Corren días difíciles, acabo
de pasar una semana se día de brujas muy particular. Una semana antes tomo
todos los trabajitos que le habían tirado a las personas para dañarlas, los
meto en mi cuerpo, y se los paso a Dios. Eso me habilita a trabajar así no solo
toda esa semana sino para siempre, ese don me fue regalado para siempre. El
domingo además de tomar trabajos y entidades todo el día en mi cuerpo y
mandárselo a la luz, a Dios, lo hago a la noche, justo antes de las 12, tomo
muchas almas de accidentes que estaban perdidas, las meto en mi cuerpo y las
toma Dios, es van para arriba, pero es producto de otro relato. Sigo todo el
lunes canalizando y limpiando trabajos en contra mío en gran parte y de gente
de mi entorno. En un último intento de ataque del muñeco vudú limpío (Quiero
poner limpio y se pone sale- quiero poner solo y se pone sola- quiero poner
solo y se pone sola- sale- limpío, que por cacofonía se lee impío. Yo sé quién
es él de muñeco vudú pero ahora su muñeco paso a ser un chiste, no es ni
siquiera importante saber quién es porque no es importante él ni su muñeco)
para siempre su existencia, pero eso es parte de otro texto. Camino unas
cuadras canalizando y ya no limpiando sino observando con el tercer ojo como mi
alma gemela limpia algo, que terminó limpiando, yo paso por las dos clínicas a
tomar daños que les habían hecho a las personas para sacarles un poquito y
perderlos en la tierra, vuelvo a mi casa, y los Dioses con los que hablo me
muestran que tienen mucho humor, capacidad de juego y que intentan consolarme
en un día difícil. Pongo la pava eléctrica para tomar mates. Me pongo a esperar,
miro la pared y mis ojos se depositan en la frase que dice “más voluntad” que
me la hacen mirar cuando quiere que le ponga más voluntad a algo. Yo acabada de
trabajar 17 horas del día de brujas limpiando cosas de todos, y 10 horas esta
otro día limpiando más cosas. Son muchas
horas de una atención constante, le hablo al universo que canalizo. Más
voluntad no puedo tener, no entiendo, lo que me dicen. La pared me vuelve a
decir “Más voluntad” Mis ojos de nuevo se depositan en “Mas voluntad” Busco, no
entiendo, discuto. Nunca contradigo las instrucciones blancas pero las charlo,
pregunto, hago llegar mi perplejidad a veces, muy pocas veces, muy pocas, las
charlo un poco. La pared me sigue respondiendo “Mas voluntad” Vuelvo a mirar y
una y otra vez los ojos se depositan en la frase que dice “Más voluntad” Como
puede ser que me pidan más voluntad? No entiendo que más tengo que hacer “Más
voluntad” De nuevo. Como la pava no suena me voy a fijar si falta mucho, y me
encuentro con que estaba apagada,
No había apretado el botoncito
de Mate. Había hecho todo, había puesto el agua, preparado el mate, pero me
había faltado lo más fácil, apretar un botón, un solo botón (Eso dice mucho
también, yo no apretó el botón de mate ¿Será el de mi muñeco vudú ese botón?
Soy un sanador) Tenía razón la pared, me faltaba más voluntad, había tenido
casi toda, pero me faltaba casi nada, pero más voluntad. Lo maravilloso de esto
es que me lo dijeron en el formato de un chiste, y es la primera vez que me
hacen un chiste. Sonrió, les aplaudo la maestría a las vibraciones altas. Y
pregunto si ese botón que me falta apretar es el de el enter de este texto, si
puede reemplazar a ese botón, Me dicen que sí, es el aprendizaje materializado,
la idea realizada
Es el botón del enter de este
texto publicado. Enter no es mate, es entrar. Entro, lo que están esperando
hace 8 meses, pero solo entro, sin
trampa, y cuando se lo merecen. No era a mí que la pared me decía más voluntad
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