Viaje de una perspectiva. Capítulo 2.. El tatuaje encadenado

 

Esa segunda noche le había costado dormir, el pie le dolía y se le habían hinchado completo. Le había quedado sin escribir el registro de los dos últimos reikis que había hecho, así que sin más se puso a escribir el diario y escribió sus últimos dos reikis:

“Diario del reiki, el ultimo reiki que hice fue extraño. El paciente estaba acá, charlamos. Siempre charlo un rato antes, siempre que charlas el paciente te da toda la información que necesitás sobre las cosas. Me había mostrado un tatuaje, era de un grupo de música, y me había dicho que ese tatuaje representaba a un demonio, que cuando se lo había hecho no se había dado cuenta. El tatuaje no representaba al demonio, pero como lo había dicho y lo había pensado tanto tiempo, él le había dado facultad al tatuaje para representar eso. O sea, claro, tenía un demonio de tinta en el brazo, de los peores. Cuando lo mira bien lo vi moverse, guiñarme un ojo y mover las cadenas que tenía en la mano. Enseguida pedí información mental y me dijeron que se lo tenía que quemar, pero no me dijeron con qué. Prendí un sahumerio, puse mu brazo arriba del brazo de él y me clavé el sahumerio prendido en el brazo, me quemé. Le dije que ya estaba y el me contó que antes había hecho cierto lío con la energía, o adherido a cosas que energéticamente por ahí le despertaban ciertas dudas, más que nada pensando que hacia el bien. El engaño, acaso no estaba en el engaño regando la historia completa del hombre, acaso no era la historia completa del hombre un engaño. No era una sucesión de engaños, para sacar ventaja del otro, uno tras otro. Acaso no estaban los hombres muy enamorados de los engaños ¿No había Hitler iniciado una guerra por un engaño? Matando a un príncipe ¿Y no había sido la guerra completa de Hitler un engaño? Guerra rápida para atorar al rival y hacerle creer que había mucho más, cuando se estaba poniendo en el movimiento todo lo que se tenía. Y por eso frenó en Rusia. Y no había tirado EEUU bombas para matar poblaciones japonesas para quedar como el vencedor de la segunda guerra mundial  y que el vencedor no fuera Rusia? Engaño para tener mejor lugar en la negociación. No habían matado engañando con armisticios a buena parte de los revolucionarios mexicanos ¿No le había hecho ocupar un mal territorio por engaño a Napoleón en la batalla de Waterloo ¿No engañaba el FMI a los países a los que les prestaba dinero? ¿Y los políticos y empresarios de buena parte de los países americanos, no engañaban al resto de la población? ¿No nos habían enseñado que con astucia Colon le había cambiado oro por espejos a los originarios? ¿No era eso acaso un engaño? Y tantas cosas ¿Dónde estaba la luz en el engaño? ¿Y que pasaban con el engañado? Me había quemado yo el antebrazo para evitarle el dolor a él, pero no era lo que se quería. Pasamos a la camilla de reiki, se acostó. Abrí el agujero de tiempo y espacio para ser guiarlo y pregunté adonde hacer el reiki, me dijeron chakra sexual y chakra cardiaco. Empecé a trabajar sobre la cabeza, chakra tercer ojo. La camilla se movió, giro, se elevó y viajó, estábamos en un tiempo y espacio indefinido. En un lugar eterno e imposible. Mi aura se mezcló con la de él, espejé, tomé su cuerpo en el mío, más que nada su campo energético y afloraron en mí sus males. Enseguida me salieron dos alas de demonio, cuernos de demonio, cola de demonio. Era la energía densa que él tenía adentro, lo había tomado de otro campo energético, en otro tiempo y en otro momento, en una relación sexual, viajaba en él, él era el portador, pero de a poco lo iba comiendo. De a poco y sin que se notara mucho para vivir en su morada mucho tiempo. Abrió arriba mío un tiempo y espacio, aparecieron mirando por el agujero los elfos de la montaña, que siempre venían a buscar lo que yo sacaba. Estiraron las manos para tomar el demonio y yo lo invité a irse, con mucha amabilidad y mucho amor, diciendo: Él no te corresponde, no es tu camino, él tiene un camino de luz que es sin vos, estás yendo a tu autodestrucción, tenés un camino de luz que es por otro lado. Anda al agujero de tiempo y espacio que te abrimos, tomá la mano de los elfos de la montaña y ellos te van a guiar. E increíble, se fue fácil, pero después volvió, y por segunda vez le costó irse de nuevo. Busqué palabras traté de hablar con la verdad, no engañar y ser creído pero más que nada ser aceptado. No lo quería disolver en luz. De mí se espera siempre que logre convencer, y lo convencí. Se fue y ya no volvió. Después saque dos entidades más del chakra Sexual y el Cardiaco, Por ultimo fui a las piernas y cuando estaba dándole reiki en las piernas, de nuevo la camilla elevada a un tiempo sin tiempo y un lugar sin lugar. Y del costado izquierdo me estaba mirando un enano tipo elfo pero medio maligno. Le abrí un agujero de tiempo y espacio atrás de él. Y lo invité a irse y buscar el camino por otro lado, y lo hizo. El portador quedó completamente limpio de energías que llevaba y no debería. Pero aún faltaba la sorpresa para él y para mí. Yo había querido evitarle el dolor de quena el brazo. Pero una voz me inducó que sahumara toda la parte del brazo con una piedra de sahumado verde, color de la tara verde, que nos estaba acompañando en la sanación, junto con Yogananda y los Arcángeles, Gabriel, Uriel y Jofiel. Además de Jesús y el mismo Dios, e de Dios de todo y padre mío y de todos. Fui y tomé un plato, prendí la piedra de carbón, empecé a sahumar. Y algo me dijo que le pusiera el plato sahumando en el brazo. Lo hice y vi que empezó a soplar, saqué el plato del tatuaje, lo toqué y esta hirviendo abajo, sin saberlo lo quemé, eso rompió el tatuaje, le hizo una marca, y rompió el daño que el tatuaje tenía. Yo había querido evitar quemarlo, pero el universo quería quemar ese tatuaje y él también. No pasa lo que yo quiero, pasa lo que tiene que pasar. Nosotros somos solo casualidades que ayudamos a otras causalidades, o totalidades que fusionamos con otras totalidades. Terminé la sesión, le regalé dos sahumerios, lo despedí, y a la noche me dijo que se sentía aliviado y que nunca se había sentido tan tranquilo. El reikista es solo un canal, un puente de tiempo y espacio por el que viajan las circunstancias