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viernes, 2 de diciembre de 2022

Soy Martina. Y La terapia de Joy (Ensayo presentación y relato de Martina Guañini. Escritora de 9 de julio)


 

SOY MARTINA


Desde hace mucho escribo, pero fue por mi mamá quien me propuso las clases de escritura y

ahora pienso que soy mejor escribiendo que antes; desde que era chiquita me decían que

tenía mucha imaginación y eso hace que dibujar, pintar y escribir sea más fácil y divertido; me

gustaría estudiar letras o bibliotecología y ser una escritora; mostrarle al mundo algunas de las

creaciones que tengo dentro de la cabeza, soy Martina, Martina Guañini y me voy a abrir la

cabeza para dibujar y escribir.




La terapia de Joy


Desde hace años que Joy lidiaba con las locuras de su hermano Jeste, desde que eran niños éste hacia cosas como caminar en los cables telefónicos, perseguir ratas, o lanzar cuchillos a las paredes para ver si se quedaban clavados en las mismas, desde hace mucho que Joy se esfuerza para que su hermano no se mate o mate alguien más o que algo malo le pase, o que no tome malas decisiones que arruinen su vida; aunque el payaso se sentía triste, no quería levantarse, ya no quería cuidar a su hermano, le tenía miedo, a veces pensaba que tendría que haberlo dejado cometer errores pero cada vez que lo hacía estaba a pelos de arruinarlos, meterlos en la cárcel, que los maten o secuestren para rendir cuentas; lo quería mucho, pero cada día se volvía mucho más pesado, al menos le hacía sentir bien ser escuchado al ir a terapia.



Luces apuntándolos en el escenario, Joy se tapa los ojos, su hermano tiene un pequeño cuchillo en mano, una persona está parada enfrente del tiro al blanco, ya tiene una imagen mental y no esa bonita; casi podía sentir a su propio hermano apuntándole a él.

Cuando escuchó al público aplaudir supo que todo había acabado.

- Así que, ¿temés que tu hermano mate a alguien? - preguntó el terapeuta.

- Si- respondió el payaso.

- ¿temes que te mate a vos? –

- Tal vez –

- ¿aún tienes esos pensamientos? –

- ¿cuáles, los de matarme o los otros? -

- Los de matarte-

- A veces –

- ¿intentaste los consejos que te di? –

- ¿reír, pensar positivamente y saber que hay gente peor que yo y que aún tengo

muchas razones por las que vivir?, sí lo hice –

- ¿y funcionaron? –

- El 65% de las veces –

- Ya veo –

- … ¿y? –

- Tendremos que pasar a los medicamentos –

Con una bolsa en mano, Joy volvió al circo, seguro, pronto se irían, pero por lo menos

estaría algo mejor ahora; aun no creía que estuviera bien el irse, pero, ¿a dónde iría?; ahí tenía a su hermano, no tenían familia, ningún lugar a donde ir, estaban solos. Habían sido artistas callejeros por un tiempo para poder sobrevivir, hasta que el mundo les sonrió y un hombre los invitó a su circo; tenían comida, un techo, pero su hermano se volvió algo… diferente.

Se enojaba con  facilidad, le molestaba que el público no se riera de sus chistes, y se

convirtió en alguien algo más arrogante desde su perspectiva.

- Oye Joy, volviste ¿sabés dónde está Blaze? -

- ¿Eh? - el mago del circo le hablo- ¿ya había llegado al circo?

- ¡El hombre escupe fuego, el alumno del hombre fuerte! - dijo el mago seguramente

creyendo que el payaso no entendió a quien se refería.

- Ah, no, no lo he visto – ¿cómo esperaba que supiera si acababa de llegar?

- Oh está bien, gracias Joy –

Llego a su cuarto, a su carpa, donde estaba su hermano.

- ¿Cómo te fue con el psicólogo? -

- … tengo que tomar pastillas antidepresivas –

- Eso es malo ¿no? –

- No Jester, estas cosas me van a ayudar y espero que vos también-

- Hablas como si tuviera la culpa de tu depresión – Jester comenzaba a enojarse.

- No digo eso, pero no pareces comprender la situación por la que paso- dijo Joy con

algo de tristeza.

- ¡¿Yo no entiendo?!, Joy yo también estuve en tu misma situación, yo también estuve

en la calle, yo también sufrí; pareces no comprender lo que yo paso- gritó el

joven con disfraz de bufón.

- Si lo entiendo pero solo trata de ser más comprensivo con toda la situación, Jester ya sos un adulto y solo te pido comprensión; sacrifiqué parte de mi vida para que podamos sobrevivir y vos no te preocuparas tanto, solo te pido eso, un poco de empatía por mi situación, entiendo que vos también sufras, pero eso no es excusa para tratarme como lo has estado desde que llegamos al circo, estas irritable y te volviste un egocéntrico envidioso; hermano si tenés un problema podes confiar en mí, siempre estaré aquí para vos, ahora vamos a prepararnos para el próximo show.

Aun se sentía la tensión entre ambos, los dos payasos se querían, pasaron toda su vida juntos y aunque ninguno lo decía deseaban volver a los viejos tiempos; los dos esperaban que esta situación pase y ser los mejores payasos de este circo.

 


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