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martes, 25 de octubre de 2022

80 2. El día de brujas y el Arcángel Gabriel


Un mes del día de brujas caigo en cuenta que un mes después va a ser día de brujas. Una muy buena amiga, y una mujer de la luz publica que le habían raptado los dos gatitos y que los iban a usar el día de brujas. Le ofrezco ayuda para encontrarlos, pero a pesar que intento ayudarla, no consigo hacer que lo encuentren. Sí, me llega la información que uno no estaba más y el otro aún estaba. Unos días después de eso, un buen amigo, una persona de la luz (De algún modo estamos los tres relacionados, y estuvimos todo el mes triangulando luz entre nosotros) me hace caer en cuenta lo importante que es el día de brujas para aquellos que confundidos hace trabajo en contra de otras personas, otros destinos, otros karmas, otros dharmas. Enseguida de eso energías que canalizo me hacen saber que ese día tengo que trabajar todo el día contra los trabajos, luchar todo el día para disolverlos y que no les lleguen a sus víctimas.

No es sino hasta unos días antes del día de brujas que me dicen cómo debía trabajar. Solo sé que debía trabajar en mi terraza, pero no como. Cuando me llega la información no me sorprende, es algo que vengo haciendo. El día de brujas decía subir a la terraza, absorber en mi cuerpo todos los trabajitos que le iban a tirar en este día a las personas y pasárselos a Dios, que él los iba a volver luz. No supe en esos días como iba a hacer eso.

Hoy día de brujas, un día muy difícil para mí, que viene siendo muy difícil desde ayer no me olvido de la misión dada, que había que cumplirse sí o sí. Al mediodía paso por la Clínica Centro, abro mi campo energético y tomo un pedacito de las enfermedades que puedan darma (Quiero escribir darme y se escribe darma. Lo dejo y acá pongo que quiero poner darme) Recibo un par de imágenes, un par de conexiones, un par de dolores, un dolor en un costado de la panza, algo fuerte en el pecho de un hombre. Paso la clínica y lo descargo en el piso. De vuelta a mi casa paso por la Clínica Villafañe y pido un pedacito de cada angustia, desborde, tristeza, luz apagada que puedan darma (de nuevo quiero poner darme y se pone solo darma) sin romper ningún karma. Igual que la clínica anterior paso bostezando y limpiando. Cuando paso la clínica lo descargo en el piso. De regreso de ambas clínicas, que hacen saber que no había absorbido nada, y que estaba todo más luminoso. Ya a esa altura sabía a qué hora tenía que subir a la terraza a tomar en mi cuerpo lo enviado a otros. A las 4 de la tarde. Antes de las 4 tomo un baño de bañera, en la bañera se me convence que haga otra cosa, también vinculado a la luz. Pero cuando salgo de la bañera las palabras de la pared contradicen eso, y me mandan a la terraza. Subo a la terraza, camino por la terraza con el celular en el bolsillo. Con el celular en el bolsillo pasa algo raro, se van poniendo pedazos de música solo, comienzos de temas de YouTube, yo los voy escuchando, pero no llegan a sonar nada, se ponen y se sacan solos. El primero es La Bifurcada que se llega a cantar un poquito, los otros solo escucho la música, se van pasando solos, como se pusieron, sin que toque nada, pasan distintos comienzos de temas 4 veces, hasta que llega a uno que se deja solo y suena completo. Me doy cuenta de la música del comienzo, me doy cuenta cuando escucho la musiquita que se va a dejar toda, me doy cuenta, me doy cuenta que es mágico, me doy cuenta que tiene que ver con lo que voy a hacer. El tema es de Fito Páez Yo vengo a ofrecer mi corazón, pero cantado por León Gieco (ahí está leo, de leo y ahí está el tigre de mi horóscopo chino, y ahí está el felino. Hoy mi gata Saphira estuvo todo el día entre la puerta de entrada y nosotros, acostada todo a lo largo en la puerta de entrada de la calle, tapando algo que puede venir de ahí) Empieza el tema y escucho las primeras frases “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón. Son las cuatro de la tarde, es mi señal, el tema me guía, voy a ofrecer mi corazón. Me paro en el medio del lamiplast blanco donde siempre hago taichí. Saludo con el saludo de taichi, después saludo con el saludo de chicun. Abro las piernas un poco más que el ancho de hombros, preparado para recibir algo grande, abro las manos al costado del cuerpo. Y el cuerpo ya no es mío. En ese momento digo “Tomo en mi cuerpo para derivarlos, o bifurcarlos (el primer tema fue La Bifurcada) todos los trabajitos y los males que hoy les tiraron a las personas, para proteger por ambos lados, a los que los van a recibir, y a los que por error los tiraron. Los pido para mí, en mi cuerpo, pido toda esa energía. Mi cuerpo se abre hacia atrás y hacia arriba, los brazos hacia los costados bien abiertos como alas, el pecho abriéndose cada vez más a medida que recibo los trabajos, el chacra cardiaco trabajando. Veo los trabajos venir de distintos lados de la ciudad como una nube negra o pequeños humos negros, con el tercer ojo. Se me van metiendo y me llenan. A medida que se me meten la mano izquierda primero me empieza a picar, después a temblar, después a doler, después toma una energía que no parece ser la mía. Estoy todo abierto, la mano abierta repiqueteando y doliendo, el pecho todo abierto, el tema  musical sonando solo (Yo vengo a ofrecer mi corazón) Se abre adelante mío una gran portal, una mano gigante me levanta en la palma, adelante aparece una cabeza gigante, Dios, abre la boca y sopla para adentro todos los trabajos que yo tengo en mi cuerpo, aspira toda la negritud que habían bifurcado a través  mío y que yo tenía adentro. La negritud sale completa, mi mano deja de picar y dolerme. Después lo sopla y caen a modo en ángeles de la luz a la tierra, a ayudar a todos, el día anterior me había avisado que iba a pasar eso, llegar muchos angeles extraños y mágicos, antiguos, muy poderosos, a ayudar. Después voy volviendo a mí, enderezándome. El trabajo termina, saludo, agradezco, justo en el mismo instante en que termina el tema musical, ni un segundo después, ni un segundo antes. Me acomodo, me muestran que tengo que tomar agua. Pregunto si quedó algo adentro, me dicen que no. Bajando por la escalera veo una nube que tiene la forma perfecta de un ángel. Me dicen que es un arcángel. Vuelvo a mi casa y las palabras me hablan de trabajo terminado, brillante, gracias, bendiciones, notable, Dios, luz. Lo último que me dicen hoy las palabras es que escriba y publique. Escribo, publico, corrijo, y ahora sí, termina el trabajo de la luz de desarme, en este mismo momento en que estás leyendo esto, lo terminas de desarmar vos. Todo el día me había estado mostrando la aureola de naranja más alta que tiene el icono del jugo Cepita. Es la aureola del arcángel Gabriel

Todo el tiempo en este día, en distintas miradas que voy teniendo, por ejemplo, mostrándoseme solo la silaba ma, del paquete de azúcar Ledesma, se me va mostrando y diciendo que mi madre está trabajando este día hoy conmigo. Mi madre y la virgen. Corrijo como última cosa la foto de perfil de faceb y me saben saber que quieren que ponga la foto de mi madre, la pongo

Termina este día

 


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