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lunes, 19 de septiembre de 2022

80. Capítulo 4. Calquín

 

Calquín 1

 

Estoy mediando el primer año de pandemia. Un agosto de calorcitos, pasaron un montón de cosas, entre ellos que la pandemia, el desorden general de la pandemia, el desorden psicológico de la pandemia, esa pérdida de la estructura anterior que nos sostenía se había llevado a mi vieja hacia un par de meses. Los calorcitos nos salvaban en una pandemia que aun tenia cosa difíciles para mostrar y cosas para mover. Yo hacía rato tenía una relación particular con los pájaros. Todas las noches les tiraba comida en los patios y la terrazas, pan o masitas, me lo habia enseñado una amiga que habia hecho eso mismo conmigo muchas veces. Se la cortaba o se las pisaba, la tiraba chiquita, para que comieran fácil y muchos. O sea, se las cortaba, o trozaba o pisaba, como si fueran hijos, o simplemente alguien que necesita que le pongan la comida más chica. A eso me había llevado una técnica aprendida de mi maestro de meditación, ponete en el lugar del otro, en sus zapatos, para saber que le está pasando, que necesita y como lo podés ayudar. Ellos necesitaban la comida más chicquita. Y otra de los maestros de la vida, o las escuelas públicas, o los padres, trata de que al otro no le pase lo no querés que te pase. En este caso los pájaros, pasar hambre. Mas una técnica de las  universidades de comunicación social. Cuando ves algo pregúntate que más hay en eso que vez, o que ves debajo de lo que ves. Marxismo. Yo siempre los miraba y me decía a mí mismo: ¿Adónde van a dormir a la noche? Y ¿Que comen a la mañana todos ellos? Eso hizo que no resolviera la ecuación de donde van a dormir a la noche, pero si la ecuación de que comían a la mañana, para algunos de ellos. Lo que yo le iba a tirar todas las noches sin excepción desde hacía 2 y por 3 años más hasta el momento en que hago este texto. Pero eso también había aplicado una técnica aprendida de mi maestro de yoga, si vas a hacer algo, si vas a ayudar, mantene ese compromiso siempre sin interrumpirlo, como algo sagrado. Y antes de hacerlo pregúntate si vas a poder hacer eso. Si vas a poder, hacelo

Esta particular relación me da dado una particular relación con los pájaros, como las tenemos todos, pero yo tenía mi particular relación, porque yo soy yo, mi particularidad, y comunico eso. Ese día, me venía alegrando porque había visto varias veces al colibrí, que iba a flores de los vecinos, o se paraba en un alambre frente a mi ventana. El colibrí para muchos es un pájaro mágico que representa a los familiares o los ancestros que se han ido, pero siguen estando, y viene a  mostrarse, a estar o de visita.  Me alegraba verlo porque lo representaba en mi madre. Ese día estaba en la puerta de mi casa, y pasó un halcón, que suelen están mas en el campo y en el parque que hay en la ciudad. El halcón de las pampas, el caracolero. El que tiene las puntas de las alas blancas, es un poco más grande que el chimango, vuela más alto, y con un volar más sereno. Y no hace el grito agudo del chimango, sino que hace un ruido a caña o a palo de agua grueso. Había aprendido a detectarlo porque todo esto me lo había contado un amigo mapuche y me había dicho el ruido que hacía. Paso delante mío. A mí me gustaba verlos porque me había dicho mi amigo que representaba el espíritu de la tierra en general, un gran espíritu protector y/o armonizador. o algo así, perdón acá mi falta de justeza. Y me considero que tengo una buena relación con ellos, los veo, los respeto, y he encontrado que me han acompañado alguna vez o me han mostrado para ayudarme a entender algo. Ese día pasó uno, y se paró en el techo de un vecino de mi barrio, una muy buena persona. Hasta ahí todo normal. Lo atípico fue que con el halcón parado ahí, al lado de él, a su derecha, y pegadito como si fueran compañeros, subió hasta la altura de su pecho colibrí, a cinco centímetros de él, los dos mirando hacia mí, mirándome con claridad y de manera sostenida. El halcón se quedó quieto parado y el colibrí detuvo el vuelo en el aire pegado al halcón, los dos hacia mi casa, a la altura del pecho del halcón. Los dos estaban juntos, pero ninguno de los dos considero al otro ni una amenaza ni una debilidad. Estuvieron unos minutos así. Los dos comunicaban algo. Fue una escena disonante y bella ¿Qué comunicaban? ¿Hablarían de la fuerza y la suavidad? ¿De la suavidad de la fuerza? ¿De la fuerza de la suavidad?  ¿De las clases de magia diferente? ¿De lo nuevo? ¿De lo grande y lo pequeño, lo grande en lo pequeño y lo pequeño en lo grande? ¿Lo diferente? ¿La aceptación de lo diferente? ¿El amor? Queda para ustedes. Los vi, los observé, los respeté, tomé el mensaje, que me quedó ahí adentro, esperando a ser entendido, agradecí el amor hacia mí, y entre a mi casa.

