Melina era una abejita domestica
Que tenía la panza
Verde azul y naranja
Tres anteojos para sus seis ojos
Y un pelo que se peinaba al vuelo
Peinado punk en todo el cuerpo
Melina se había teñido el color de su cuerpo
que ya no era amarillo y negro
Melina vestía a la moda
Y la moda era hablar de cómo vestía Melina
-¿Por qué no usar el amarillo y negro?-dijo su abuela-
Que el amarillo y negro es el traje de las abejas
-Pero ella siempre cambia- se quejó su padre con
pereza
-Que si no le gustaba amarillo,
le hubiese dado un traje liso-
Dijo su abuela
mirando a su hijo que siempre le había parecido petiso
-Estás pensando de nuevo que soy petiso-
Dijo el hijo
-Las abejas siempre hemos tenido traje a rayas
-Esta vez se pasó de la raya
-No somos cebras que nos conocen por las rayas
-No mamá, ni mantarrayas
-No tienen rayas las mantarrayas
-El traje a rayas es el color que nos dio la
naturaleza- dijo el hijo-
le dice a los otros animales que somos peligrosas, es
como un acertijo
-¿Pelirrojas?
-Peligrosas
-¿Pelirrojas?
-Peligrosas
-Melina si, un día se tiñó toda de roja
-El traje amarillo y negro es el traje de la abeja
domestica-se quejó su padre-siempre hemos usado ese traje- El mismo color de animales peligrosos.- Y le
volvió a decir a su mamá- Por eso el
color que tenemos. Parecemos venenosos
-¿Melosos?
-Venenosos
-Miedosos
-Venenosos
-Que no somos venosos, que
poco juiciosos
¿Qué estamos hablando
querido?
-De Melina y sus colores
-Parece de prendedores
- Y si mamá, se tiñó toda
-Y ahora está a la moda
Pero ese día no se hablaba de la moda
de la pequeña Melina Apis, ni de sus peinados hacia arriba, que le complicaba
las cosas al polen para pegársele, ni de los viajes de Melina Apis, la pequeña
abeja exploradora mochilera. No, ese día hablaban de otra cosa.
Todo empezó cuando el explorador pegó
en el tronco de un diente de león un cartel con la cara de melina que decía “Se
busca a Melina, se perdió hace unos días, se fue para la zona inexplorada”
Capítulo dos
Recalculando, recalculando. Abejas
sin GPS
Pegaron el cartel, y atrás de ese palo, debajo de la
sombra de un arbusto de cerezas, el grupo de abejas exploradoras y buscadoras,
trazaba planes para encontrar a Melina. Si, melina, la pequeña exploradora se había
perdido
-Esperemos a empezar, aún faltan abejas llegar
Se han perdido casi todas, esto no puede volver a
pasar-
Dijo el jefe explorador mirando desde su flor
Era una reunión de abejas de exploración
-Una reunión de encontradores que se han perdido
Es de lo más divertido-
Dijo la abuela de Melina, parada sobre una espina
-A mí me costó encontrar el
lugar, di vuelta días
Y cuando ya dejé de buscar lo pude encontrar
Quería llegar a mi hogar y llegue a este lugar
Lo que yo no busco lo encuentro
Y si estoy buscando me desencuentro-
Dijo una abeja exploradora que era de otro panal
y no sabía como llegar
-Exploradora principal del panal
Vaya a saber cual
300 misiones de experiencia
La pongo a su
servicio
La manera que tengo de perderme
No tiene desperdicio
-Yo no sé ni donde estamos ni para qué es esto
-Reunión de especialistas en búsqueda
Nos encontramos para buscar a Melina
Es tan difícil ni se va a imaginar
Encontrar algo por acá-
Dijo el jefe explorador
y después se quejó-,que calor
-¿Alguien sabe cómo hago para volver a mi hogar?-
Pregunto la que más sabia de buscar
-Yo no sabía que nos íbamos a encontrar un lugar tan
secreto
Aunque hacer esto de escondido es bastante coqueto-
