En ese
momento, llegando de atrás un poco más rápido que ellos, y saliendo de una
plantación de lavanda, flor que les encantaba a las abejas, se le sumó Recordador,
otra abeja experimentada que trabajaba con Von Frich. Apareció del costado
izquierdo, volando, alcanzó a Von Frich, el jefe explorador y Mirador y se sumó
a la charla
Recordador
era importante para la misión. Las abejas se guiaban por el recuerdo de los
lugares adonde habían pasado, en referencia con su panal y el sol y así
regresaban, y Recordador era el que mejor manejaba esa técnica. Lo necesitaban
si iban a ir a buscar a Melina. Y también los preocupaba que una de las cosas
que les afectaba era que perdían la capacidad de navegación, el poder de vuelo
y la ubicación, y eso le estaba empezando a pasar a todo el panal
-¿Cómo andan Recordador? usted es Recordador, le dijo
Von Fishc, con cierto candor
-¿No soy yo Recordador?
-Es usted ¿Qué no lo ve?
-Claro que lo sé, estaba perdido, pero ya me encontré
-¿Recordador usted
ya no recuerda?-le preguntó Von Frich
-Recordar si Recuerda, pero a veces pienso que es una
abeja que no está tan cuerda
Dijo explorador
-A veces recuerdo, y me pongo cuerdo, y a veces me
olvido y me pongo lerdo
Dijo recordador
-Nada para darle ni preocupación ni candor- agrego
-Candor, no sea flojo recordador
Para un maestro de exploración
Lo peor es la olvidación-
Dijo jefe explorador
-Que poco asistidor, señor jefe explorador
-dijo Von Fisch, y no existe olvidación
Acaso necesitan que les vuelva a hacer la canción-
Dijo el almirante Von
-La ubicación en una abeja es todo
Protestó el jefe explorador
-Bueno, a trabajar- Dijo Recordador mientras volaban y
empezó a recordar los lugares por donde habían pasado- Yo ya he pasado por acá.
Recuerdo.
Acá había una pelota de futbol,
Un jugador que era medio lerdo
y a la derecha
un arquero tirándose a atajar
y un bicho bolita que estaba por pasar-
Comentó mientras pasaban por el campito de pelota
.y allá estaba un 3 que estaba trota que te trota
-¿Esos son los recuerdos de Recordador? –
dijo incrédulo en jefe explorador,
ahora volando al lado de Recordador y mirándolo
de modo desaprobador
Pero Recordador siguió recordando
mientras todos iban volando
por encima de
la línea de cal de
uno de los costados,
pegado al carrito de helado
Recordador siguió con su aviación de mentalización
-Estamos, pasamos por el campito que jugo de la
Bochini,
A veces Merlini
el que compartía equipo con delantera Burruchaga
y lo dejaba que haga
Percudani, Barberon
Y no era ningún papelón
De arquero Goyen,
de dos Villareal, delante de le Trossero,
Ese día pasaba un pordiosero
a los costados Clausen el incansable y Enrique,
y estaba mirando en la tribuna un tal Manrique
de cinco tapón, Marangoni, y de ocho, el interminable,
Giusti el gringo
Y si hoy están todos, cantemos Bingo
- Dijo Recordador,
y todas las abejas se frenaron en el aire volando como cuando libaban de las flores y se dieron
vuelta para mirarlo. No podían creer para donde habían salido. Recordador decía
todo esto señalando con la cabeza un campito de futbol vacío, y recorriendo un
poco más adelante que el grupo, la línea recién repasada, con el blanco más
intenso
-Ha visto que recuerda cosas- Dijo von firch. Y
después dijo- Siga así Recordador,
Usted es un gran aviador
Las abejas siguieron volando escuchando a Recordador,
que recordaba cosas del camino por el que iban pasando, pero mucho más que eso.
Fue cuando Recordador dijo
-Tenemos cien metros atrás el campito donde jugó
Bochini
No nos olvidemos, con Merlini
y- y notó que algo había mal él
- De cinco Goyen- a notar el cuerpo como de papel,
a notar que los recuerdos lo abandonaban-
Y la conciencia lo dejaba
-y en el otro lado, ese muchacho que no me acuerdo,
ese muchacho que corría mucho-
De repente se sintió como mucho chucho
Empezó a sentir y decir
Que las alas se le detenían-
Y que el ser perdía
Hasta que las alas que se agitaban a toda velocidad,
se pararon completas de golpe, se vio la transparencia de las pequeñas alas que
ahora quietas parecían más pequeñas, se le doblaron las patas, como estaba
hacían adelante y hacia abajo, comenzó a caer-
Visto desde
abajo, desde donde estaba mirando la lagartija, que primero vio pequeñas
sombras que volaban en el piso, y después una de esas sombras hacer algo
atípico, se vio una abeja que caía quieta, sin mover las alas y las piernas,
casi doblada en sí misma en el aire, rebotaba en una piedra, pasaba por arriba un pequeño
charco, y quedaba tirada en el pasto alto, tapada por él
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