Lo que hacemos en bucear en el
otro, todos los sistemas de salud lo que hacen es bucear en otro que a vista de
los demás están totalmente oscuros, tanteamos en la vida y las almas de los demás,
sus circunstancias, su relación con los dioses, como ciegos. Y como necesitamos
confirmarnos por oposición decidimos que determinadas cosas que interpretamos
son reales, y lo único que hacemos es definir que una serie de análisis a
ciega, a tientas en las acciones del otro y totalmente equivocadas son reales,
lo cargamos de un sentido falso guiados por nuestra propia subjetividad, vemos
lo que queremos ver, o solo lo que estamos preparados para ver, y tomamos acciones por el otro en función de
nuestro propio beneficio, y del beneficio de una sociedad insana y dañina, en
el camino lo dañamos más ¿Qué dañamos? Su deseo de estar ¿Cómo termina esto? Yo
lo conozco porque lo viví en carne propia. Termina cuando la persona a la que
estamos interpretando de manera errónea se cansa de estos niños que juegan con
fueguitos en una gasolinera, que es la propia persona y simplemente dice, no
quiero jugar más, no quiero ser mas parte de su mundo, les regalo el mundo
completo con todas sus mierdas, y así sin más y en silencio, no hace nada,
solamente se deja morir, porque no le interesa el juego que están haciendo con él.
Y créanme, lo viví, cuando alguien se deja morir no hay nada que pueda parar
esa avalancha, simplemente y sin más, sin lugar a dudas, va a morir. Nadie puede frenar un avión cuando cae a
picada, y mucho menos si desea caer”
Escribió esto, y después volvió
a escribir
“Definir que alguien está loco
desde una sociedad terrible, cruel, loca y enferma, desde el parámetro que no
quiere adaptarse a esa sociedad ni habitarla, ni en uno solo de sus centímetros,
es el acto de barbarie simbólica más patético que conozco. Jugamos con los
otros, con encendedores alrededor de su fuego, mientras les meamos la hoguera y
se la apagamos diciéndole que la estamos encendiendo. Locos no son los que están
locos, locos son los que les creen a los locos que les hablan que los locos son
ellos y no los otros ¿Es que acaso podemos ver adentro de los otros? ¿Es que
acaso desde la más terrible y absoluta subjetividad y desde los más variados
intereses que tiñen toda verdad podemos analizar las acciones e otro y ponerle
una categoría y sancionarla y tomar acciones en función de lo eso? Jugamos con
los otros, somos una tribu de ciegos pegándole en el único ojo al tuerto que
nos dice que más allá hay una cierta luz. En el reino de los ciegos el tuerto
no es el rey, en el reino de los ciegos los reyes son los ciegos. Y no es un
reino, es una anarquía histérica”
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