Borges habla de los conversos. Aquellos que cambian de bando o de lado. Pierden la brújula de sí mismos y se hallan del otro lado. Hay muchos casos en la historia Argentina. San Martín es un ejemplo de lo otro. Nació en el continente americano y para el continente americano peleó toda la vida. Como las hormigas, siempre encontró el regreso a su lugar a la distancia y sin rastro.
Peleó para los españoles del otro lado, y peleando con ellos aprendió a derrotarlos de este lado. Y terminó en el exilio en Francia, nuevamente del otro lado. Ya viejo y cansado en la guerra con Francia, se puso en contra de los que lo estaban cobijando. Como último acto, estando del otro lado, escribió una carta a su país, ofreciendo sus servicios como militar para pelear contra los que en ese momento estaban a su lado
San Martín estuvo muchas veces del otro lado, pero se halló siempre se halló a si mismo en el mismo bando
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