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lunes, 26 de septiembre de 2022

80. Capítulo 25. Saphira


 Shapira 1

 

Corren los primeros días de julio tercer año de la pandemia, con la pandemia ya yéndose. Firuliat hace días tiene un problema en el oído derecho, lo tiene irritado, como infectado, en algunos lados lastimados. Me imagino que de nuevo agarró algo destinado para mí. No me gusta. Yo le venía haciendo reiki, se venía recuperando. Pero algo pasa en este día, la oreja de Firulait se muestra un poco más fea, se rasca, llora, la oreja la veo peor. No lo puedo llevar al veterinario, ya cerraron todos. La miro a Sapihra, nuestra hermana gata, y le digo que me ayude a curar a su hermano Firulait, que yo no alcanzo. Saphira me mira y no me dice nada pero me mira comprendiendo. Esa noche no duerme con nosotros en la cama, duerme toda la noche debajo de nuestra cama, del lado de Firulait, debajo de Firulait como interponiéndose entre algo que viene de abajo y Firulait. A las 6 de la mañana Sapirha sube a la cama para amanecer con nosotros, como todas las mañanas. Firulait amanece sano sin rascarse. Saphitra también es sanadora. En 15 días se curaron una vez cada uno

A veces las mascotas suelen ser parte de un sistema de salud físico, psíquico y espiritual con nosotros sus compañeros humanos, y entre ellos

Firulait está más tranquilo si está sapirha. Saprihra está desordenada si no está Firulait. Cuando Firulait está en la guardería, Saphira está todo el día al lado mío, trabaja el doble, como haciendo el trabajo de Firulait también. Cuando Saphiha se va hacia los techos Firulait la mira y me mira preocupado, me pregunta con los ojos si está todo bien. Le digo que sí. Cuando Saphira viene a frotarse y hacerme cariño, Firulait viene a sumarse al cariño. Cuando lo abrazo o acaricio a Firualit, Saphira viene de donde esté a sumarse con nosotros. Cuando reto a Saphira Firulait se incomoda y se remueve quejándose. Cuando reto a Firulait Saphira me mira inquisidora y pensativa. En silencio se cuidan. Por momentos miran juntos por la ventana para abajo. Los dos duermen la siesta juntos. Cuando vuelvo a la casa están juntos. Un sillón que no lo usaba nadie, lo limpié y lo cambié de lugar, después de tres meses por primera vez se sentó Saphira. Y un día después de Saphira, dos años después, por primera vez se sentó Firulait. Saphira es chiquita, cachorra, toda colorada, atrevida, valiente, movediza, loca, guapa y muy centrada. Firuliat es casi todo negro, amoroso, cariñoso, serio, responsable, obediente, emocional, valiente, potente, centrado a su modo. Firulait es toda fuerza y amor, Saphira es toda astucia, sabiduría y amor. Los dos forman un sistema integrado conmigo. Como soy yo, solo ellos lo saben

 

Saphira 2

 


Mi gata Saphira, que me la regaló la paseadora y amiga de Firulait, Mercedes, o yo la adopté, o las dos cosas a la vez existiendo y definiendo, es una gata aun pequeña, 4 o 5 meses, toda colorada. A medida que yo voy hacia el fuego, o hacia el sol, mi gata, Saphira viene roja como el fuego. No es atípico, había tenido otro gato antes, uno solo, rojo también. Se llamó Estanislao, y tenia cosas parecidas a Saphira, una mezcla de salvajismo y domesticación, aunque Saphira es más domestica, pero a su vez mas arriesgada. Cuando llegó a mi, había pasado por tres o cuatro casas ya, y antes se había criado y pasado un tiempo por una obra en construcción. Saphira, al igual que Firulait, ya cayó dos veces, una vez del primer piso, otra vez del techo. Cayó en el marco de situaciones de limpieza energética que yo estaba haciendo y que ella había iniciado casualmente. Saphira, al igual que su hermano Firulait, es una maestra de la casualidad

Saphira al igual que los signos de esta época, combina en una sola cosa dos cosas contrarias. Es arriesgada y prudente.  Es arriesgada cuando anda por los techos, hace equilibrio y cae. Cuando se enfrenta con perros que entraron de casualidad a nuestra casa, cuando me defiende. Es prudente cuando yo voy al baño y cierro la puerta, me maúlla del otro lado para que le abra así no quedo solo encerrado en el baño. Y si no le abro no se queda tranquila hasta que no salgo, me espera en la puerta, y cuando salgo se va a hacer sus cosas. Me cuida con prudencia y con riesgo de si misma todo el tiempo. Resiste y surfea a la vez

Ayer entrenando taichí en mi terraza, hice 4 pruebas. La primera vez  hice la forma 8 con todas las luces prendidas, del lavadero y de la terraza. Vi alguna pequeña luz. La segunda vez hice la forma 8 la luz de la terraza apagada, más luces se presentaron que antes. La tercera vez hice la forma 8 con todas las luces apagadas, vi más luces aún. La última vez hice la forma 8 con los ojos cerrados. Cuando los abrí Saphira y Firualit estaban al lado mío, pegados a mí, cuidándome, porque sabían que no veía. Ellos eran las luces, estás no las vi, las sentí. Sentí su presencia bien cerca todo el tiempo

 


 

 

 

 

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