Estoy en la casa que vivía antes, termino de
hacer una serie de limpiezas que me fueron siendo dictadas por una canalización
que me guiaba. Limpió entre mi casa, que esta llena de trabajitos y entidades
que toman sin control la energía ajena, desde que estoy ahí, porque hubo cosas
que fueron puestas, y cosas que estaban. Y la casa de abajo que cada vez que la
visualizo conecto con una oscuridad donde no aparece ni un poco de luz. La casa
de abajo está deshabitada. Hace unos meses que la resistencia densa de las dos
casas y los armados que tiran abajo me han ido debilitando. No como, no salgo,
duermo mal, tengo pesadillas, me duelen distintas partes del cuerpo. Como
siempre, me levanto a la mañana y limpio, me indican y limpio, desarmo,
armonizo, usamos la magia, lo hago por horas, como un ritmo, como un pulso. No
es mi ritmo, es un ritmo que canalizo, pero lo dejo habitarme mi cuerpo y voy
con el ritmo. Limpio, libero, desarmo. En esto de canalizar y hacer, subirse a
un ritmo es fundamental, porque es estar conectado con una vibración. Por
momentos canalizar, al menos en mi sistema, es hacer un ritmo, o compartir un
ritmo. Uno se da cuenta que empieza la canalización porque primero le avisan
del algún modo, y después pasa de un ritmo a otro, del propio al canalizado, y
ahí solo es como hacer música, buena música, seguir el ritmo. No es estar
poseído o tomado o dominado por una emoción o una ira, es todo lo contrario.
Uno es muy consciente de lo que va haciendo y lo que va pasando, porque uno, la
mente de uno está depositada en el observador, que observa y mira y juzga. Y
tiene la capacidad de analizar todos los movimientos. Y los puede cortar o
modificar, o dejar de escuchar, o escuchar mal, o indagar sobre ellos, y le van
a responder. E indagar sobre quién le responde. Uno tiene en actividad la mejor
parte de todos nosotros, la que más conectada con la fuente está: El
observador. Si la canalización es un ritmo, y el canalizado es el músico, uno
es un productor general, que observa la armonía y decide sobre ella. Si uno
confía, es importante dejar hacer y no dudar, esto es, no cortar el ritmo.
El lleva adentro
Él lleva adentro al arcángel
Gabriel
Hecho en la espada un sueño
Hecho en la ilusión un canto
El lleva adentro, al arcángel
Uriel
Hecho en el camino un sol
Hecho en el sueño una canción
El adentro llevo al arcángel
Rafael
Hecho un corazón de él
Hecho una proposición, Uriel
Manos de esponja y papel
Sueños de papel
Manos de resurrección
El lleva a dentro, al bello
arcángel Jofiel
Hecho una ilusión en una
canción
Hecho un corazón
Un suelo, una tierra un
sol, y una canción
El lleva adentro a los arcángeles del papel
Uriel, Gabriel, Rafael y
también Jofiel
Y Metatratón también una
canción
Y un corazón
El lleva caminando con él
Al arcángel Metatrón, en sus
pasos
Y sus pies
Y una canción
Uriel, Gabriel, Rafael,
Y también el bello Arcángel
Metatron
Y claro también, nuestro gran
amigo
Jofiel
Gabriel, Uriel, Rafael
Los arcángeles de él
Termino de hacer las limpiezas,
saco un huevo de gallina que había quedado atrapado en el paredón de la pared
de enfrente al patio interno, en unos caños de cables. Un lugar tan interno,
tan tapado de cosas, que es imposible que ahí esté roto un huevo de gallina,
salvo que alguien lo haya hecho a propósito por un fin fantástico, o un daño.
Libero ese huevo, lo quemo con la escoba prendida fuego, le tiro vinagre, agua,
sal arena, y alguna otra cosa, uso los cinco elementos. Y cuando termino de
hacer eso, la escoba, más grande que una escoba normal, se empieza a prender
fuego completa. La parto contra el patio interno mío, queda semi apagada. La
voz que canalizo me dice que me ponga liquido de jugo de naranja en la boca y
le escupa. Lo hago. Se apaga casi completa. Después me pongo liquido de jugo de
pera y liquido de jugo de manzana y le escupo también y se apaga completa.
Termino de hacer y siento en todo el cuerpo y en el alma un alivio, una
sensación de terminar algo, de haber limpiado o concluido. Antes había liberado
una pluma que estaba en una ventana de rejas, en las rejas, en una tela araña,
y una voz que canalizaba me había dicho que era un ángel (Ahora mismo
escribiendo esto pongo mal la palabra voz y se escribe vox, que refiere a Vox
Dei) Después de eso veo subir al cielo una aureola gigante, como una dona de
las de Los Simpson, enorme. Es un circulo que sube despacio. Me doy cuenta que
es una visión fantástica, lo noto en el cuerpo, en la mente, en el ambiente. Es
como si el ambiente hubiese cambiado y fuese otro. En un principio me parece un
ser marino, acuático, gigante que va subiendo. De ser así donde estaríamos
nosotros seria agua. Enseguida me doy cuenta que es una aureola, recibo la
información de que es una aureola. Recibo la información de que es una
arcángel. Cuando pregunto que arcángel es, me dicen Gabriel. Me sorprenden, no
tenia en la mente a Gabriel, sino por otras apariciones y mi apellido al
arcángel Miguel. A las dos semanas una
gran amiga me va a llamar y decir que ella había visto también la aureola del
arcángel Gabriel. Ahí empieza la conexión con el arcángel Gabriel, se va a
profundizar mucho mas. Juntos con mi relación con todos los arcángeles
Gabriel
Gabriel, Uriel, Rafael
La rueda de papel
Gabriel, Uriel, Rafael
Los arcángeles de Él
Gabriel, Uriel, Rafael
Y él
Él es Gabriel
Uriel
Rafael
¿Y quién es él?
Y quien es Gabriel
¿Quién salvó
A la biblia de papel?
Quien influyó en la llama
Para que llegue a él
Gabriel, Uriel, Rafael
Y él
Él camina entre el papel
Él es Gabriel, Uriel, Rafael
Y los arcángeles de él
Hechos de libro y papel
Gabriel
El arcángel de papel
Uriel, y la espada de Jofiel
Rafael y la voluntad de Uriel
Gabriel, Uriel, Rafael, y
también Jofiel
Caminan entre el papel
Hacen el papel, juegan el
papel
Los arcángeles de él
Gabriel
Uriel
Rafael
Los arcángeles del papel
No hay comentarios.:
Publicar un comentario