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sábado, 26 de noviembre de 2022

Una serie de sucesos fantásticos que se metieron adentro del partido México Argentina. El astronauta y la luz. Capítulo 20

 


 

Corre menos de 20 minutos para las 4 de la tarde y tengo que salir  para la casa de unos amigos para ver el partido, pero se desde temprano que no voy a ir, me voy a quedar a hacerle reiki a la selección, lo sé porque lo sé, porque es un impulso que tengo temprano y porque pido permiso a las vibraciones altas para mandar reiki a la selección. Puede ser algo frívolo y el sistema es un sistema muy serio, pero para mi sorpresa me dan permiso, un maravilloso permiso ¿Por qué me dan permiso? Porque un triunfo puede descomprimir la presión y la angustia de muchos sufridos en Argentina, o, sea, de algún modo extraño, eso es también contribuir a la salud. Y porque, después me entero, hay mucha magia en contra del otro lado. El karma y el dharma trabajan con costados parejos. A la hora de salir la panza se me hincha como a punto de reventar, cómo lo que no tengo que comer, cómo demás, me quedo. Si no se me hubiese puesto a punto de explotar la panza no me hubiese quedado si no me hubiese quedado no hubiese hecho cosas a favor de la selección ¿Gano porque yo hice cosas? Claro que no, muchos hicieron cosas, y muchos más las hicieron en contra, pero yo cuento mi relato, donde lo del fútbol es apenas un detalle.

Antes de eso un amigo me pide que le tire las cartas del tarot a la selección, pregunto si puedo tirar, si está bien tirar por eso, me dicen que sí. Respeto el tarot y lo uso poco, casi no lo uso, pero me dan permiso para tirar cartas. Salen la estrella, el tres de espada, el 7 de basto. No es una gran tirada, pero solo se cae antes de terminar la tirada, el rey de oro, eso termina de definir una buena tirada para Argentina en un partido difícil muy difícil.

A la hora del partido no puedo salir para lo de mis amigos, mi panza explota, me tiro en la cama y me empiezo a deshinchar. Una voz que canalizo me dice que va a haber un gol de Messi a los 20 minutos. No escucho el partido, no lo veo, no lo leo, pero cada tanto miro un diario deportivo. A la altura de 20 minutos de primer tiempo escucho una voz que grita. Digo, Gol de Messi, pongo pero nada. Pasan los 20 minutos y la canalización me sigue hablando de un gol de Messi a los 20, pero ya habían pasado los 20 y el  gol no llegó, y sin embargo me siguen diciendo, gol de Messi a los 20, con una tranquilidad, con una claridad, como quien da un regalo. Pasa el primer tiempo, argentina no juega bien, y puede perder más que ganar, pero la intuición y la voz insisten en un gol de Messi decisivo a los 20. Entonces hago reiki, mando reiki. Una informacion me dice que en el Estadio Azteca se hizo mucha magia para que pierda la selección, muñecos, sol, ceniza de muertos, sapos, remeras quemadas, mucha cosa. Al final del primer partido, el anterior Messi pisa mal y casi se parte el tobillo. Hago chamanismo, uso mi aura y pido que me manden al aura todos los males que le tiraron a la selección y lo mando a la tierra. Antes del partido había hecho algo, en la compu tengo el diario deportivo y el resultado del partido aun no jugado dibujado ahí. Argentina arriba, México abajo pero sin números. Con fibrón amarillo le dibujo el resultado, pongo 2 a Argentina. Después dudo, y entre ponerlo y no y porque me parece mucho pedir no ponerle nada a México, le pongo 1, un 1 que me sabe amargo, pero se lo pongo. Aún está escrito en la computadora con fibra, y es parte de los próximos relatos. El partido sale 2 a 0 para Argentina, eso 1 estaba demás. Lo destraba un gol de Messi, a los 20 minutos, como me habían dicho, pero del segundo tiempo, yo lo esperaba al primero. Las cosas pasan, van a pasar, no como las esperás, pero van a pasar, el universo más que nada es creativo, y no determinado. Dinámico y no estático, real y no falso, mágico y también científico, tal es la verdad de los dos lenguajes que son lo mismo

 

 

 

 

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