Viene una persona a hacerse
una sesión de reiki, mientras se la hago y le canalizo algunas cosas, ya
saliendo de los chakras superiores que trabajamos en silencio y conmigo
mantrando, charlamos, me cuenta su situación y me cuenta parte de las cosas de
su vida, experiencias muy fuertes y difíciles, que ella llevó adelante con
valentía y coraje. Le voy haciendo reiki, comentándole un poco del sistema
reiki, y que estoy haciendo y que voy encontrando en los chakras que voy
trabajándole, ya del plexo solar para abajo, y como se puede leer eso en la
desarmonización de los chakras y como más allá del reiki puede abordarlo para
que los chakras estén armonizados por algunas pequeñas acciones que podemos
hacer en el día. Le cuento algunas cosas que le voy visualizando, pero más que
nada la escucho, Estoy siguiendo un libro de reiki, de Diane Stein, que es una
biblia del reiki, y propone algo más heterodoxo que otros reikis, para ella,
pasados los chakras de arriba, y bajando, mientras hacemos reiki, si lo creemos
necesario, podemos ir charlando con las personas, pero más que nada
escuchándolas, a veces es parte del tratamiento reiki que las personas, hablen,
que manifiesten, que saquen, y hago caso de eso. Mientras la escucho y le hago
reiki pienso en como ayudarla, y trato de fabricar algún mecanismo o consejo
que encierre la ayuda a todo su pesar. Terminamos el tratamiento, nos
despedimos, se va, pero me queda la idea de que ante el caudal de problemas, es
poco lo que pude hacer por ella. También me queda la idea de que son muchos los
que están así y es poco lo que puedo hacer por ellos. En vez de hacer lo que se
debe y dejar del problema, la idea, me sigue conmigo el resto del día. Una cosa
me persigue, la idea de solucionar de golpe el problema complejo que tiene una
persona y la imposibilidad de eso. Voy de unos amigos y lo comento con ellos,
que también trabajan ayudando personas. Uno de ellos, profesor de teatro, muy
sabio, me dice: Lo que podés hacer es darle alivio. Me queda esa idea dando vuelta.
Comemos, vuelvo a mi casa, y ahí se pone en funcionamiento el universo para la
activación del aprendizaje. Me voy a acostar con mucho moco en la garganta, de
nuevo no es lo aconsejable irme a dormir, me duermo pero me levanto de nuevo
con la glotis medio cerrada y dificultades para tragar. Yo ya había intervenido
sobre el problema de la garganta a la tarde y le había pedido aun amigo,
reikista de nivel tres, que habia iniciado, que me hiciera reiki en la garganta
para desbloquear el laringio Me hace una sesion de 25 minutos. Como no había
podido yo con mi autorreiki pienso que la solución está afuera. Comemos, me
vuelvo a mi casa y cuando estoy ahí, pasan dos cosas. No puedo tragar por el
moco en la garganta, me levanto a trabajar, antes me ducho, me aflojo un poco,
me hago una respiración en vapor para aflojar. Empiezo a escribir, mi gata
Saphira da vueltas por la casa en la noche, como siempre, va y viene. Pasa por
la mesa donde estoy escribiendo y sale por la ventana hacia afuera. Yo sigo, me
relajo, se afloja un poco el cuello, leo una novela que estoy escribiendo, por
momentos me gusta, por momentos no, es un avance, pensaba que no me iba a gusta
nada. De repente, de lejos, oigo un maullido de llamado que me es conocido, es
Saphira. Salgo, no está fuera, sigo el rumbo del sonido y la veo en la casa de
la vecina de abajo, en un pasillo que tiene las dos puertas cerradas y pared
alta hacia arriba. Se había caído, quizás de la terraza como había estado a
punto de caerse varias veces. Es la tercera vez que se cae, una de un piso y
dos de dos pisos. Le miro en la penumbra y la escucho, veo que se mueve bien,
sospecho que no se hizo nada. Son las 2 y media de la mañana, no puedo bajar a
buscarla y no puedo tocar timbre, si bajo van a pensar que soy un ladrón, si
llamo se van a asustar. Lo tomo desde lo lúdico, lo considero un nuevo desafío
para mi creatividad. Le armo un sistema con la correa y un cepillo y se lo
bajo, pero está asustada y no se da
cuenta de subir, no va a subir conmigo, pero me llama. Y ahí finalmente hago,
lo dejo ser, hasta el otro día a la mañana no la puedo sacar de ese lugar, pero
si puedo hacer una leve intervención que le modifique levemente a favor la situación,
Cuando se me ocurre eso leo un par de palabras en la pared que dicen “Si”
“Claro” entiendo que me están aprobando, y hago. Agarro alimento, le tiro
alimento al pasillo, como una lluvia. Agarro un almohadón en el que todo el
tiempo se están depositando mis ojos y se lo tiro al pasillo. No la saco pero
