Una de las propuestas que propone Di Marco, en el apartado 14 titulado “Cuestión de oído” donde cita Jorge Luis Borges en su frase “Si suena bien, está bien” es hacer un pequeño ejercicio de sonoridad, para darle permiso al escritor de decidir también por la sonoridad. Para eso propone “-Traigan un texto propio y prueben de anteponer los adjetivos a los sustantivos –Léanse en voz alta, escuchándose”
Al final del apartado
justifica el ejercicio diciendo: “…Sobre todo los predispondrá a corregir…”
Para cerrar el párrafo citando
el gran secreto de toda escritura pulida: “Para la literatura corre la ley del entrenamiento.
Trabajen y sigan trabajando. El día menos pensado se pueden llevar una hermosa
sorpresa. Quien lo probó lo sabe”
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