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sábado, 31 de diciembre de 2022

La breve existencia de los dragones, su suave perduración en el tiempo, y su viaje por los agujeros de gusano

 


 Se pone a leer un texto que había hecho sobre el avistamiento de un dragón en el cielo en forma de nube, después iba a conectar con la energía de los dragones dos o tres veces más. O algunas más, pero solo lo iba a notar dos o tres veces más. Una vez compilando el texto que había hecho sobre la existencia de los dragones, había salido a caminar y había sentido con el tercer ojo la fuertísima presencia de un dragón acompañando. Esto era simple, la pregunta era ¿Existían los dragones? El creía que sí, ahora canalizaba y escuchaba una voz que le decía, la del arcamgel Gabriel “Seres fantásticos de otra dimensión que los ayudan a todos y a veces se dejaban ver, chinos etiopies, japoneses, irlandés” alegres, joviales, poderosos, maravillosos. Las veces que los habían visto era porque se dejaban ver mucho más, pero después los habían empezado a cazar. Entraban y salían de los túneles de tiempo como pancho por su casa, aun lo pueden hacer, pero no les interesa tanto venir. A vos te visitaron una vez, te vinieron a saludar, y después te conectaron dos veces más, pero les dejaste de interesar, porque te empezaste a enojar, ahora comprende que era necesario y te van a volver a visitar, este texto te lo están regalando ellos. Esta información me permiten decirla ellos. Tienen huevos, anidan en los cielos, les gusta la verdad, sos justos y evolucionados, no tienen hijos casi, tienen los dos sexos a la vez, aunque hay varones y mujeres, tienen relaciones sexuales, pueden sacar fuego por los ojos, sus palabras retumban con la verdad en todos los cielos del mundo, y ayudan a los humanos y a vos te quieren acompañar. Si querés hoy vas a ver un dragón en el cielo, sino más adelante. No hace falta que bucees en las notas, esta es la verdad, pero buces si querés, por ahí algo encontrás. Ellos te van a dar la voluntad, volvieron a ser de vos, a estar con vos todo el tiempo. Los quieren ayudar” Arcángel Gabriel

Deja de canalizar las palabras del Arcángel Gabriel, este regalo de navidad sobre los dragones y se pone a investigar. Para su sorpresa encuentra mucho más cantidad de notas con intención de ser científicas sobre los dragones que sobre los ángeles. Es porque los dragones pueden emparejar mucho más rápido la vibración de los hombres y vienen más rápido y salen más veloz. Son menos poderosos y están para ayudar. La nota que lee dice

“Quetzalcoatl, Amaru, Fuzanglong, Long Wang, Leviatán... desde San Jorge enfrentándose a uno a las princesas encerradas en altas torres custodiadas por ellos, pasando por historias más recientes que van desde las bolas de Goku a Daenerys Targaryen saliendo de una pira de fuego con tres, los dragones han formado parte de la historia de la humanidad (y sus tatuajes) desde sus primeros tiempos, protagonizando leyendas alrededor de todo el mundo y fascinando a todas las culturas por igual.” Lo sorprenden la cantidad de dragones que aparecen en la bibliografía y la mitología, y la cantidad de estudios que hablan de la existencia anterior de ellos “Los dragones entran y salen de verdad” dice la vos. Piensa que, si hay registro artístico, tanto de algún lado sale eso…

“En algunos países vigilan y guardan tesoros como el de los Nibelungos, o quizá controlan la lluvia, muerden la raíz del árbol del mundo o gobiernan los océanos. Persiguiendo su propia cola simbolizan lo eterno y lo mágico. Como sucede con las pirámides, que nos hacen preguntarnos por qué tantas culturas separadas en tiempo y espacio coincidieron en hacer estructuras tan parecidas que pretendían tocar a las deidades en el cielo, ¿por qué los dragones se encuentran en prácticamente todas las historias antiguas? ¿Es que acaso existieron?” Se pregunta la nota. Existen, dice la canalización

La nota sigue “De hecho no hace falta haber visto uno para representarlo en nuestro bestiario mental, gracias a que forman parte del imaginario colectivo. Probablemente en Asia es donde sean más populares, pues son protagonistas frecuentes de la mitología china que luego otros países como Japón o Vietnam adoptaron (y la bandera de Bután representa un dragón). Simbolizaban el dominio imperial, habitaban en las aguas y guardaban tesoros. Y ahora decoran hogares, siguen formando parte del horóscopo y la gente se disfraza de ellos en las fiestas. Son un poco diferentes a los dragones de los mayas y aztecas, y también a los medievales europeos, pero todos entran dentro de la calificación de lo que pensamos que debe ser este animal mitológico.”