intento mejorarle el lugar, no hago ruido, no me meto en propiedad privada, no
molesto a nadie, pero tiene comida y donde dormir. Vuelvo a casa a corregir el
texto, ya no maúlla. Y pasa algo muy sutil, muy pequeño, muy imperceptible, muy
personal, que puede ser considerado solo algo mío, pero que es algo real. Salgo del baño y veo al almohadón que tengo en
la camilla donde hago reiki y acababa de ver al derecho, está levemente doblado,
se inclinó solo mientras yo me bañaba. Entiendo que Saphira me está
transmitiendo que se había acostado arriba del almohadón. Miro el corazón que
tengo el pedazo de piedra de porla, y entiendo que Saphira tiene que ver con la
persona que representa ese corazón. Siento que Saphira me dice que está bien,
la percibo en la cabeza, percibo más que nada su tranquilidad. Enseguida miro
la caja reiki, una caja para enviar reiki a distancia, técnica de reiki, que me
acababan de regalar dos amigos esa noche, y decido hacer la otra cosa que puedo
hacer por Saphira, le envió reiki, para que esté bien, y para que el encuentro
a la mañana con la dueña del lugar sea luminoso y positivo. Y lo pongo en la
caja reiki, y le hago reiki ahí. Después me doy cuenta que esa experiencia, tan
rápida, tan decidida es una experiencia que fabrica el universo para aprender lo
que me había planteado a la tarde. Hay veces que no podemos solucionar, solo
aliviar y atemperar, pequeñas intervenciones que hacen la diferencia o no, pero
son la parte que nos corresponde. No pude sacar a Saphira de pasillo, pero le
pude tirar comida, un almohadón, y mandarle reiki. No solucionar, aliviar. Al
otro día me levanto, antes de bañarme escucho a las vecinas hablando al lado,
voy a hablar con ellas, me dicen que le habían abierto y se había ido
corriendo. La busco, no la encuentro, miro el tapial del fondo, es imposible
que salte. Concluyo que está aun en el patio, voy a buscarla, toco timbre, y
una de las señoras, la que cuida y acompaña a la vecina, la encuentra, está
escondida debajo de un rosal. La voy a buscar, se deja agarrar. La llevo a mi
casa, entro al patio interno, y no la subo hasta casa, la suelto en lugar
seguro y sobre camino conocido, ella sube sola. No tiene nada y ahora mientras
escribo este texto duerme en casa. El universo se mueve, las experiencias están
vivas y los aprendizajes urgentes. Apenas me había levantado mis ojos se habían
depositado en la caja reiki y eso me había dado la indicación que estaba bien,
que había actuado el reiki. Antes de eso, apenas me había acostado, con el
chakra laringio aun un poco bloqueado, me había pasado algo particular con mi
perro Firulait.
Me acuesto a las 4 de la
mañana, firulait empieza a carraspear , y amaga a vomitar, pero a diferencia de
siempre, esta vez no quiere bajar de la cama, lo acomodo un poco para que
vomite en el piso. Vomita desde la cama al piso y larga un hueso que tenía atravesado
en la garganta, mi laríngeo se afloja en ese momento. Había funcionado el reiki.
Yo alivio a Sapihra, Firulait me alivia a mí. Mi amigo reikista, ya nivel 3, me
alivia, y hace el primer reiki presencial de su vida, se inicia como reikista,
y yo alivio a mi amigo. Nos acompañamos y nos aliviamos, no sacamos la carga
pero intervenimos sobre un pedacito de ella, y en todo estuvo el sistema reiki.
No somos cosas fijas, somos canales, por donde ahora sí, pasa, con
determinación, la vida
Este nuevo universo va
mostrando algunas claves. Cuando dejé la situación en manos de mi amigo
reikista, se activó la colaboración, pero cuando hice eso se activó otra cosa, más
que el deseo de sanarme el deseo de que él se realice como reikista, el
altruismo. Y se activó algo más, como el altruismo es más fuerte que el
conflicto, le saqué importancia, y atención al conflicto, le quité poder. La
aceptación del problema. Cuando Firulait tomo el problema por mí, como tantas
veces, se activó otra cosa, el amor de Firulait a mí, la fuerza del amor es más
poderosa que la energía negativa. La empatía, el altruismo, el amor, la luz. Y
hubo más cosas que quedan para otros textos en esta nueva realidad que parece
ser una realidad viva múltiple mas que direccional, porque una experiencia son
varias experiencias y un aprendizaje varios aprendizajes, o sea que es posible
que el tiempo sea otra cosa o que el tiempo sean varios tiempos a la vez
operando juntos, separados, coordinando, y alguno nuevo y de lo que no estoy
seguro, quizás colaborando. Lo que le dicen multiverso, realmente múltiple
coordinándose entre si
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