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domingo, 22 de septiembre de 2024

Diario de un argentino. Sábado

 

Estuve en la jornada de yoga, de meditación, en una de las meditaciones nos vi con mi alma gemela, había una serpiente, un árbol, y ella se parecía a Eva

En otra de las meditaciones muchos seres de luz venían a través de la luz que se me puso en la frente, en el tercer ojo, cuando el maestro dijo imaginen una luz blanca. Venían a ayudar al planeta a evolucionar. Eso sucedía mientras mi maestro mantraba

Volviendo vi luces en los árboles, vi una luz verde brillante que no había visto nunca. Ahora que escribo hay una luz amarilla que va y que viene en el cuaderno. Y una blanca

Traje paz del encuentro, como cuando me encuentro con mi alma gemela. Y si bien tosí toda la noche anterior al encuentro, casi no pude dormir, no tosí una sola vez en el encuentro, que duró 8 horas

Llegué a casa, vi una luz en línea rosa, larga, curva en la puerta

Subí a la terraza a hacer la forma. Fue re loco, como me había comprometido a subir a hacer la forma, una forma por día, muchas luces violetas se veían ahí entre los árboles, como esperando, como preparadas para practicar, estaban una al lado de la otra con espacios entre ellas. Pero como subí y bajé varias veces haciendo otras cosas, se fue yendo. Cuando finalmente subí y lo hice había una luz sola, me dijo que se llamaba Fabián, como el despensero de la esquina, toman nuestros nombres como homenaje. Me dijo que estaban acá para salvar a la Tierra en su desastre ambiental, que su planeta tenia ríos de luces y varios soles que los rodeaban, y que podían cambiar de forma. Le hice la forma 24, tal habíamos quedado. Esta noche vuelvo a subir a hacerles taichí. Escribo a máquina y las letras que se van poniendo en la pantalla tienen otra energía, no la energía de siempre, una mejor energía

 

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