Comer, rezar, amar
Se pone a escribir el último capítulo
de su libro: Viaje de una perspectiva. Piensa si el título está bien. En un
mundo tan veloz, en un lector tan rápido, con tanta oferta y contra oferta son
importantes los titulo. El titulo llama a leer, el de él: Viaje de juna
perspectiva, como título vendedor no le gusta, ahora como título que describe
su propuesta le parece fantástico, porque lo que está haciendo es un viaje de
una perspectiva. Es como viaja la perspectiva, la propia, hasta cambiar
completa. Y el cambio de la perspectiva a través de un camino de evolución de
conciencia, es distinto a la modificación de la visión a través de la manipulación.
Entonces escribe:
“¿Sabremos que somos todos
perspectivas, perspectivas en movimiento y viajando, conciencias en evolución,
miradas que se alimentan de miradas y cimientan un ser ¿Sabremos eso?”
Escribe y enseguida de poner a escribir sobre los títulos:
“Los títulos son importantes, fundamentales, es la presentación del libro ¿Por
ejemplo, Triste solitario y final, le habrá gustado a Soriano? Es un título fantástico.
Quizás Casa tomada a Cortázar no le dijo nada, pero a nosotros nos dijo
tanto. Mucho más que Bestiario, el libro
del cuento. A mí como título me gusta mucho: Historia de Cronopios y Famas. Y
mucho más: No se culpe a nadie, la historia del tipo que se cae poniéndose el
pullover. Cien años de soledad, es un título maravilloso ¿Y viaje de una
perspectiva? A lo mejor es bastante informático, como: Los miserables, de Víctor
Hugo. El grito de Munch por ejemplo, como título de un cuadro es muy bueno. Guernica,
por el caso de Pablo Picasso. La logia del cadis, parece normal, de Fernández Días,
pero es tan bueno el título que parece bueno. Y los títulos masacres, los títulos
de masacres son brillantes: A sangre fría, de Capotte u Operación Masacre, de
Walsh, los dos contemporáneos, los dos fundadores de la literatura policial.
Pero los títulos sanos, santos, de libros que van a hablar de amor y enseñaron
muy bellos: Comer, rezar, amar, o El Tao Te Kin o Autobiografía de un yogui, o
por ejemplo: Lazos de amor, y ni hablar de: Muchas vidas, muchos maestros
Pero el de él se llamaba Viaje de una perspectiva
y estaba ante su ultimo capitulo, capitulo en el que tenía que hablar de la
final entre Francia y Argentina, que el día anterior había ganado Argentina
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