En las sesiones de reiki se
trabaja con múltiples dimensiones, el trabajo es sobre el cuerpo astral, el
cuerpo astral tiene los pies puestos en varias dimensiones a la vez, se toca,
se junta, se reúne y se mancha con el cuerpo físico y el cuerpo emocional, el
cuerpo tántrico, y el cuerpo Terabada, o del budismo terabada. Sobre todos esos
cuerpos a la vez trabaja el reiki, pero más que nada sobre la coordinación de
todos los cuerpos a la vez, la armonía de todos juntos. El vínculo de todos los
cuerpos coexistiendo a la vez. El reiki es un método interdimencional, es el método
de la dimensión que se están gestando ahora. El amigo le pidió el reiki, él le
dijo que si. Conectó y le dijeron que tenía bloqueado el chakra raíz, el chakra
tercer ojo y el chakra laríngeo. Abrió su aura y conecto con el aurea de el que
se extendía casi hasta la suya, siendo que la suya se ampliaba bastante. Ahí bostezo.
Despues de la sesión escribió la sesión
“Se acostó en la camilla, tomé
posición en los pies, convoqué a que energía elevada nos quería acompañar, se
presentaron María, los Arcángeles Gabriel y Rafael, Jesús, y un nombre que no
esperaba, José. Empecé tomando posición el cabeza, mantré en Sei He Ki alargado,
aparecieron unas entidades al lado de él, del lado de los pies. Abrí mas mi
aura, pedí que pasaran por mí, los tomé en mi cuerpo astral, y los elevé.
Arriba nuestra en un agujero de gusano, los elfos de la montaña tomaron la energía
que estaba equivocada y estaba parasitando. En todo ese proceso bostecé muy
fuerte y sentí como algo que me atravesaba. Volví a mantrar el Sei He Ki
alargado, ahora dejamos el lugar y en la camilla nos trasladamos a otro tiempo
y espacio. Estábamos en el espacio, se veían naves galácticas, planetas,
estrellas y el espacio profundo. Nosotros estábamos en la camilla en medio de
ese espacio profundo. Después volvimos con la camilla el cuarto de sesión, con
la mano izquierda, que es la sensitiva, fui posando chakra por chakra a ver si
estaban desalineados. En todos bostecé, en todos había desalineación. Tomé
chakra por chakra el daño y la desarmonía, la pase por mi cuerpo y la elevé a
los elfos de la montaña. Cuando ya no bostecé en ningún chakra, trabajé sobre
el plexo solar, le saqué unos parásitos de la energía que tenía ahí y que eran
bien largos, uno muy largo, y dos más cortos, los elevé hacia los elfos de la
montaña, que lo tomaran ellos. El canal Shushuma se abrió del todo porque vi un
haz de luz pasar por el medio de él. Le di reiki que un Sei He Ki en cada lugar
para ayudarlo en la relajación general. Le fui diciendo como un mantra las
palabras que le canalizaba, que eran importantes para él, y de a poco fui
terminando la sesión. Agradecí las energías elevadas que nos habían acompañado
y ayudado en la sesión y terminamos. Le pedí que volviera muy de a poco, muy
despacio. Después me dijo que se había sentido muy bien en la sesión y había quedado
muy relajado. La había sentido un poco mágica también
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