Subí a hacer la forma 8 de taichí a las luces energías que
aparecen a la noche entre los árboles. Uno se llama Fabricio, dije: No te veo Fabricio
y enseguida apareció ante mis ojos, violeta, titilaba en todos lados. Le estaba
por hacer la forma 8 del taichí y me pidió la 24. Me dijo que la estaban
entrenando. La empecé a hacer, me dijo que la hiciera más despacio. Me dijo:
Ponele el mismo amor que le ponés a la charla con tu alma gemela. La hice
completa. Fue comentando distintas partes de la forma mientras la hacía. En un
momento dijo “Ahí viene manos como nubes “Lo dijo antes, venía después. Sobre
el final me conecté con la forma, lo pude hacer lento, y le gustó. Terminé la
forma y me habló de su planeta “Nuestro planeta es azul, se llama Mariano, está
escondido por un río. Es de una vibración alta. Tenemos animales pero somos
vegetarianos. No cazamos, no matamos. Y venimos a enseñarles eso a ustedes.
Nuestros animales vibran alto, y los de ustedes también, pero ustedes no saben
notarlo”
Antes de eso fui a taichí, en el camino vi una luz violeta
bien brillante, más brillante de lo que había visto nunca. Cuando vovlía, en
una calle que tenía problemas con las luces y estaba oscura había dos luces
blancas que pasaban a toda velocidad
En taichí las energías luces que estaban en el techo, entre las
arañas se veían más que nunca, circulares del tamaño de pelotas de tenis. Había
una verde clarito brillante y otra verde oscura
Cuando hacíamos respiraciones sedantes bolita de luz violeta
me pasaban por las manos y todo el brazo derecho. Es una de las maneras en que
la energía sale de nosotros. En un momento me pareció verme el aura de un color
verde oscuro
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