Hay veces que nosotros caminamos apurador, o enojados, o enajenados, y de repente vemos pasar volando un pájaro, en el momento en que lo vimos ya no estamos apurados, ni enajenados ni enojados, sino no lo veríamos. Los pájaros con su vuelo nos vuelven a nuestro vuelo. Es volar juntos, pero de otro modo

 

 

Calquín 2

 

Está terminando el segundo año de la pandemia o empezando el tercero, atravesamos abril de 2023, con mucho esfuerzo termino los ejercicios del primer mes del curso de reiki chamánico, de la escuela de reiki en la que me estoy formando. Llegué hasta la maestría con facilidad y disfrute, pero la formación de reiki chamánico me está costando. De todos modos la escuela me tiene paciencia, me da mucho tiempo y termino el primer mes. Envío la devolución de los ejercicios del primer mes y mandan el cuadernillo del segundo. Agradezco haber terminado con esfuerzo. El segundo mes es una belleza, animales de poder, todo tipo de limpieza, altares, limpieza con sonido, trabajo con plantas y flores, talismanes. La escuela de reiki en la que me formo mezcla reiki con yoga con chamanismo porque sus maestros estudiaron, se formaron y ejercieron todas esas técnicas y ponderan el desarrollo de la intuición y la búsqueda personal dentro del sistema, pero ampliando el sistema

Voy a la parte de animales de poder, ya había escuchado sobre animales de poder. Leo. hay que conectarse con la situación, con la búsqueda, el animal de poder se va a manifestar, dice el ejercicio más simple y más rápido. Después hay otros más profundos. Yo no tengo dudas cual es mi animal de poder, el Calquín, que está pasando todo el tiempo cerca mío en momentos en que la necesito, el águila para los mapuches, para los occidentales como yo, el águila caracolera de la pampa, la que hace ruido a caña o palo de agua. Aunque soy tigre de agua en el horóscopo chino y este es mi año, no tengo dudas que el animal de poder es el Calquín. De todos modos, como soy tigre de agua, me voy bañar. Mientras me estoy bañando y pensando en los animales de poder me pasa algo raro, atípico y bastante fantástico. De repente por debajo de los dos brazos de manifiestan dos brazos más, azules, me sorprenden un segundo y me dejan extrañado. Los veo, mis ojos los ven, salen y hacen un movimiento arabesco. No los siento en el cuerpo, pero los veo con los ojos. Me sorprende, no lo espero. Dura unos segundos, y después se van. No lo invento, no lo imagino, lo veo, y no lo esperaba ver. Enseguida asocio, varios brazos, azules, Ganesha. No es la primera vez que duchándome en esa ducha me aparece la idea de Ganesha, es la segunda. Salgo del baño, busco la imagen de Ganesha, el animal que es Ganesha es un elefante. El apunte tenía razón, el animal de poder se iba a manifestar solo cuando uno lo esté buscando o esté conectado con la idea. Me queda claro, además del calquín, mi animal de poder es el elefante. Tiene característica parecidas. Los dos son mis animales de poder. Cada uno tiene sus animales de poder, si busca o conecta se le manifiesta

