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miércoles, 26 de julio de 2023

La casa de un Ángel (de Martina Guanini)

 

Ángel estaba tomando té en su salón, leyendo un libro, hasta que escuchó algo en alguna parte de su gran casa, dejó su taza ya vacía en la mesa de enfrente y cerró su libro; se puso de pie, dirigiéndose al piso de arriba. Escuchando el ruido cada vez más cerca, no era la primera vez que alguien se metía en su casa pero preferiría que al menos no se escondieran.

-          Y al fin te descubrí- dijo con un tono monótono, viendo a un hombre escondido o intentando esconderse dentro de un ropero.

-          ¿ Que hace usted aquí?- preguntó al polizón con su mismo tono de voz vacío.

-          No sé, estaba en casa y de la nada aparecí acá- dijo asustado, no quería salir del mueble por temor; Ángel comprendida eso, el hombre veía a una cosa humanoide tan blanca como la leche, de gran altura y con ojos y boca negros, solo tenía dos puntos blancos que hacían lucir a dichos globos oculares mínimamente vivos y aún así podía decir que alguien con solo media capacidad mental tendría el instinto de huir.

-          Me quiero ir a casa-

-          Va a tener que esperar, ¿quiere tomar té?- dijo mientras salía.

Puso agua a hervir en su cocina, el hombre se sentó en el salón, y se levantaba y se volvía a sentar, repitió ese ciclo hasta que se puso a mirar por una ventana. Ángel puso el agua en una tetera y se acercó al salón.

-          ¿ Que hace?- preguntó el ser blanco.

-          Disfrutando el paisaje- respondió, luego se giró para verle- ¿ Que sos?-

-          Un ángel –

-          ¿Y que hago acá, me morí?- empezaba a desesperarse, podía sentirse en el aire.

-          No tengo respuesta para eso- dijo con su clásica monotonía y una cana sin expresión.

-          ¿ como te llamas?-

-          Me dicen ángel-

-          ¿ Y esto es el cielo, el paraíso?

-          No, no estado en el cielo desde hace mucho-

-          ¿ Te podés mudar del cielo?-

-          No exactamente, me echaron de allí-

-          …¿ Sos el diablo?

-          No, tal vez, ¿ Que es el diablo en si?-

-          Un ángel caído, un demonio-

-          Según esa lógica puedo serlo, ¿ Y usted qué es, un mamífero, un mono?-

-          Un humano, un hombre-

-          ¿ Que es un humano en si?-

-          No sé, un mono con inteligencia híper desarrollada, el animal más inteligente dicen-

-          Egocéntrico que se consideren tan inteligentes-

-          Bueno no ví otro ser más inteligente que el humano-

Un silencio sepulcral cayó en la habitación, el hombre se dio cuenta de su error y le pregunta- hay otros seres tan inteligentes como el humano?-

-          Si las hay, y las habrá o quizás no las haya nunca, hay muchas criaturas pero el futuro es incierto, tengo muchos conocidos y todos estamos atascados en ese bello paisaje de la ventana; somos prisioneros-

-          ¿ Entonces estoy atrapado acá?-

-          No tu camino a casa debería volver a aparecer, los otros caminos son otra historia- dijo ángel mientras servía el té para ambos.

-          ¿ Y quiénes son tus conocidos?- preguntó el hombre, tomando de su taza con precavida gratitud.

-          Seres que no son humanos, pero todos queremos irnos- dijo terminando su taza.

-          ¿ Y a dónde van a ir?-

-          No lo sé, pero preferiría irme, salir, algo que ustedes humanos no valoran- dijo con la voz inexpresiva, pero entre toda esa monotonía el humano logro captar el anhelo y el desprecio.

-          ¿ Que es lo que no valoramos?- preguntó dándole otro sorbo a su taza.

-          La libertad, el libre albedrío, hay gente que se encierra y no sale, cuando otros matarían por eso-

El hombre se puso muy nervioso y empezó a mirar a ángel con cautela, Está se volvió miedo cuando le sacaron la taza de las manos.

-          Tu camino a casa llegó- y lo empujó hacia atrás, con el desapareciendo al tocar el suelo.

-          Aunque he renunciado a todo, a la esperanza de que algo mejore, a salir de esta casa que llamo prisión, me atrapa lo desconocido, saber que hay más allá, en el carrusel del mundo, todos girando y nosotros mirando desde afuera, en vano intentamos entrar, tener paz; la paz que tanto me esquiva-

Decía ángel llevando las cosas a la cocina para lavarlas; hasta que escuchó unos golpes en la puerta, está se abrió, y logró por los pasos de uno de sus conocidos.

-          Hola ángel, ¿ Que haces?

-          Bailo con el viento… estoy lavando las tazas de té-

-          Ok, te traje comida para hoy-

-          Gracias- dijo con una gratitud silenciosa en voz.

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