"Corren por allá mis siete
años, tengo una maestra que se llama Lujan, es maestra de primario del Santa
Unión y estudia para Monja de la orden de los San Unión, es su último año de
estudio, después se gradúa de monja. Desde el primer día nos cautiva, nos da
catecismo, nos enseña a escribir. En el medio del centro de Junín, en el
colegio Santa Unión es como tener un Ángel dándonos clases. En todas las clases
tenemos la misma sensación, algo parecido a la unicidad, a la totalidad, somos
uno con ella y ella es uno con todo. Es morocha, alta, corte de persona argentino.
Ellas es la que nos dice que Argentina había entrado en guerra con Inglaterra,
nos hace rezar con ella para que termine la guerra. Ella es la que nos dice que
a los 12 apóstoles los había elegido para llevar la palabra de Dios, que ellos habían
flaqueado un poco y que Dios le había tirado una llamita a cada uno en la
cabeza para darle ánimos. Ahí es donde yo le hice unja pregunta en mi inocencia
¿Y si la llamita fallaba? ¿Si caí al piso o pegaba en otro lado? Lujan, María
Lujan, la representación de Dios para nosotros, me respondió que eso no era tan
así, que estaba bastante controlado el asunto de donde iría a pegar la llama.
Lujan era la imagen más cercana que teníamos a alguna relación con Dios,
nosotros habíamos sido tocados también por la llamita al tener a Lujan ese año.
Es ella la que nos lleva al campamento de fin de año, de dos días y una noche a
un campo cercano a Junín. El mejor campamento que tuve u sin dudas el mejor
recuerdo que tengo de mi infancia y de mi vida. Ese simple campamento, solo ese
simple campamento de dos días y una noche es lo mejor que me ha pasado en la
vida. Solo dos días y una noche, pero como es un recuerdo de una experiencia y
los recuerdos son todos sucesión de recuerdos, y esa es la experiencia, ese
campamento, que fue lo primero que me hizo inmensamente feliz es el punto más
alto de mi vida ¿Por qué? ¿Por qué estaba Dios? ¿Por qué estaba Lujan? ¿Por qué
Lujan era Gabriel? Una de las formas de Gabriel. Aun me resuena al oído la canción
que nos enseñó, y que todavía me resuena en la mente y es lo que alimenta el próximo
texto. Con lujan teníamos la sensación de un mundo que estaba dejando de ser,
pero que en ella se mantenía, y un mundo distinto que estaba empezando a ser, y
que ya empezaba a carecer de Lujanes. Lujan era el límite entre ese mundo y el
otro ¿Por qué escribo esto? Porque Lujan fue mi primer encuentro con Dios,
Lujan era Dios, y porque muchas lujanes están empezando a venir para volver a
editar ese mundo que dejo de ser"
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