A esta altura de la escritura de los recuerdos y la desgravación de visualizaciones no tengo dudas que estamos hablando de distintos sistemas combinados en una cosa nueva, alimentados entre sí, coexistiendo y colaborando. Todos los cielos en un mismo cielo.

Agradezco a la información y a los animales de poder, además del tigre del agua, animal del que soy parte en el sistema chino, al que adhiero también. Todos los cielos en un mismo cielo

 

 

Calquín 3

 

Transita el tercer año de la pandemia, primero días de julio. La noche anterior me había parado ante la iglesia y había escuchado instrucciones de Jesús y la Virgen. Esa misma mañana uno de los textos que había hecho había sido sobre eso. El otro texto había contado la experiencia que había tenido unos meses antes sobre los animales de poder, Ganesha y el calquín. Había hablado de que uno de los animales de poder era el Calquín. La noche anterior hablando con la virgen me había dicho que tenía que tener un hijo, me había hablado de mi alma gemela. Estoy en el parque haciendo taichí y chickun, hago la forma 8 completa dos veces del sistema de chinkun.  Entreno la parte que puedo entrenar de la forma 24, los primeros movimientos que me alcanzo a acordar. Entreno la forma de los animales que me alcanzo a acordar de la forma de los cinco animales, hin sin sin, del sistema Chi kung. Hago completo el tigre y el ciervo, una parte del oso, una parte del mono, y completo el pájaro. Termino y me voy caminando para irme a mi casa. Una voz que me dice que me meta por el parque, me meto, atravieso el puente que divide las dos partes del parque, distraído mirando cosas veo que adelante mío va caminando el hermano de la mujer que es mi alma gemela. Tiene casi mi mismo nombre y tiene mis mismas iniciales. No lo alcanzo a ver a tiempo sino lo saludo, fuimos compañeros de secundario dos años, cuarto y quinto. Un gran compañero, elegido como nuestro mejor compañero. Yo quedo caminando atrás de él. Veo una llamada de mi papá, que tiene el mismo apellido que yo mi alma gemela y el hermano de mi alma gemela. Lo llamo, hablamos, me dice que leyó el texto de Jesús y la virgen, me felicita y me habla un poco de religión. En diez días se va a casar con una mujer que profesa otro acercamiento a Jesús y la virgen y son muy creyentes. Hablando con él, llego a un puente que está a mitad del parque, para salir hacia la ruta y Junín. Una voz me dice que cruce por ahí. Quedo a la vera del puente. Termino de hablar, en el momento en que termino de hablar justo miro para la pista, veo de casualidad que el hermano de mi alma gemela, va exactamente por la mitad de la pista, del otro lado. Empiezo a salir por el puente, justo viene un calquín, junto con él otro calquín. Los dos se frenan en el árbol que esta al costado de ese puente. Por ese puente yo no había salidlo nunca. Ese árbol no lo había visto nunca. Veo que frenan en el árbol, y cuando veo donde frenaron, veo que arriba de todo, están en un nido. Por primera vez en mi vida veo un nido de Calquín. Una pareja, dos calquín y un nido. La virgen me había hablado la noche anterior de tener un hijo con mi alma gemela. Me meto hacia la ciudad. Todo el camino hacia la ciudad, todo, los números, las palabras, las frases, todo lo que fui mirando, me fue hablando de mi alma gemela. Esa misma mañana había hecho un texto sobre los pájaros, en donde estaba el calquín y un colibrí. Y había dicho en el texto que una de las cosas que me preguntaba de los pájaros era donde iban a dormir a la noche. No pasaron 7 horas, que los mismos calquines me lo mostraron, por primera vez en mi vida. Gracias. Les agradecí en el momento, y les agradezco ahora. Dicen que en este nuevo universo hay que pedir y la cosa aparece

