En nuevos pensadores, palabra
que nos arrojan a los nuevos pensadores para pensar lo impensable, hoy
encontramos, en estas palabras sueltas tiradas al plato de la sopa de letras, a
Chul Han. Cuando abrimos a Chul Han abrimos a Heidegger, abrimos a Nietzsche,
que él te saca del bolsillo interno de su saco de cuero. Pero si le decimos que
busque bien, y que siga sacando, y hacemos, lo que a él le gustaría tanto, que
es tomarnos la pausa y seguirlo escuchando, entonces sobre el final Han van a poner
sobre la mesa a Platón, y Aristóteles, sin dejar de sacar a Freud y la historio
completa del psicoanálisis. Entonces en esta sopa de letras que es Chul Han
empiezan a caer los conceptos del mundo de Han. Conservar la mera vida,
autoexplorado, son todos conceptos de él. Y aparece la primer frase fuerte que
nos poner los primeros escalones adelante para trepar a Han como una montaña de
sentido. Problemas derivados de un enfoque narcisistas de la vida eso dice Han.
Que buena parte de nuestros problemas, de nuestros problemas de vida son los
derivados de un enfoque narcisista de la vida. Y aparece un concepto rudo
compartido por todos, por ahí se filtra entre las palabras de Chul Han aceleración,
mercancía. Van cayendo como fichas de domino. Ausencia de poder real. Hasta que
cae un concepto central en su autonomía, en la mirada autónoma con que mira nuestro
mundo, y el suyo propio. Exceso de positividad, él le dice positividad a lo
interno, a lo mismo, la mismidad. Ausencia de negatividad, él le dice negatividad
a los otros, el afuera. Los distintos. La distintividad. Lo otro dice Han, ha
desaparecido. Y después dice algo muy inteligente, ha habido un cambio
silencioso de paradigma, donde la sociedad no se pude analizar con los viejos
analistas de la sociedad, y sin decirlo se instala el como uno de los nuevos.
Esto claro, es puramente analítico en su análisis, y no es para nada
narcisista. Porque él no va a caer en su propia trampa, el cree con razón que tenemos
un problema narcisista. Sobreabundancia de lo idéntico. Hay mucho de lo mismo.
Y atrás le caen dos construcciones bellas por lo claras
Enseguida Han mueve un poco la
cabeza y cae una definición bella en cacofonía, pero triste en la verdad.
Sociedad del cansancio y sociedad del rendimiento. Eso somos para Han. Para prepararnos
en esta sucesión de frases donde trepamos a Chul Han como una montaña simbólica,
para decirnos lo clave. Han nos dice hemos sustituido la explotación por la sobreexplotación
¿Qué? Sí, eso. Y es ahí donde al gran Han se le ve un poquito de marxismo si se
me permite decir esto ¿Es Han un neo marxista? No sé, no creo, un poco poe ahí
si. De hecho es un seguidor de Hegel, y también lo era Marx, que era un
continuador de Hegel, pero se le ve un poquito de marxismo en una de sus definiciones
claves. La fuerza económica es una fuerza
de rinde, rendir mas, y ha descubierto que las personas rinden más si se cambia
la explotación externa por la sobre explotación. Y en eso estamos, dice Han. Y ahí
si cita a otro marxista, Foucault y dice, ya no es el tablero de juego de ajedrez
que describía Foucault. O sea, dice, no hay más sujeto de obediencia sino de
rendimiento. Es bello en sus palabras Han, todas esas palabras, frases,
conceptos que se le salen de la manga del saco, son bellas suaves, como todo
oriental y esclarecedoras.
Y los más importante Chul Han nos habla como
un tío ilustrado en una mesa de asado en una reunión familiar en cualquier esquina.
Pero desde ahí nos dice: El sujeto ya no existe porque no está sujeto por nada,
es todo interno, no hay nada externo. Para que haya sujeto tiene que haber
externo. Pero eso no lo hace libre, todo lo contrario. Hay un dispersión
absoluta que ha deshecho al sujeto. Han habla de un sujeto desecho. O sea, Han
habla de vos y mi desechos ¿Entendemos lo que nos dice? Han habla, sin nombrarlo,
de un ser roto. Entonces Chul da un pasito más adentro suyo, se saca un par de
frases de la galera y nos dice. Nuestro problema ya no es histérico sino
narcisista. Y dice algo que cae como una bomba, junta dos cosas difíciles de
juntar, la violencia como concepto, y lo neuronal como concepto, y dice que lo
que padecemos es una violencia neuronal, que nos la ejercemos nosotros mismos.
Entonces ahí es donde empieza Han a hablar de cosas del futuro, de una
existencialidad futurista, porque nos mira desde la sociedad anterior, pero acá
viene lo interesante. Nosotros también nos miramos de una sociedad anterior. Y
dice: Este es un sistema donde no hay adentro ni afuera. La revolución es imposible
porque no hay otro. Y cuando ya estamos hasta las rodillas en lo moderno, la filosofía,
el marxismo, el psicoanálisis, y la existencialidad futurista Han nos introduce
la magia y habla de un concepto maravilloso pero triste. Habla de un hechizo,
dice que acá hay un hechizo, pero que es un hechizo del rendimiento. Nos ha
hechizado el concepto del autorrendimiento.
La idea de tu mejor versión es una trampa, que nos pusimos a nosotros
mismos en nuestra propia cara, para caer en ella todos los días. Y es donde
aparece Nietzsche en las miradas de Han y no habla del superhombre sino de una
idea más triste, el último hombre. Algo así es la cita: La tierra se ha vuelto pequeña
y sobre ella da saltos el último hombre que todo lo empequeñece. En esta
mirada, querido, el último hombre somos usted y yo
Y cuando esta todo terminado
der analizar es cuando Han se acomoda, se relaja y nos da algunas soluciones,
que son más simples que el análisis. Y aparece en Han por primera vez una
palabra que uno jamás creería que iba a aparecer en Han. El amor, el amor del
otro, el amor del otro como la negatividad, como algo diferente que entra en
est6e sistema que actúa de ciénaga simbólica a la que no vamos a poder escapar
solos. Pero si bien viene otro nosotros le tenemos que dar algo al otro, contemplación,
tiempo, observación, respeto. Esto tan oriental que tiene Han, un sentido
oriental de como tratamos al otro. Y ahí pide para todos nosotros, y escapar de
la trampa, algunas cosas bellas como alguien tumbado al sillón pidiéndole cosas
a Papa Noel: Pausa, silencio, contemplación, y la narración de nuevo. Han, después
de pedir amor, o en el marco del amor, pide contemplación. Entonces pide una revolución
del tiempo, y dice que la revolución del tiempo debe producir el tiempo del
otro.
Y hasta acá llegamos metiéndonos
adentro e Chul Han, lo dejamos a ustedes descubrir lo otro
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