Dijo una más y el jefe explorador y lo dijo sin
parpadear
-No es secreto, está pegado al panal
-Yo soy de otra colmena, vine acá porque me perdí
Vi muchas cosas pero a esta tal Melina no la vi
Si la llego a ver le voy a preguntar dónde estoy-
Dijo una más
-Le tiene que preguntar dónde está-
Grito otra que volaba por allá atrás
-No, donde estoy, si la veo ya se dónde está
Lo que no se es dónde estoy yo
Hace muchos años ya
Podría buscarme a mí, ya que están
Voy a ser fácil de buscar
Ya estoy aca
-Cómo vamos a buscarla a usted si está encontrada
Tenemos que buscar lo que no está
Y Melina es la que en esa categoría está-
Dijo el jefe de los exploradores
-Está o no está ¿Qué pasa acá?-
Dijo la abeja perdida
Respondió el jefe explorador
-Está pero no está
-Entonces está perdida pero no está perdida-
Dijo la abeja de otro lugar
-que día, que día-
Dijo entristecisa
-Busquemos entonces su colmena
-No hace falta y eso me apena.
no está perdida, esta donde siempre estuvo
lo que estaba ahí estaba y lo que hay ya hubo-
Dijo misteriosa, pero algo graciosa
-Yo me acabo de perder, los estaba viendo recién
pero los deje de ver-
Dijo una abeja que se había puesto de espaldas a todos
-Porque usted se dio vuelta, esta acá pero mira para allá
si gira 180 grados
nos va a volver a ver y vamos a considerar algo
encontrado-
Dio media vuelta, lo vio de nuevo y se lo agradeció al
jefe explorador
-Me acaba de encontrar, usted es un gran buscador
-Creo y veo que a Melina no la vamos a encontrar-
Dijo la abuela, no somos muy buenos para buscar
-La idea es ponérnosla a buscar para que ella
nos termine por encontrar-
dijo su estrategia el jefe explorador y a todos les pareció
de nuevo un gran buscador
-Y de paso, cuando nos encuentre que nos diga algo más
Por ejemplo, donde estamos nosotros, donde está el
panal
Ella donde esta y más que nada el día de mañana donde
va a estar
Así ya no la tenemos que buscar
Asi fue como el jefe
explorador preguntó
-¿Por qué
estamos así? ¿Qué nos ha pasado? Somos una especie especialista en ubicarse y
encontrar cosas. Digo, cada una de nosotros es un GPS, nos ubicamos por el
magnetismo de la tierra, ahora estamos todo el tiempo recalculando
Y apareció para
responder la pequeña abeja exploradora mayor, el capitán Von
-Si no se
molestan, esa pregunta la puedo responder yo- dijo una abeja que acaba de
llegar, y descendía desde la parte de atrás del grupo, volando en círculos,
cada vez más pequeños hasta acercarse, como esos círculos que hacen las abejas
cuando vuelan, que parece que están atrapando al aire con un hilo invisible, o
tratando de atar una parte del mundo. Habia llegado Von Frich
Von Frich
era una abeja exploradora que llevaba el nombre del biólogo que había
descubierto como navegaban y se comunicaban las abejas. Porque las abejas, en
el aire no volaban, navegaban, se arrojaban a regiones desconocidas para
conseguir comidas, descubrían nuevos continentes de plantas y se guiaban por el
sol y el recuerdo de los lugares por los que habían pasado, como los viejos
navegantes. Y además de navegantes eran bailarinas, porque las abejas
transmitían la ubicación de los nuevos lugares de alimentos bailando. Hacia el
lado que bailaban estaba el alimento, y según cuanto bailaban era que tan lejos
estaba. Cuantos más giros hacían más alejadas se encontraban las islas de
flores, por eso para las abejas, los alimentos se encontraban a tantos giros de
distancia
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