 

Calquín 4

 

Transita el tercer año de la pandemia, mediados de septiembre. Acaba de llover un poco domingo y lunes después de unas semanas de sequía. Es un año seco, la lluvia, si bien poca y en forma de llovizna, cambia un poco el clima. Hago los balances de los textos de 80. Tomando un consejo que escuché los aúno en temáticas y los voy publicando mientras defino este y otros libros que voy a publicar solo en autopublicación, siguiendo mi intuición y mi ritmo, tiene muchas más posibilidades de llegar a más gente de ese modo que del otro. Compilo los textos de los calquines. Me acuerdo a vuelo de pájaro en todos los momentos difíciles en que los calquines me pasaron por encima de la cabeza. Meses antes de la pandemia salí de mi casa a hacer reiki a una casa donde la energía estaba difícil y la necesidad de reiki era mucha. Un maestro chaman me había dicho que para hacer ese reiki convocara a energías altas y mis ancestros. Ese día, cuando salgo a hacer ese reiki, cuando paso por una de las plazas de mi infancia, la de trenes, la plaza donde me crié, donde tenia el hotel mi abuela y donde estuve toda la infancia y adolescencia, el calquín me pasa por arriba de la cabeza y se dirige al lugar donde estoy yendo yo. Un par de años después, de nuevo salgo de mi casa a hacer un reiki y una iniciación a una situación difícil, alguien que necesita reconectar con la energía del calquín. Salgo para su casa, el calquín me pasa por arriba de la cabeza y se va para ese lado. Vuela conmigo, o yo camino con él. Meses después de eso, voy a encontrarme para estudiar con la mujer que es mi alma gemela en este mundo. La espero en la plaza, el calquín esta al lado mío, come un poco de carne. Es raro, el calquín no come carne de ese modo. Pero el calquín de todos modos está, aunque no hay armonía en esa situación y mi intuición lo nota. Unos meses después de eso, voy al parque, las cosas andan rodando y cayendo con mi alma gemela, pienso en mantener mi plan anterior, seguir en soledad trabajando hasta el final. El universo habla con el calquín, todo el tiempo en ese día van a pasar por encima de mío parejas de calquín, mostrándome en plan que se había definido para mi. Unos meses después de eso, recibo el mandato completo, dos hijas mujeres con dos mujeres distintas. Terminó de recibir la información de quien es la segunda mujer, salgo para yoga, el calquín llega volando encima de mí hasta donde estoy yo, da vuelta y se va volando para el lado de yoga. Meses antes de eso, lucho contra energías que me quieren dañar, trabajos que me han hecho, trabajos que le han hecho a otros. La lucha es fuerte de los dos lados, trabajo, desarmo, bloqueo, disuelvo, me canso, y arreglo. Termina la batalla, la pongo a mi favor, y me gano un descanso. Salgo a la calle a caminar, el calquín pasa encima de mí en medio de la ciudad. Un año antes de eso, estoy en taichí en el parque, observo si viene el calquín, y como varias veces que fuimos a hacer taichí al parque, el calquín pasa encima de mí. Hace unos días camino con mi hermana por la plaza Mansilla, pienso en el calquín, lo quiero ver, el calquín pasa por encima mío y agarra como para la casa de mi alma gemela. El calquín esta relacionado con ella, con su cultura anterior a esta vida, sus ancestros. Cada vez que lo pienso o lo deseo, el calquín pasa encima mío, cada vez que lo necesito, el calquín pasa encima mío. Lo que miro ahora en mi casa me muestra un camino, el calquín es un camino, después las palabras sentir, fe y fuerza

 


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