En la página 78 de El arte de
escuchar Julia Cámeron propone “El camino de la escucha nos pone en contacto
con los sonidos de nuestro entorno, y después con nuestro entorno a un nivel
más profundo. A lo mejor nos paramos escuchar el roce en las hojas de un árbol,
y mientras tanto, nos fijamos con más detenimiento. El arte de escuchar
consiste en conectar, y nosotros conectamos con todo cuanto nos rodea…”
Para trabajar este sencillo
pero profundo concepto Julia Cámeron propone un ejercicio de lo más
interesante. Dos páginas más adelante, en la página 81, aún en el capítulo de
escuchar el entorno, en el apartado “Prueba esto” Julia Cámeron propone: “Emprende
una aventura planificada para conectar de manera consciente con el mundo que te
rodea. Sintoniza con el sonido- y después con el ambiente- de tu entorno, ya
sea la ciudad o el campo, la montaña o la costa ¿Notas una sensación de conexión
con el mundo en su conjunto? ¿Con la naturaleza? Dedica unos minutos a tomar
nota a cualquier pensamiento que se te venga a la cabeza, mientras te
concentras en conectar de manera consciente. Al prestar atención del mundo que
te rodea ¿tienes la sensación que te responde? ¿Sientes que tu consciencia se
eleva? Aprecia esa sensación e intégrala cuando reanudes tu rutina cotidiana
Ejemplo del ejercicio
Estoy en mi living
escribiendo. Paralelos a eso Argentina juega contra Holanda un partido por los
cuartos de final del mundial. Gana 1 a 0, van 10 minuto del segundo tiempo.
Conecto con el entorno y lo que siento es el profundo silencio de la
expectación, el silencio muy atento. De golpe una bocina pronunciada, puede ser
un gol, aunque no escucho gritos en ningún lado. Pero de lejos se escucha como
un rumor desordenado, quizás hubo un segundo gol. Paralelo a eso la tormenta
que estaba llegando ya está acá arriba y se escuchan truenos y un leve goteo de
las primeras gotas. Dejo de escribir y conecto más con el entorno, para
escuchar mejor. Hay un rumor de pájaros bien lejos, viento y también truenos
bien lejos. Ahora los pájaros cantan más cerca. Miro los diarios deportivos, no
era gol, era una jugada que casi termina en gol. Pongo la música y Fito Paez
canta No es bueno hacerse de enemigos que no estén a la altura del conflicto.
Vuelvo a bajar la música y se vuelven a escuchar los pájaros, que como la gente
toda callada mirando el partido, atenta al mundial, han ganado la pista sonora,
se han hecho dueños del pavimento sonar y se hacen escuchar, en su tardecita de
descuido, sus últimos cantos de final de día, antes de irse a dormir
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