba ir a
esa terraza. Era uno de sus lugares preferidos. Antes de morir subió a
despedirse de la terraza
Salí noche, y vi energía por todos lados, pensé que en la
noche ya no lo iba a ver, pero lo vi por toda la ciudad. Lucecitas, líneas.
Cuando volvía caminando vi unas lucecitas violetas en el piso. Le vi energía a
las plantas, luz verde esmeralda, luz violeta. Le vi energía a unas plantas
marchitas que había en un cantero, una rama que sobresalía en rama de luz
Volví de hacer una visita en el centro y me vino a buscar
Olivia, se tiró y se puso para que le hiciera caricia. Después fuimos hasta una
de las esquinas y estaba el triste, se tiró para que lo acariciara también. Lo
acaricie a él y Olivia juntos. Y me fui hasta la esquina de Cristina que estaba
la negrita, que también se tiró para que la acariciara y me dio besitos en la
mano. Cuando estaba acariciando a la negrita se vinieron Olivia y el triste
para que los acariciara a ellos dos. El triste me pegó con el hocico en la pata
para que me de cuenta que estaba esperando para que lo acariciara. Con una mano
acaricie a Olivia y la negrita, y con otra al triste. Después me fui a mi casa
y ellos se vinieron para entrar a lo de mi tío, menos el triste, que como
siempre se queda afuera.
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