Se
levanta, se pone a escribir, antes toma unos mates, saca a su perro Firu, le da
de comer a su gata Sapirha, que está amamantando, y se pone a escribir. Piensa
en que va a escribir hoy, ese día, pero ya la canalización a través de los ojos
le impone el tema. Sus ojos, que eran el mecanismo a través del cual canalizaba
miran y no dejan de mirar formas en las cosas, formas rectangulares, y cuando
se lo pone a escribir recibir la canalización de Parravicini
“En
los ángulos rectangulares está Dios, Dios son los triángulos, pero Dios son también
los falos, y Dios son las conexiones ¿Cómo no ve a Dios todos lados? Los falos
y las vaginas son el Dios mismo, o acaso eso mismo no son agujeros de gusano generacionales
transdimecionales ¿No traen de otras dimenciones seres ¿Cómo no ver a Dios ahí?
La pregunta es ¿Por qué no ven a Dios donde está Dios? ¿Cómo ver casualidad en
todo lo circular que los rodea? ¿Cómo no relacionaron su encuentro con Dios
como parte de su relación con la geometría sagrada? ¿O acaso son casualidades
tantos círculos, esto es tanto ying y yan, tanta rueda del Samsara, tanto infinito?
¿Entonces casual que todos los planetas, las estrallas sean circulares?
¿Entonces fue casual la geometria sagrada del átomo? Dios es un atomo, o en
cada atomo respitra Dios y en cada Dios vive un átomo ¿Encuentra casual la geometría
sagrada llena de triángulos y círculos? ¿No ven a Dios en cada átomo de la creación?
¿No ven en cada átomo de la creación
geometria sagrada ¿O acaso cada átomo no gira en redondo? ¿Pueden ver casualidad
en la naturaleza exacta repetitiva y geométrica de los átomos, de los protones,
de los neutrones de los neutrinos? ¿Y qué hacemos con el vacío hacia adentro y
adentro y adentro en que se puede dividir un neutrino? ¿No es acaso eso un
infinito hacia adentro, tanto como un infinito hacia afuera es este universo
que se sigue expandiendo? ¿No ven a dios en todos los triángulos del mundo?
Cada recto, cada ángulo es un triángulo. La diferencia es muy sencilla, ven a
dios donde está dios o donde está Dios ven una casualidad casi imposible de
creer. Es mucho más fácil creer que en todos esos triángulos y círculos este
algo determinado y dirigido como una inteligencia vivida capaz de hacer perfección
y repeticiones vivas, que pensar que hay una enorme cantidad de casualidades en
el mundo porque las cosas son todas iguales, y a lo que es más, circulares o triangulares.
Y además se da la enorme casualidad que cuando dos seres opuesto y complementarios,
también esta Dios ahí, se unen, pueden traer de otro lugar otro ser que pasa a través
de ellos como un canal…”
Terminó
de escribir y después cuando puso la firma de la canalización aparecieron tres
nombres
Parravicini,
el Arcángel Gabriel y el Arcángel Metatron
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