“Muchos de los trabajos en
contra de las personas no son más que maldiciones. La fuerza de la maldición
tiene la potencia de tres símbolos juntos o de cuatro brujerías, o de dos
muñecos vudù, o de 4 sapos enterrados, o de 4 congeladores, o de 6 heladeras
¿Cómo entró esa fuerza en esta dimensión
diseñada por la luz? La sombra la metió cuando se pasó de dimensión, fue un
descuido, pero se hiciera lo que se hiciera iba a pasar ¿Cómo se traba? Con la palabra. Es así, se
dice una simple frase: Destrabo y diluyo sobre el agua todas las maldiciones
que hayan caído sobre mi (ahí va su nombre completo de la persona que lo
menciona) y sobre mi familia, amigos y conocidos, que vaya al agua y barra el
rio. Con eso la fuerza de la maldición desparece como si nunca hubiese existido
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