Pegaron el cartel, y atrás de ese
palo, debajo de la sombra de un arbusto de cerezas, el grupo de abejas exploradoras
y buscadoras, trazaba planes para encontrar a Melina. Si, melina, la pequeña
exploradora se había perdido
-Esperemos a empezar, aún faltan abejas llegar,
se han perdido casi todas, esto no puede volver a
pasar-
Dijo el jefe explorador mirando desde su flor.
Era una reunión de abejas de exploración
-Una reunión de encontradores que se han perdido,
es de lo más divertido-
Dijo la abuela de Melina, parada sobre una espina
-A mí me costó encontrar el
lugar, di vuelta días,
y cuando ya dejé de buscar lo pude encontrar.
Quería llegar a mi hogar y llegue a este lugar
Lo que yo no busco lo encuentro,
y si estoy buscando me desencuentro-
Dijo una abeja exploradora que era de otro panal
y no sabía cómo llegar
-Exploradora principal del panal
vaya a saber cual
300 misiones de experiencia
La pongo a su
servicio.
La manera que tengo de perderme
no tiene desperdicio
-Yo no sé ni donde estamos ni para qué es esto
-Reunión de especialistas en búsqueda
Nos encontramos para buscar a Melina
Es tan difícil ni se va a imaginar,
encontrar algo por acá-
Dijo el jefe explorador
y después se quejó- que calor
-¿Alguien sabe cómo hago para volver a mi hogar?-
Preguntó la que más sabia de buscar
-Yo no sabía que nos íbamos a encontrar un lugar tan
secreto
Aunque hacer esto de escondido es bastante coqueto-
Dijo una más y el jefe explorador y lo dijo sin
parpadear
-No es secreto, está pegado al panal
-Yo soy de otra colmena, vine acá porque me perdí,
vi muchas cosas pero a esta tal Melina no la vi
Si la llego a ver le voy a preguntar dónde estoy-
Dijo una más
-Le tiene que preguntar dónde está-
Gritó otra que volaba por allá atrás
-Si la veo ya sé dónde está.
lo que no se es dónde estoy yo.
Hace muchos años ya
Podría buscarme a mí, ya que están,
voy a ser fácil de buscar
Ya estoy acá
-Cómo vamos a buscarla a usted si está encontrada,
tenemos que buscar lo que no está,
y Melina es la que en esa categoría está-
Dijo el jefe de los exploradores
-¿Está o no está? ¿Qué pasa acá?-
Dijo la abeja perdida
Respondió el jefe explorador
-Está pero no está
-Entonces está perdida pero no está perdida-
dijo la abeja de otro lugar-que día, que día-
Dijo entristecida
-Busquemos entonces su colmena
-No hace falta y eso me apena.
no está perdida, está donde siempre estuvo
lo que estaba ahí estaba y lo que hay ya hubo-
Dijo misteriosa, pero algo graciosa
-Yo me acabo de perder, los estaba viendo recién
pero los deje de ver-
Dijo una abeja que se había puesto de espaldas a todos
-Porque usted se dio vuelta, esta acá pero mira para allá
si gira 180 grados
nos va a volver a ver y vamos a considerar algo
encontrado-
Dio media vuelta, lo vio de nuevo y se lo agradeció al
jefe explorador
-Me acaba de encontrar, usted es un gran buscador
-Creo y veo que a Melina no la vamos a encontrar-
Dijo la abuela, no somos muy buenos para buscar
-La idea es ponérnosla a buscar para que ella
nos termine por encontrar-
dijo su estrategia el jefe explorador
y a todos les pareció de nuevo un gran buscador
-Y de paso, cuando nos encuentre que nos diga algo más,
por ejemplo, donde estamos nosotros, donde está el
panal,
ella donde esta y más que nada el día de mañana donde
va a estar.
Así ya no la tenemos que buscar
Enseguida de eso el jefe
explorador preguntó
-¿Por qué
estamos así? ¿Qué nos ha pasado? Somos una especie especialista en ubicarse y
encontrar cosas. Digo, cada una de nosotros es un GPS, nos ubicamos por el
magnetismo de la tierra, ahora estamos todo el tiempo recalculando
-Si no se
molestan, esa pregunta la puedo responder yo- dijo una abeja que acaba de
llegar, y descendía desde la parte de atrás del grupo, volando en círculos,
cada vez más pequeños hasta acercarse, como esos círculos que hacen las abejas
cuando vuelan, que parece que están atrapando al aire con un hilo invisible, o
tratando de atar una parte del mundo. Había llegado Von Frich
Von Frich
era una abeja exploradora que llevaba el nombre del biólogo que había
descubierto como navegaban y se comunicaban las abejas. Porque las abejas, en
el aire no volaban, navegaban, se arrojaban a regiones desconocidas para
conseguir comidas, descubrían nuevos continentes de plantas y se guiaban por el
sol y el recuerdo de los lugares por los que habían pasado, como los viejos
navegantes. Y además de navegantes eran bailarinas, porque las abejas
transmitían la ubicación de los nuevos lugares de alimentos bailando. Hacia el
lado que bailaban estaba el alimento, y según cuanto bailaban era que tan lejos
estaba. Cuantos más giros hacían más alejadas se encontraban las islas de
flores, por eso para las abejas, los alimentos se encontraban a tantos giros de
distancia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario