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martes, 13 de diciembre de 2022

Marcelo Di Marco y por donde seguir la corrección

 


Después de las técnicas del apartado anterior, en el apartado 27 Marcelo Di Marco propone por dónde seguir la corrección. De nuevo empieza diciendo: “Después de este primer bosquejo- se refiere a algunas de las técnicas de corrección propuestas en el punto anterior y el texto resultante- se puede repetir todo el procedimiento una y otra vez…”

Y casi sobre el final da nuevamente su mirada sobre un texto limpio de ripios “…Es necesario seguir puliendo para dejarlo limpio, sin ripio ni rebabas…”

Y enseguida se responde la pregunta que se hacen siempre los escritores y que a esa altura ya se están haciendo sus alumnos. Una pregunta que se ha hecho el mismo Borges ¿Cuándo parar?: “…Quizás cuando estemos convencidos de que las frases no se pueden escribir de otro modo…”

De todas las técnicas anteriores suma una nueva, tratando de reducir, o mejor dicho, de ajustar más el texto. Y hablando del texto resultante de su trabajo se pregunta, y de las dos frases, o los dos pequeños párrafos que tiene “¿Qué sucederá si me empeño en transformarla en una sola? Probemos”

En la página 53 propone una técnica de corrección muy interesante: “…Ahora me gustaría verificar de qué manera suena mejor. Releo entonces en voz alta, colocando la coma en dos lugares diferentes” Con esa frase propone que a todo lo resultante del trabajo de corrección le va a sumar el de leer en voz alta y quedarse con la sonoridad, o como ha dicho Borges: Si suena bien, está bien.

En la página 55 clarifica la lista para tener en cuenta la corrección “1.Reflexiona sobre la necesidad de clarificar el estilo 2.Nos detuvimos a releer nuestra pagina 3.Tradujimos expresiones sobrecargadas 4.Detectamos adjetivos que no aportaban nada 5.Reforzamos significados fusionando frases…”

Al final de esa página menciona lo que para el es un denominador común de todos los buenos escritores: “…sus textos son claros, su estilo fluye, sus ideas viven”

Al final de este apartado en la página 57 da también una clave para que nuestros textos tengan alma: “…debemos escribir lo que nos pasa. Ir derecho al inconsciente para buscar ese material que, por fuerza, será distinto del de los demás… Y contar nuestra historia con nuestra propias palabras; en definitiva, decir lo que tenemos que decir”

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