Después de investigar y encontrar un decálogo de teorías que buscan mal, buscan cual es el error en que todas las culturas sin verse y conocerse hablen del mismo ser y lo tenga en sus imágenes, esto es en su historia pictográfica y sus relatos. Porque en su época la única historia, el único registro teórico real de los pueblos eran los pictogramas los relatos y el relato oral. Eso para ellos era similar a lo que para nosotros es la ciencia y los medios de comunicación, o una mezcla de los dos. Todas las teorías buscan por la negativa, porque se equivocan todas las culturas en darle existencia al mismo ser inexistente. Deberían buscar quizás porque el registro empírico de tantas culturas antiguas sin contactos entre si le dieron existencia a un ser igual. Termina de decir y analizar eso investigado un poco más. Porque iba a dejar de investigar, pero una voz le dijo: Investiga un poco más, hay información para vos. Entonces encuentra esta última frase en el texto:

“La última teoría, por supuesto, es que en realidad como tantas otras criaturas mitológicas que van desde las sirenas a los gigantes, en realidad los dragones poblaron este planeta hace miles de años y aunque ya no están entre nosotros, los recordamos gracias a las historias que seguimos contando sobre ellos. Quizá no sea la teoría más científica, pero sin duda es la que más puede hacer volar la imaginación acerca de las cosas de este mundo que todavía no conocemos del todo. Quién sabe si algún día tú mismo encontrarás dragones”

Y entonces se pone a leer el texto que había escrito cerca de un año atrás:

“Corre el tercer mes de la pandemia, mediados de otoño, estoy en casa escribiendo, frente a mi patio interno, como siempre. Con el cielo limpio de frente, misma posición en la que hago reiki a distancia, mirando el mismo cielo, el mismo lugar en el cielo. El día anterior había puesto algo de las nubes y el cielo, y una buena amiga mía me puso una frase que me abrió una puerta. Arriba de las nubes los dragones me puso. Le puse Me gusta. Y me acordé que ella me había dicho más de una vez que creía realmente que había dragones vivos más allá de las nubes. Mientras escribo veo una nube en la forma perfecta de un dragón. Un dragón chino, de los largos, de los que parecen marinos también. La nube está frente a mí y no se mueve, se quiere mostrar y se muestra. De golpe veo en el medio de la nube, donde iría el pecho del dragón, que luz que venía de ahí. Como si su corazón estuviese iluminado. No es el sol, está atrás mío. No es la luna, está más arriba. Pienso que es un efecto lumínico, que esa forma luminosa en el pecho, como una luz propia, grande, en el exacto chackra cardiaco de la nube con forma de dragón. Pero esa luz se queda y se queda y se queda. Pasa como una hora, todo lo que le prestó atención, y en esa tardecita, ese dragón en el cielo con el corazón echando luz desde el pecho sigue ahí. Lo veo un ratito más, le agradezco y sigo escribiendo. No tengo duda, es un dragón que se mostró y me permitió verlo. Mi amiga tiene razón, se creencia mi hizo creer, y mi creencia mi hizo ver. A veces no hay una fuerza más fuerte que una simple creencia. La energía más fuerte del universo”

Termina de leer esto y lo analiza con algo que paso el día anterior, hace dos días que tiene en la casa una cachorra con la que se quedó, hija de su gata Sapirha, nombre de dragona, puesto en homenaje a una dragona de una ficción que se llama Aragon. A su gata le pone Chimuela, en homenaje a un dragón de ficción que se llama Chimuelo. Desde hace un día que a su gata le llama Chimuela. El día después de eso se encuentra con toda esa información sobre los dragones

 

 

 

 

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